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La alta inflación es otro factor que genera nerviosismo entre los inversionistas.
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15% de los encuestados han dejado de invertir porque tiene menos dinero.
En un mercado a la baja de bitcoin (BTC) y las criptomonedas, como el que se ha experimentado en los últimos meses, se puede esperar una huida de los inversionistas, pero en el caso de los estadounidenses ha ocurrido todo lo contrario.
De hecho, la volatilidad en el precio de bitcoin ha sido un incentivo para que un 40% de los inversionistas de Estados Unidos compren más activos digitales, según una encuesta de The Balance.
«Los compradores de criptomonedas se oponen a la tendencia de huir en busca de refugios seguros en tiempos de volatilidad del mercado», destaca la firma.
Del otro lado de la acera, están los inversionistas que prefieren invertir en acciones del mercado bursátil, representando un 41% de los consultados. Estos pudieran estar motivados «por la capacidad de comprar a la caída», señala el reporte.
Mientras que un 34% de los consultados no ha hecho cambios en su portafolio de inversiones.
Todos estos movimientos están siendo alimentados por la creciente inflación que experimenta Estados Unidos, la más alta en 40 años y el escenario de una recesión económica, hechos reportados por CriptoNoticias.
Recesión e inflación genera nervios
El reporte confirma que los inversionistas «han estado nerviosos, ya que la inflación continúa cerca de los máximos de 40 años, ejerciendo una mayor presión sobre la Reserva Federal para aumentar las tasas de interés para reducir la inflación».
El 15% de los encuestados dijo que está dejando de invertir porque tiene menos dinero, mientras que el 9% señaló que le preocupa la inflación. Otro 9% dijo que querían tener más efectivo disponible ante los posibles riesgos de una recesión.
La encuesta reveló que quienes están al frente de las inversiones en criptoactivos son los más jóvenes. Miembros de las generaciones llamadas millennials (nacidos entre 1981 y 1996) y generación Z (nacidos entre1995 y 2000) respondieron que se inclinan por las criptomonedas, en comparación con poco menos de un tercio de los inversionistas que son de la generación X (nacidos entre 1965 y 1981) o mayores.