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Ofrece a sus futuros habitantes la oportunidad de obtener la ciudadanía del Estado de Satoshi.
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La empresa detrás de la iniciativa entregaría una extensión de tierra a los futuros habitantes.
La isla Lataro es un lugar paradisíaco de 3.000 kilómetros cuadrados ubicada en el archipiélago de Vanuatu, cercano a Australia en el océano Pacífico Sur. Este territorio insular privado recientemente cambió de nombre, y ahora se llama Satoshi, en honor al creador de Bitcoin.
Sus dueños quieren convertir el islote en la capital mundial de Bitcoin, con una economía centrada en la pionera de las criptomonedas y un sistema de gobierno regido por una Organización Autónoma Descentralizada o DAO. Un lugar especialmente diseñado para atraer a entusiastas de las criptomonedas y a profesionales de la industria de los criptoactivos de todo el mundo.
En la isla Satoshi se reconocen las criptomonedas como única expresión monetaria, señala un documento en el que se presenta el proyecto que espera dar la bienvenida a sus primeros habitantes durante el cuarto trimestre de este año.
“Vivir, trabajar y visitar la isla Satoshi será una experiencia como ninguna otra. La industria tecnológica tiene Silicon Valley, la industria del entretenimiento tiene Los Ángeles y pronto la comunidad cripto tendrá su propia meca”.
James Law, arquitecto jefe de la isla Satoshi.
La primera etapa de desarrollo de la isla ya se ha completado, así que por ahora cuenta con varias villas tradicionales de estilo isleño y un centro de relajación. Sin embargo, los planes apuntan hacia la consolidación de un ambicioso proyecto que incluye la construcción de casas inteligentes modulares llamadas «Módulos de la isla Satoshi».
Se buscan bitcoiners para poblar la paradisíaca isla del Pacífico Sur
La isla privada se presenta como perteneciente al grupo de gestión de fondos igualmente privado Satoshi Island Limited, del cual no se menciona evidencia de que existe legalmente, ni jurisdicción donde se habría registrado.
La iniciativa estaría respaldada por el Ministerio de Finanzas de Vanuatu, pero recientemente el gobierno emitió una declaración pública afirmando que el proyecto está violando sus reglas, aunque Satoshi Island Limited asegura que se trata de un malentendido.
Mientras tanto, la isla Satoshi está en la búsqueda de entusiastas de las criptomonedas y representantes de empresas de la industria a quienes les entregaría una subvención de una extensión de tierra. En el lugar podrán construir casas privadas o complejos de apartamentos y elegir residir en ellos o arrendarlos a otros posibles isleños, como lo detallan en una publicación en medium.
“Las subvenciones de la isla Satoshi se otorgan a personas y organizaciones que han tenido un impacto significativo en la industria de las criptomonedas y NFT. Las subvenciones están diseñadas para recompensar la excelencia y la dedicación asegurando el lugar de los beneficiarios en la historia de la isla Satoshi”.
Publicación de Satoshi Island Limited.
Quienes estén interesados en recibir una subvención podrán postularse para ser evaluados por el grupo de gestión de fondos del proyecto. Las tierras están disponibles para 21 organizaciones de la industria de las cadenas de bloques que hayan generado un impacto positivo en el sector.
También hay 21 terrenos disponibles para influencers del ecosistema de las criptomonedas que estén interesados en tener una casa en la isla. «Esta subvención está diseñada para personas que tienen un conocimiento comprobado de la industria, así como una comunidad sólida detrás de ellos», señala el grupo detrás del proyecto.
Igualmente hay 21 terrenos disponibles para artistas digitales y otros con proyectos reconocidos por la comunidad del entorno de los tokens no fungibles (NFT).
El Bitcoin Park, ubicado en el centro de la isla, cuenta con un área especial para grandes eventos del ecosistema de las criptomonedas, así que las empresas interesadas pueden solicitar una subvención. Con ello, podrán tener acceso absoluto al espacio una vez al año, sin tener que pagar tarifas y reservándose el 100% de la venta de entradas.
Estas tierras de la Isla Satoshi serán convertibles en un token de propiedad no fungible (NFPT) y el titular deberá seguir los pasos para transformar este título de propiedad digital en uno de propiedad tradicional, inscrito en el registro de Vanuatu, agrega la empresa en su presentación.
Por otro lado, es de destacar que aparte de la información, bastante bien presentada, compartida en el sitio oficial, hay muy pocos elementos para construir una visión objetiva de la verdadera viabilidad del proyecto.
Una nación por sus propios ciudadanos
La empresa detrás de la isla Satoshi asegura que su territorio será gobernado por sus residentes bajo un sistema de gobernanza similar al de una DAO. Aunque no detalla cómo será en sí lo que llaman «una democracia construida sobre una cadena de bloques». Solo agrega que «los representantes del pueblo serán elegidos de manera justa y transparente y todos los isleños de Satoshi tendrán la oportunidad de expresar su opinión. Un NFT, un voto».
La isla también ofrece a sus futuros habitantes la oportunidad de obtener la ciudadanía del territorio de Satoshi, la cual recibirían en formato NFT, con ventajas y derechos exclusivos de un Estado defensor de las criptomonedas.
La isla Satoshi intenta atraer a los bitcoiners hacia su territorio, tanto como Bitcoin City, anunciada el pasado mes de noviembre por el presidente de El Salvador Nayib Bukele, tal como lo reseñó CriptoNoticias. Pretende ser la primera ciudad bitcoiner del mundo y además estará alimentada por energía geotérmica y será casi libre de impuestos.
Desde hace varios años, los bitcoiners persiguen el sueño de vivir en un territorio basado en un sistema financiero en el que Bitcoin sea el rey.
Esa idea nació como un cuento de fantasía conocido como The Citadel o La Ciudadela de Bitcoin que surgió por primera vez como una publicación irónica en Reddit donde un supuesto viajero en el tiempo del año 2025 había regresado hasta el año 2013 para advertir a los bitcoiners sobre cómo sería el futuro.
Lo que estaba por venir era un mundo en el que la mayoría de los gobiernos del planeta habían dejado de existir debido a la falta de capacidad para recaudar impuestos y fue entonces cuando la humanidad adoptó a la reina de las criptomonedas.
Hasta ahora, la idea de escapar del control de los Estados, acorde con la filosofía de Bitcoin, sigue siendo un sueño para los bitcoiners del planeta ya que, si bien, están surgiendo varias iniciativas que se centran en una línea ideológica libertaria, todavía ninguna de ellas ha cristalizado.