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Con normas claras, Argentina puede captar capital para invertir e innovar, dice el CEO de Lemon.
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El CEO de Belo señala que una norma que no promueva la innovación “es un tiro en el pie”.
Si Argentina estableciera un marco legal para las operaciones con bitcoin (BTC) y criptomonedas dentro del territorio, el país podría convertirse en una referencia global para el ecosistema, partiendo de que, en esa nación, existe un alto nivel de adopción de criptoactivos.
A esa conclusión llegaron los directores ejecutivos de las plataformas de criptomonedas Belo y Lemon, Marcelo Cavazzoli y Manuel Beaudroit; junto al director de Negocio de Ripio, Juan José Méndez, durante su participación este 22 de junio en un panel del Modular Summit 2023, que se realizó en Buenos Aires, Argentina.
Durante la charla, enfocada en la adopción de criptomonedas en suelo argentino, el CEO de Lemon, Marcelo Cavazzoli, aseveró que, cuando existen normas claras para la industria, se facilita la captación de capital “para construir e innovar”.
Argumenta Cavazzoli que un marco regulatorio base “puede dar garantías” para los participantes de la industria de las criptomonedas en Argentina.
En su opinión, las reglas claras harían que el país “sea campeón del mundo”, como lo es actualmente en el fútbol profesional, pero en el negocio de las criptomonedas.
“La innovación del ecosistema de bitcoin es más viable en Argentina”
Manuel Beaudroit, CEO de Belo, comparte la idea de que en Argentina deben establecerse reglas para el mercado. Esto, partiendo de que en esa nación hay gente “que ya entiende cómo funcionan las criptomonedas”.
Aunque recordó que, incluso con la falta de normas, la innovación del ecosistema de bitcoin es más viable en suelo argentino que en otros países que cuentan con leyes establecidas. “Porque si una regulación no promueve la innovación y la competencia, es un tiro en el pie”, reflexionó.
En Argentina, la regulación del ecosistema de las criptomonedas no está todavía esclarecida. Existen algunas normativas para estos negocios, pero desde el Legislativo no se ha emitido todavía una ley enfocada en estos activos y su ecosistema.
Hasta ahora, lo único en debate es una modificación a la Ley de Lavado de Activos, la cual establece que todos los proveedores de servicios de criptoactivos pasen a ser sujetos obligados a registrarse ante el gobierno argentino, al tiempo que se ejerce control fiscal sobre el ecosistema.
Como la anterior, muchas de las normativas vigentes en Argentina han sido contrarias a la adopción. Hace poco, en mayo, el Banco Central de la República Argentina prohibió a las billeteras digitales de ese país que ofrezcan bitcoin y otras criptomonedas a sus clientes, como informó este medio.
Esta decisión fue ampliamente criticada por la comunidad de bitcoiners de Argentina, quienes expresaron que la medida “condena al atraso” al país suramericano.
En ese sentido, Juan José Méndez, el director de negocio de Ripio, apostó por una “regulación inteligente”. Por esa razón, recordó que esa empresa ha conversado con los diversos reguladores argentinos, argumentando ante ellos que laboran “desde la transparencia”.
“Un mercado que ya entiende las criptomonedas”
Marcelo Cavazzoli, el CEO de Lemon, aseveró que Argentina es uno de los países donde más se usan las criptomonedas. Contabilizó no menos de cinco millones de personas que holdean algún criptoactivo. Eso es cerca del 12% de la población total del país.
También dijo que 1 de cada 5 argentinos que trabajan tienen criptomonedas. “Y eso es una ventaja enorme. Es un mercado que ya entiende las criptomonedas”, precisó Cavazzoli.
Lo que dicen este especialista tiene sentido si se considera que Argentina ostenta actualmente el puesto número 13 del ranking global de adopción que lleva adelante la firma de análisis de cadenas de bloques, Chainalysis.
A eso se suma que el país suramericano ha recibido más de USD 100 mil millones en criptomonedas en un año, siendo el segundo país latinoamericano con mayor adopción de criptoactivos reportada.
En opinión similar a la de Cavazzoli, Manuel Beaudroit, CEO de Belo, aseguró que el mercado en general ha cambiado. Y, en ese sentido, en Argentina “hay mucha experimentación, con muchas empresas y proyectos” relacionados con criptoactivos que, sostiene, “no están en otros lugares”.
De acuerdo con Beaudroit, el segmento freelancer (trabajador remoto), que es “la nueva fuerza laboral”, puede llegar a ser un grupo que ayude a romper la barrera de no-adopción de criptomonedas. Esto último, porque “son gente que ya entiende cómo funciona el mundo de los criptoactivos”.