Con el reciente anuncio del Gobierno de Venezuela, de anclar tanto los salarios como los precios de los productos y la tasa de cambio al activo digital petro, se marca un hito en el reconocimiento de las criptomonedas como unidades de cuenta. Sin embargo, se trata de un precedente lleno de opacidades a raรญz de las ambigรผedades que rodean al criptoactivo venezolano.
Una unidad de cuenta se entiende como una unidad estรกndar que se utiliza en las transacciones comerciales y la contabilidad, y sirve para establecer el precio de los bienes y servicios de la comunidad en la que se utiliza. Se trata de una de las caracterรญsticas del dinero que ha sido vista como difรญcil de adjudicar a las criptomonedas, debido a no solo a su volatilidad, sino a la fuerte tendencia existente en los paรญses de confiar en su moneda nativa fiduciaria como unidad de cuenta y como base para el establecimiento de las polรญticas monetarias.
Asรญ, las monedas fiat declaradas como moneda de curso legal tienden a ser las unidades de cuenta dominantes en sus respectivos paรญses. En base a ellas se establecen precios, pago de salarios, impuestos y demรกs obligaciones. Incluso, dado el poder econรณmico de Estados Unidos como potencia mundial, puede decirse que el dรณlar se ha convertido en una unidad de cuenta dominante en el mundo. Algo semejante ocurriรณ con el euro, una vez establecido como unidad de cuenta en paรญses de Europa.
Justamente, este nivel de confianza que la mayorรญa de las naciones pone en su moneda y el incentivo que la gente tiene para usar el dinero fiduciario, son algunas de las razones para que muchos expertos duden de las posibilidades de las criptomonedas para convertirse en unidades de cuenta. Una sentencia que tampoco puede tomarse como definitiva, si se consideran los niveles de adopciรณn y la popularidad que estรกn alcanzando los activos digitales.
Las posibilidades de sustituir al dinero fiduciario
Sobre estas probabilidades de que los criptoactivos se conviertan en unidades de cuenta, en un artรญculo publicado en Medium, el periodista Robert Cookson es uno de los que apoya la idea de que difรญcilmente los criptoactivos desplacen a las monedas fiduciarias, en โuna economรญa bien administradaโ.
Para Cookson solo en escenarios de desastre econรณmico -como las hiperinflaciones- podrรญa ocurrir una ยซhiperbitcoinizaciรณnยป (adopciรณn masiva), causando que toda la poblaciรณn pierda la fe en su moneda nacional y cambie al uso de bitcoin u otra criptomoneda, como base para toda su actividad econรณmica.
No obstante, organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) han publicado informes que seรฑalan lo contrario, tal como el estudio realizadoย en junio pasado por el subdirector del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital del FMI, Dong He, en el cual afirma que las criptomonedas llegarรกn a servir algรบn dรญa como medios de pago alternativo y posiblemente como unidades de cuenta, gracias a la innovaciรณn econรณmica continua que podrรญa, incluso, contrarrestar una de sus debilidades: la volatilidad.
Ante este futuro probable, el experto del FMI recomienda a los gobiernos la redefiniciรณn de las polรญticas monetarias por parte de los bancos centrales y la emisiรณn de criptomonedas estatales.
Las criptomonedas en escenarios inflacionarios
Tomando en cuenta los anteriores seรฑalamientos, parece ser que las crisis inflacionarias son el escenario donde actualmente los activos criptogrรกficos tienen mรกs probabilidades, a corto plazo, de adquirir mรกs peso que las monedas fiduciarias. Hasta ahora, los ejemplos mรกs recientes de paรญses con economรญas inflacionarias muestran que, ante el avance de la espiral inflacionaria, la poblaciรณn pierde la confianza en su moneda nativa y acude a otras divisas (sobre todo el dรณlar estadounidense) para utilizarlas como reserva de valor y unidades de cuenta.
Esto suele ocurrir en primera instancia de manera no oficial entre el pรบblico, pero existen situaciones en las cuales la divisa sustituta se establece finalmente como oficial. Casos como los de Ecuador y Zimbabue dan muestra de este hecho. En el primero se adoptรณ el dรณlar en el aรฑo 2000 ante la crisis inflacionaria que sufriรณ en los aรฑos 90 y que causรณ la devaluaciรณn del Sucre, su moneda nativa. Por su parte, el Gobierno de Zimbabue, ante una economรญa sumida en una hiperinflaciรณn, en 2015 autorizรณ la circulaciรณn del dรณlar estadounidense, el euro y el rand sudafricano.
