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El país está enseñando a sus jóvenes a cambiar su historia con tecnología financiera.
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Bitcoin diseña futuros, gracias a iniciativas como CUBO+.
En El Salvador, ahora la historia también se escribe con código y no solo con tinta. Viene sucediendo así desde 2021, cuando el país declaró a bitcoin (BTC) como moneda de curso legal y se convirtió en un faro de cambio tecnológico. Hoy, el país centroamericano es el epicentro de una nueva era digital, donde los jóvenes que alguna vez se marcharon por falta de oportunidades están regresando para ser parte de la nueva generación de tecnólogos que se está formando, como parte de una historia inédita.
En 2021, Bitcoin encendió una llama de innovación que ahora brilla en el ámbito educativo porque se enseña en las escuelas públicas y forma a jóvenes desarrolladores de aplicaciones (app) de bitcoin y Lightning Network a través del programa CUBO+. En el centro de esta transformación tecnológica está Mario Flamenco, un joven salvadoreño cuyo camino se cruzó con el programa a través de un curso intensivo de dos días liderado por Jimmy Song, un conocido educador en el ámbito de Bitcoin.
«Fui parte de la primera promoción del curso técnico aquí en El Salvador», comenta Mario, durante una entrevista exclusiva con CriptoNoticias, narrando el inicio de su fascinante viaje en el mundo de Bitcoin y el desarrollo de software. Hoy, 3 años después de haber dado sus primeros pasos para formarse como desarrollador, Flamenco es coordinador de CUBO+ donde guía a otros jóvenes a sumergirse en largas sesiones de codificación.
«Toda la comunidad de Bitcoin está muy interesada en El Salvador y eso nos motiva. Expertos como Adam Back, Jimmy Song, Peter Tood y otros, siempre dicen y tuitean que vienen a enseñar en CUBO+. Y cuando llegan, la oficina de inmigración les pregunta ¿Qué vienen a hacer a El Salvador?, a lo que ellos responden: yo soy profesor de CUBO+. Entonces, eso significa que El Salvador es una marca de prestigio en la industria de Bitcoin y en el mundo, porque significa mucho para todos ellos y, por supuesto, mucho para todos nosotros».
Mario Flamenco, coordinador de CUBO+.
Mario ve en CUBO+ más que un programa de aprendizaje. Para él es una puerta al futuro. «Mis expectativas son seguir creciendo en la industria, trabajar en alguna empresa y contribuir al código de Bitcoin,» expresa con un entusiasmo contagioso. La participación en eventos y talleres con personalidades reconocidas ha enriquecido su experiencia, ampliando sus horizontes y motivándolo a seguir aprendiendo.
El mismo entusiasmo se observa entre otros jóvenes. Precisamente la semana pasada, un grupo de 26 participantes, tanto salvadoreños como extranjeros, se sumergieron en un taller intensivo de desarrollo de Bitcoin. Once de estos jóvenes arribaron a El Salvador desde diversos rincones del mundo, atraídos por la oportunidad única que brinda un programa como CUBO.
Así que el bootcamp de desarrollo en Bitcoin, con Adam Back y Peter Todd, subraya el interés global que hay en la tecnología creada por Satoshi Nakamoto, y al mismo tiempo, también refleja cómo El Salvador se está posicionando como un centro de aprendizaje y desarrollo en el ámbito de las finanzas digitales. La diversidad de los participantes y su compromiso con el aprendizaje intensivo demuestran una creciente comunidad internacional que busca aprovechar las innovaciones y oportunidades que ofrece un país pequeño, pero gigante a la vez, por lo que está construyendo en la era digital.
El futuro se escribe en El Salvador y en código de Bitcoin
La reputación de El Salvador como un centro de innovación en activos digitales ha cruzado fronteras, atrayendo a estudiantes y profesionales de lugares tan distantes como Taiwán y África, quienes participan en eventos como Plan B Winter School (el bootcamp intensivo sobre desarrollo en Bitcoin, realizado la semana pasada en El Salvador), demostrando el atractivo global de esta revolución.
Sin embargo, no todo es fácil. Mario Flamenco señala desafíos significativos, especialmente en el acceso al conocimiento. «Aprender la importancia de la calidad es fundamental», señala, resaltando la relevancia que tiene trabajar con pasión en todo lo que hace, para que Latinoamérica pueda imponerse. Él destaca cómo CUBO+ y otras iniciativas están abordando barreras, proporcionando no solo educación técnica, sino también apoyo en el desarrollo integral de los jóvenes.
Esta visión de crecimiento y superación de obstáculos es lo que atrae a jóvenes como Josué Lara Bonilla de vuelta a sus raíces. Desde Europa, donde ha vivido los últimos años, Josué, un ingeniero informático de origen salvadoreño, encontró en Bitcoin una razón para volver a su país natal. En conversación exclusiva con CriptoNoticias, Josué compartió su viaje de descubrimiento y retorno.
