La Tecnología de Contabilidad Distribuida (DLT) sigue perfilándose como una prometedora herramienta para la ayuda humanitaria. En este sentido, el Estado de Bélgica donó 2 millones de euros para el financiamiento del proyecto Building Blocks del Programa Mundial de Alimentos (PMA), que busca optimizar la asistencia humanitaria y la transparencia de las donaciones realizadas a los refugiados sirios.
El anuncio fue realizado por el PMA, agencia que se dedica a proveer alimentos a poblaciones de refugiados y personas desplazadas, en un evento celebrado en la sede de la ONU en Nueva York, Estados Unidos, titulado Liderando la innovación para la acción humanitaria.
La presentación constató que los donativos del gobierno belga están dedicados a promover la investigación y desarrollo de soluciones blockchain, así como el uso de vehículos aéreos no tripulados (VANT), llevadas a cabo por el Programa Mundial de Alimentos.
Esta iniciativa busca utilizar las innovaciones tecnológicas para acentuar la lucha por la erradicación del hambre en el mundo. En el caso de la DLT destaca el proyecto Building Blocks, que se encuentra activo desde el pasado 2017 y podría ayudar a más de 10.000 refugiados sirios que se encuentran concentrados en el área de Jordania.
La iniciativa se encuentra basada en la blockchain de Ethereum y cuenta además con la colaboración de otras agencias de la ONU. Aunque la plataforma todavía se encuentra en formato piloto, actualmente permite realizar y verificar transferencias en efectivo desde un celular inteligente. De esta forma se ofrece más comodidad a los usuarios y se optimiza la eficiencia y transparencia en la cadena de suministro de donaciones.
La donación también beneficiará el desarrollo de un proyecto de drones que busca mejorar la capacidad y eficiencia de respuesta de la organización en caso de emergencias. En este sentido, el vehículo aéreo no tripulado permitirá recopilar datos, hacer análisis de daños, interpretar información y tomar fotos en alta resolución sobre un área topográfica.
En consonancia con esta visión, el vicepresidente Cooperación para el Desarrollo de Bélgica, Alexander De Croo, acotó que tiene una gran fe en los proyectos tecnológicos combinados con ayuda humanitaria, ya que según su punto de vista las «innovaciones salvan vidas»:
El desafío de alcanzar el Hambre Cero en 2030 es inmenso. Los trabajadores humanitarios deben buscar implacablemente formas de aprovechar las tecnologías digitales más prometedoras para que estén al servicio de las personas más vulnerables del mundo. Agradecemos a los socios comprometidos, como Bélgica, por ayudarnos a hacer justamente eso.
Rehan Asad
Jefe de Gabinete
Asad también comentó que, aunque erradicar el hambre en el mundo es un gran desafío, se pueden utilizar las tecnologías más prometedoras y novedosas para llevar a cabo la meta de Hambre Cero del programa y brindar de una mayor transparencia a la organización.
Este año, más de 128 millones de personas en todo el mundo necesitarán asistencia y protección humanitaria; esto es el triple de hace tres años. Solo al encontrar mejores formas de distribuir la ayuda de manera más eficiente cerraremos la brecha entre los requisitos y la entrega de ayuda en el terreno.
Rehan Asad
Jefe de Gabinete
La Organización de Naciones Unidas ya ha mostrado un gran interés por la Tecnología de Contabilidad Distribuida, perfilando a la mismas como una herramienta aliada para la ayuda humanitaria. De esta forma, han sido constantes los donativos y apoyos de países europeos para el desarrollo de herramientas DLT en conjunto con la ONU.
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