En los รบltimos aรฑos, las criptomonedas han sido utilizadas por el pรบblico como una alternativa ante el dรณlar y otras divisas dominantes para sustituir a sus monedas fiat durante los perรญodos de inflaciรณn. Aun cuando no han sustituido hasta ahora al dinero fiduciario como unidades de cuenta, sรญ se estรกn convirtiendo en reserva de valor en las economรญas inflacionarias. Argentina y Venezuela son ejemplos de ello. Se trata de los paรญses suramericanos con los mayores รญndices inflacionarios de la regiรณn, donde ha cobrado auge la adopciรณn de bitcoin.
Visto de esta forma, el plan del Gobierno venezolano, de acudir a los criptoactivos como unidad de cuenta alterna, adquiere lรณgica y responde a una de las estrategias que muchos economistas recomiendan para enfrentar la hiperinflaciรณn, conocida como currency peg.ย Es una polรญtica cambiaria que asume un paรญs o gobierno mediante la cual se fija el tipo de cambio del banco central a la moneda de otro paรญs, pero que el caso venezolano recurre a un criptoactivo y no a una divisa extranjera.
El petro como nueva unidad de cuenta en Venezuela
Sobre las medidas anunciadas por el mandatario venezolano, Nicolรกs Maduro, que plantean el anclaje de la economรญa venezolana al petro y el establecimiento del criptoactivo como nueva unidad de cuenta, el economista Giorgio Cunto analiza las posibilidades de uso, en especรญfico, de este activo digital como unidad de cuenta. Al respecto, seรฑala que el petro es un ancla inherentemente cuestionable desde toda perspectiva en que se analice.
La debilidad del petro como ancla corresponde a la opacidad con la cual la supuesta moneda funciona. En principio, todavรญa no se tienen claras sus reglas de emisiรณn, ni los mecanismos para obtener y transar con petros: elementos esenciales para generar un nivel mรญnimo de confianza en su uso.
Giorgio Cunto
Economista
El economista agrega que no se puede constatar el valor del petro, aun cuando se diga que su precio equivale al del barril de petrรณleo, acotando que si esa equivalencia fuese real existieran mecanismos para cambiar petros por barriles. A ello suma que las reservas petroleras seรฑaladas como respaldo (5.300 millones de barriles de petrรณleo ubicados en el Bloque Ayacucho de la Faja petrolรญfera del Orinoco, en Venezuela) actualmente carecen de valor, por estar en el subsuelo sin ser extraรญdas y por la caรญda de la producciรณn petrolera venezolana.
Concluye que para que un ancla nominal sea exitosa, debe vincularse con la credibilidad de una moneda o activo, externo a quien realiza el anclaje, lo que no ocurre con la paridad petro/bolรญvar, pues el gobierno venezolano estรก anclando una moneda en hiperinflaciรณn, el bolรญvar, a otra moneda prรกcticamente inexistente, el petro, ยซambasย manejadas discrecionalmente por las mismas autoridadesโ.
Estos cuestionamientos pueden relacionarse con el anรกlisis publicado en julio pasado en CriptoNoticias, en el cual se exponen las dificultades para encajar el petro en el concepto de criptomoneda estable o stablecoin. Sobre ello se cita que no existen elementos que permitan demostrar, validar y hacer auditorรญa del producto de respaldo del petro como activo digital (el petrรณleo), lo cual es una condiciรณn indispensable que define a las stablecoins, como el tether o mรกs especรญficamente el Digix Gold (DGX), un token que equivale a 1 gramo de oro, aprobado por 99.99% de fundiciรณn de oro de las refinerรญas de la London Bullion Market Association (LBMA).
De esta manera, la estrategia del Gobierno venezolano para estabilizar y recuperar la economรญa venezolana, y superar la espiral hiperinflacionaria, luce ambigua, pues se oficializa en el paรญs caribeรฑo una nueva unidad de cuenta que no solamente no tiene un respaldo auditable que verifique su valor, sino que no es tangible como medio de pago. El criptoactivo tampoco ha sido emitido, ni se ofrece para intercambio en casas de cambio y ademรกs, la poblaciรณn en general no puede acceder a la oferta del token con bolรญvares.
Asimismo, el petro no tiene reconocimiento internacional, debido a las sanciones impuestas por el Departamento del Tesoro estadounidense. La รบnica excepciรณn en este sentido es el banco ruso Evrofinance Mosnarbank, el cual desafiรณ las sanciones impuestas por el Gobierno de Estados Unidos y se ha convertido en la รบnica instituciรณn financiera que procesa la compra del petro. No obstante, el 49% de la acciones de esta entidad son propiedad del Gobierno de Venezuela desde el รบltimo periodo del expresidente Hugo Chรกvez, en 2011, cuando fueron compradas a nombre del Fondo Nacional para el Desarrollo Nacional (FONDEN). La propiedad se comparte con dos compaรฑรญas financieras controladas por el gobierno ruso, las cuales tambiรฉn han sido sancionadas por vinculaciones con el conflicto armado de Crimea en 2014.
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