-
Larimer cree que el proyecto caerá en el cerco de los reguladores y no ofrecerá privacidad.
-
El desarrollador dice que prefiere crear herramientas que devuelvan el poder a los usuarios.
El desarrollador de proyectos blockchain Dan Larimer anunció recientemente su decisión de renunciar al cargo como director de tecnología de Block.one, la empresa encargada del proyecto EOS. El ejecutivo declaró en la plataforma Voice que el 31 de diciembre del 2020 se retiró de la compañía. “Me inclino hacia la construcción de tecnologías más resistentes a la censura”, señaló en ese momento.
En una publicación que compartió en el blog de HIVE, Larimer expuso las razones que lo llevaron a abandonar la empresa que fundó en 2017 junto con el empresario Brendan Blumer. Según señala, sus preocupaciones giran en torno a la presión que está ejerciendo la regulación “sobre una tecnología que muchos esperábamos que nos liberara de los cárteles bancarios internacionales”.
Para el desarrollador se está desvaneciendo la visión presentada por Bitcoin desde su nacimiento, cuando era un medio funcional de intercambio, libre de intermediarios. Pero ahora, declara, el sistema ha sido capturado por el aparato regulatorio que está absorbiendo la privacidad y frustrando a quienes quieran usar la criptomoneda sin un custodio regulado. “Todo esto convierte a Bitcoin en solo otro activo financiero”, apunta Larimer. Por las razones expuestas cree que la descentralización en el ecosistema de las cadenas de bloques es relativa.
Ante el panorama que describe Larimer también se pregunta “¿qué pasaría si EOS se convierte en parte de este jardín amurallado, centralizado y completamente regulado de usuarios KYC?”. Él mismo parece responder al manifestar su inconformidad con el proyecto que, como otros, estaría utilizando algún método de valoración divorciado de los fundamentos tecnológicos y comerciales en los que debería sostenerse el mundo de las criptomonedas. Lejos de la especulación.
“BTC, EOS y ETH están siendo valoradas como monedas desconectadas de los fundamentos tecnológicos. Las tres están en el camino de ser capturadas por los reguladores con una pérdida total de privacidad. La mejor esperanza que puede tener un token para las ganancias de capital es maximizar su utilidad como dinero y su cumplimiento con las regulaciones y trabajar para que las instituciones lo adopten”.
Dan Larimer, ex CTO de Block.one en el comunicado ¿Qué sigue para EOS, ETH y BTC?
EOS, un proyecto ¿descentralizado?
El desarrollador agrega que el modelo de gobernanza colectiva adoptado por EOS hará que sea una mejor moneda. Asimismo, cree que las cuentas de KYC con contratos inteligentes aprobados por el regulador pueden ser el único camino a seguir, si el objetivo es obtener enormes ganancias de capital.
Larimer cree que Block.one está en la posición de conducir a EOS hacia una vía más descentralizada si la comunidad elige ir por ese camino. Sin embargo, añade: “no estoy interesado en que mi innovación se vea limitada por los caprichos de los reguladores gubernamentales”. Asegura que se mantendrá en la ruta de la creación de herramientas que devuelvan el poder a la gente que prefiere ganar libertad en lugar de dólares.
El comunicado de Dan Larimer en el que sugiere que EOS actualmente no es tan descentralizado, se produce tras meses de señalamientos por parte de la comunidad que cuestiona a la iniciativa por tener un sistema de gobernanza muy centralizado.
Por diseño, EOS solo tiene 21 productores de bloques. La comunidad EOS elige a estos 21 productores en una elección continua, pero solo participan quienes tienen tokens. Esto apunta a que mientras más tokens posee un usuario, mayor será su poder de voto y, por lo tanto, más grande es su poder para decidir sobre el resto de la comunidad.
Como informó CriptoNoticias, en mayo del año pasado el equipo de Block.one decidió abandonar su posición “silenciosa” dentro de la comunidad para participar en las votaciones. De esta manera, el proyecto hizo aún más complejo su objetivo de brindar una red propiamente descentralizada.