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En medio de pobreza y violencia, bitcoin surge como aliado en la lucha por un mejor Haití.
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El proyecto Yes, Bitcoin Haití está creando una nueva ciudadela.
La población de Haití está sumida en las adversidades de una crisis permanente. De alguna manera todos los residentes del país más pobre de Latinoamérica están marcados por los desafíos constantes que combinan la pobreza, la violencia y la inestabilidad política. Sin embargo, en medio de la incertidumbre, bitcoin (BTC) está apareciendo como un aliado, demostrando que puede impulsar la transformación con la que muchos sueñan.
Y, por supuesto que hay sueños en Haití, donde la mayoría vive en condiciones de pobreza extrema, lo que significa que muchas familias no pueden permitirse una alimentación nutritiva. El sustento diario a menudo se basa en trabajos informales y de subsistencia, como vender pequeños productos en la calle o trabajar en actividades agrícolas si tienen acceso a una tierra.
No obstante, salir de casa, es estar constantemente en alerta debido a la violencia de las pandillas que controla gran parte de las áreas urbanas. La posibilidad de ser víctimas de robos, secuestros o violencia directa es una realidad diaria.
Así que la vida en Haití es como permanecer en un campo de batalla, donde escasea la comida, así como los servicios básicos, incluidos el agua potable y la electricidad, lo que complica la vida cotidiana y afecta la salud, especialmente de los niños.
Adicionalmente, Haití es vulnerable a los desastres naturales, ya que el país se encuentra en el paso de los huracanes del Atlántico, por lo que ha sido víctima de las peores consecuencias de estos siniestros naturales.
Bitcoin un rayo de esperanza en el país más vulnerable de Latinoamérica
En la vida cotidiana de los haitianos, que enfrentan una constante lucha por la supervivencia en medio de adversidades históricas y contemporáneas que han sumido a la nación en una profunda crisis, un par de personas en la comuna de Saint Michel de l’Atalaye, situada a cuatro horas en vehículo de la capital, Puerto Príncipe, se unieron para desarrollar un proyecto de economía circular basado en bitcoin, denominado Yes, Bitcoin Haití.
La iniciativa, fundada en febrero de este año, se ha trazado la misión de transformar la economía local a través de la educación y adopción de bitcoin. Así que el proyecto avanza de la mano de Phanor Mendelking, un haitiano de 34 años que, tras ser desplazado por la violencia de pandillas, se inspiró en Bitcoin para ayudar a su comunidad. Ahora, Junto a un joven estudiante llamado Val Papouche, se proponen ofrecer educación en línea en todo el país.
Mendelking, conoció a Bitcoin guiado por su amigo estadounidense, Armand, quien lo educó sobre los fundamentos del dinero fíat, la inflación, los bancos centrales y el potencial liberador de la moneda creada por Satoshi Nakamoto. Ahora inspirado por este conocimiento y en medio del caos en curso en el que está sumido Haití, Phanor está convencido de que es momento de llevar el conocimiento sobre bitcoin a cada haitiano que habita en el país.
Para lograrlo Mendelking y Papouche se inscribieron en el Diplomado de Mi Primer Bitcoin y ahora trabajan en sus próximos planes: «Papouche tiene la intención de enseñar el Diploma de Bitcoin en la escuela primaria y secundaria de su madre, la Institución Mixta Marie-Rose Esteve», tal como se lee en la descripción del proyecto publicada en la plataforma de subvenciones para proyectos con bitcoin, Geyser Fund.
Hasta lo más pequeño ayuda para el renacer de Haití
Mendelking y Papouche tienen trazada la ruta de desarrollo de su proyecto y en ella tienen en cuenta reuniones comunitarias y talleres organizados en varios lugares de St Michel De L’Attalaye, donde distribuirán material educativo sobre bitcoin.
También contemplan sostener encuentros con empresas y escuelas y organizar reuniones con líderes locales en su casa para desarrollar estrategias de adopción de bitcoin para fortalecer de la economía circular de su zona.
Su plan recientemente recibió financiamiento la Fundación de Derechos Humanos (HRF, por sus siglas en inglés). Los fondos se destinarán a los salarios de los líderes del proyecto, la compra de equipos y la producción de materiales educativos.
De tal manera que, a medida que Mendelking y Papouche abren nuevas puertas hacia el conocimiento y la adopción de bitcoin, vale tener en cuenta que el dinero fíat está al borde del colapso y que lo que hoy están viviendo los haitianos, mañana esa realidad se puede extender por el mundo, un panorama sombrío donde bitcoin puede ser el único rayo de esperanza que se vea en el horizonte.