70 mil dólares en criptomonedas son una cifra no muy fácil de conseguir y de seguro a más de un estafador se le haría agua la boca si pudiera obtenerla en un abrir y cerrar de ojos. Esta es la historia de Kainzo, un bitcoiner muy desafortunado (y desprevenido) que perdió este dinero en un pestañeo por enviar sus fondos a una cartera desconocida sin antes realizar una investigación decente que comprobara de que no se trataba de una estafa…
El bitcoiner desprevenido
Kainzo miraba sin mucha preocupación cómo las fluctuaciones del mercado se habían intensificado estos días. A fin de cuentas, la alta volatilidad es lo que hace a los criptoactivos tan atractivos para los inversionistas. Como ya lo había hecho otras veces, sólo quería obtener la recompensa de un nuevo hardfork, por lo que exportaría su llave privada de Exodus a una nueva cartera llamada Electrumbtcp y devolvería los fondos a su cartera anterior luego de haber obtenido una nueva llave. Sin embargo, las cosas no salieron como esperaba y devolvió los fondos antes de crear una nueva llave, por lo que perdió sus 70 mil dólares, ya que esta cartera electrónica no era más que una estafa.
El bitcoiner desprevenido llamó a su padre, ya que 1 BTC de la totalidad de las criptomonedas robadas pertenecían a este, y una de las razones por las cuales había intentado participar el hardfork era multiplicar el dinero para él. El padre de Kainzo guardó silencio por algunos minutos que resultaron infernales para este. Sin embargo, luego de meditarlo un poco y abandonar el primer sentimiento de rabia y desolación que lo embargó, concluyó diciendo que lo más importante es que Kainzo continuaba junto a él.
Kainzo, de nacionalidad francesa, era lo que podría llamarse un bitcoiner promedio, conoció las criptomonedas tan sólo algunos años atrás a través del famoso videojuego de construcción multiplataforma Minecraft, lanzado al mercado en el año 2011. Los usuarios de este videojuego encontraron una manera de ejecutar un servidor para comerciar un mineral muy raro en el juego llamado esmeralda, a cambio de bitcoins. Uno de estos usuarios fue Kainzo, quien obtuvo ganancias en la criptomoneda cuando cotizaba a unos 300 dólares.
El usuario también invirtió en la segunda criptomoneda más importante: Ethereum, y se mantuvo “aguantando” con ella el mayor tiempo posible mientras aumentaba de precio para así multiplicar su dinero. De igual manera, hizo algunos movimientos comprando y vendiendo criptoactivos y estuvo atento a las bifurcaciones que se realizaron, incluyendo las de Bitcoin y Ethereum. De este modo, logró juntar la suma de 70 mil dólares en criptomonedas.
Si todo parece muy bueno, quizás no lo sea tanto
El hardfork del cual Kainzo quería obtener una recompensa era el que daría como resultado a la altcoin Bitcoin Private (BTCP). Esta sería el resultado de la combinación entre Bitcoin (BTC) y Zclassic (ZCL), tal como sugiere su libro blanco.
El procedimiento que quiso seguir ya lo había realizado otras veces, con el fin de obtener una recompensa en proporción 1:1 de BTCP (si poseía en su cartera la cantidad de 7 BTC o 7 ZCL, por ejemplo, recibiría 7 BTCP en la nueva cartera). Sin embargo, Kainzo no realizó una investigación adecuada, lo que le hubiera mostrado que las búsquedas en Google apuntaban a que este sitio era una estafa, e incluso se habló de esto en el foro de Bitcointalk, el cual mostró una lista de carteras vinculadas a este fraude y enlaces a perfiles de cómplices de la misma, los cuales para la fecha han sido eliminados.
Kainzo pudo rastrear la dirección mediante la cual sus fondos fueron robados y se percató de que sus criptomonedas estaban siendo movidas de manera muy temprana de una dirección a otra.
Ahora Kainzo se pregunta si vale la pena reportar el suceso a autoridades como el FBI, un organismo perteneciente a los Estados Unidos, país que ha estado monitoreando de cerca las criptomonedas. Sin embargo, si las personas que han cometido el delito contra Kainzo y –seguramente- contra varios usuarios más, se encuentran fuera de este país, poco podrían hacer las autoridades. Efectivamente, Kainzo habló con ellos, pero se encogieron de hombros y lamentaron lo ocurrido, sin poder brindarle ninguna ayuda.
Una de las soluciones proporcionadas a Kainzo por otros amantes de las criptomonedas que han seguido su caso es que, mediante exploradores blockchain, rastree la dirección que contiene sus BTC y esté atento al momento en que sean movidos a una casa de cambio como Coinbase, la cual podría, de acuerdo a las políticas contra el lavado de dinero y fraude, devolverle el dinero.
Aunque Kainzo ya se ha dado por vencido y no intentará recuperar su dinero, sí se encuentra investigando la manera para emprender acciones legales contra los responsables de esta estafa. Este bitcoiner desprevenido ha aprendido su lección de la peor manera posible y no desea que ocurra lo mismo con nadie más.