Contó que actualmente reside en España después de haber estudiado y trabajado en Italia; se interesó en Bitcoin inicialmente por curiosidad y como una oportunidad de inversión con amigos. Sin embargo, su pasión se intensificó tras asistir a la primera conferencia sobre la moneda digital pionera celebrada en Lugano, Suiza, donde conoció a otros salvadoreños que le hablaron de las iniciativas que se estaban dando en su país.
El interés por Bitcoin de Josué no solo se quedó en el ámbito teórico; se convirtió en una oportunidad para aplicar al programa CUBO+. Aunque su participación en el programa fue inicialmente remota, debido a su residencia en Europa, Josué ahora planea regresar a El Salvador. «Me quiero regresar. De hecho, quiero volver a establecerme, vamos a ver cómo van las cosas», dice con esperanza, habiendo vivido en Italia y ahora en España por tres años.
«Este es un momento cálido en donde hay un terreno fértil que yo pienso aprovechar. Y si se da la oportunidad, pues ir más allá, porque ya tengo algunas ideas para emprender. Quiero ahora participar en un bootcamp sobre el protocolo Liquid. Siempre todo relacionado con Bitcoin, claramente, y de esa forma aporta en El Salvador».
Josué Lara Bonilla, estudiante del programa CUBO+.
La experiencia de aprender directamente de pioneros de la tecnología Bitcoin como Adam Back es para Josué una oportunidad invaluable. «Es una gran oportunidad de la que, sinceramente, estoy muy agradecido», concluye, enfatizando el potencial que ve para El Salvador en este momento de «euforia tecnológica».
Una nueva era de oportunidades
Jessica Zavaleta, una ingeniera de sistemas informáticos, dio el salto de trabajar en el desarrollo de videojuegos a convertirse en una entusiasta de Bitcoin e interesarse en su tecnología. Durante su conversación reciente con CriptoNoticias, la joven compartió su experiencia en el bootcamp de Bitcoin que se realizó en El Salvador y a través del cual cambió su perspectiva sobre tecnología y su carrera.
La adopción de bitcoin por El Salvador no solo fue un hecho económico para ella, sino un catalizador tecnológico y educativo. «Me llama muchísimo más la atención conocer no solamente lo que es Bitcoin y cómo está cambiando al mundo, sino también lo técnico», continúa, destacando su nuevo enfoque en la privacidad y el impacto global que está causando la moneda digital pionera.
Jessica, quien estudió en la Universidad de El Salvador y siempre ha vivido en el país, ve en esta nueva industria una oportunidad para crecer profesionalmente. «Mis expectativas realmente son seguir creciendo en la industria, poder optar en algún momento por trabajar en alguna empresa y poder contribuir en el código de Bitcoin», menciona con entusiasmo, habiendo ya participado en conferencias con figuras significativas como Adam Back, lo cual ha sido una gran fuente de inspiración para ella.
La adopción de bitcoin por parte de El Salvador está creando un ecosistema vibrante que atrae empresas de tecnología y también empodera a su juventud. Jessica también nos habló de otros proyectos como Node Nation, donde trabaja, y que ve como ejemplo claro del impacto que está generando Bitcoin en El Salvador. La iniciativa nació de la mano de otro joven salvadoreño que formó parte del grupo pionero formado en CUBO+ y que ahora se centra en el objetivo de enseñar tecnologías de Bitcoin en 30 escuelas públicas durante 2025.
«Es sorprendente ver cómo están surgiendo niños y jóvenes que ahora saben correr un nodo o usar bitcoin», observa Jessica, subrayando el potencial transformador de estas iniciativas.
«Ahora sé que hay muchas empresas que están llegando al país; por ejemplo, ayer tuvimos un workshop de JavaScript con una de ellas que nunca había escuchado y que me puse a investigar. Entonces estoy viendo que hay muchas más oportunidades, y yo creo que nosotros tenemos que buscarlas y tenemos que incluirnos, y lo más importante, pues aprender inglés para poder escalar más allá».
Jessica Zavaleta, estudiante de CUBO+.
Con historias como las de Mario Flamenco, Josué Lara Bonilla y Jessica Zavaleta, El Salvador reescribe su narrativa económica y tecnológica, y también está forjando un nuevo capítulo en la historia global de la innovación.
Este país, que una vez vio partir a sus jóvenes en busca de oportunidades, ahora los ve regresar, mientras se forman junto a los que permanecen en el país y a otros extranjeros, todos atraídos por el potencial de Bitcoin y las iniciativas educativas y empresariales que se están desarrollando. El Salvador se ha convertido en un modelo de cómo la tecnología puede transformar la economía de un país y las vidas de una generación entera, demostrando que en la era digital, bitcoin, el conocimiento y la innovación son el verdadero dinero de cambio.