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Invitan a los bitcoiners a generar mejores ideas para sus comunidades.
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El equipo se prepara para crear una fraternidad de ciudadelas a nivel global.
«La adopción de bitcoin (BTC) sí está funcionando en El Salvador, solo es cuestión de tener paciencia». Son las palabras que lanzó a la audiencia del evento Adopting Bitcoin Román Martínez, cofundador del proyecto Bitcoin Beach de El Salvador.
Martínez, conocido por ser uno de líderes de la economía circular que se replica en todo el mundo, intenta responder así a las críticas que se han hecho a la adopción de BTC como moneda de curso legal en el país centroamericano. La mayoría de ellas se enfoca en que los salvadoreños casi no usan la moneda digital y hay poco interés en bitcoin.
«Veo a personas que vienen aquí de visita y dicen que el proyecto no está funcionando, pero muchos de ellos no saben cómo estábamos antes y cómo ha avanzado todo», cuestiona Martínez.
Acota que incluso muchos de los que habitan el país no se percatan del progreso que se está viviendo gracias a la criptomoneda. «Lo que sucede es que estamos creando el estándar del bitcoin. El Salvador está construyendo ese aprendizaje y eso no se hace de un día para otro».
Para evidenciar los avances que se han logrado gracias a bitcoin, Martínez destaca la forma en que la ciudadela de Bitcoin Beach ha inspirado a gente de todas partes. Rescata de ello que la idea del equipo siempre ha sido inspirar.
«La meta no es la adopción sino el empoderamiento de la gente para alcanzar su potencial”, asegura. Y para eso bitcoin es un medio, el mejor dinero, con capacidad de transformar».
Con base en ese objetivo, el equipo de Bitcoin Beach planea crear una fraternidad de ciudadelas, un proyecto que agrupará a las economías circulares y que, asegura, pronto será anunciado.
También convoca a los bitcoiners no tanto a imitar el proyecto de El Zonte, sino más bien a trabajar en las mejores ideas en función de las necesidades de cada comunidad.
Los mismos problemas que vemos aquí y que bitcoin está solucionando los vemos en otros países. No se trata entonces de replicarnos sino de enseñar a las personas que bitcoin puede ofrecer una mejor vida y los puede ayudar a enfrentar sus problemas.
Román Martínez, cofundador de Bitcoin Beach
Ismael, un joven salvadoreño que cambió su vida con bitcoin
Como muestra de los cambios de vida que pueden generarse con la criptomoneda, Martínez se presentó acompañado de Ismael, un joven salvadoreño de 21 años que nació en El Zonte y que ahora es educador de bitcoin.
Ismael cuenta que también es entrenador de surf. Conoció a BTC cuando tenía 17 años y la experiencia transformó su perspectiva de vida:
Nuestra cultura siempre ha sido vivir al día, gastar todo lo que a uno le pagan. No existía en mi mente el concepto de ahorrar y nadie me había enseñado sobre finanzas. Mi vida cambió porque al conocer a bitcoin comencé a pensar acerca de mi futuro, acerca de cómo manejar mi dinero. Entendí que el futuro está en mis manos y para controlarlo necesito herramientas como BTC.
Ismael, educador de bitcoin en El Zonte
Ismael y Román relatan lo difícil que ha sido explicar a la gente lo que podían hacer con bitcoin.
El 98% de las personas en El Zonte no conocían la criptomoneda, tampoco tenían acceso a servicios bancarios ni a ninguna otra forma de pago digital. Luego, como le pasó a Ismael, mucha gente de El Zonte ha comenzado a cambiar su mentalidad. Con bitcoin aprendieron a ahorrar, a pagar con BTC y a cambiarlo por dólares cuando es necesario.
Tanto Martínez como Ismael, aunque son de generaciones distintas, aseguran que BTC fue la herramienta que les permitió realizar sus sueños. Le pasó tanto a ellos como a otros niños y jóvenes del pueblo. Esto, a pesar de que al principio subestimaron su impacto.