Bitcoin es una criptomoneda que funciona con sistema p2p tal cual como funciona BitTorrent. Para los que conozcan del tema, esto es como decir que “el agua es líquida”. Para los que no estén tan familiarizados con ello, significa que está sustentado sobre una red de pares, donde todos los nodos que la componen son iguales entre sí. Este carácter descentralizado es la gran característica del Bitcoin y uno de sus elementos más valorados.
“Bitcoin es seguro porque está descentralizado. No obstante, para protegerte de posibles hacks, puedes crear backups y hacer vaults o cajas fuertes” señala Ludwig Laborda, quien es investigador de Es Libertad, una organización que busca divulgar el conocimiento económico.
Tales atributos han hecho que Bitcoin se popularizara en un país como Venezuela y, de hecho, es una alternativa económica consolidada. No en vano, cuenta con una creciente comunidad de usuarios radicada en dicha nación. Sobra decir que es además una herramienta idónea para esa afición muy venezolana de comprar productos en portales web como Amazon. Se trata pues de una herramienta que muchos en el país usan pero que no es algo «mainstream» y que, lejos de ello, pasa desapercibido para muchos, aunque no por esta razón deja de tener una relevancia notoria.
¿Impacto?
¿Puede una moneda electrónica afectar la economía? Respuesta: sí que puede y lo está haciendo. Según David López, en un artículo publicado en Prodavinci, con bitcoin se pueden “pagar pasajes en Expedia, comprar computadoras en Dell.com o newegg.com, muebles y artículos para la casa en Overstock.com y hasta comprar directamente en amazon.com”. Tampoco hay que dejar de señalar que la polémica moneda digital también puede cambiarse a una moneda tradicional. “El dinero electrónico se convierte real cuando alguien quiere comprarte bitcoins o cuando uno compra bitcoins con bolívares en localbitcoins.com. También puede hacerlo por Surbitcoin” señala Ludwig Laborda.
El economista e investigador de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y la Universidad Central de Venezuela (UCV), Aarón Olmos, asegura que “Bitcoin tiene un impacto en la economía, en el sentido de que puede convertirse en dinero tangible, físico, en una moneda tradicional. Ello de por sí implica que sí afecta al mercado”. Olmos, además señala que: “cada vez hay más comercios en el mundo que aceptan a Bitcoin como instrumento de pago. En Estados Unidos esto se está volviendo tan frecuente que la Reserva Federal ya emitió un documento al respecto” y señala una curiosidad: “hay comercios en Valencia, aquí en Venezuela que están comenzando a aceptar bitcoins como medio de pago”.
Sólo para reforzar la avasallante fuerza que tiene esta moneda electrónica, vale la pena destacar que actualmente hay más de 15 millones de bitcoins en todo el mundo, con un valor mayor a 6,5 billones de dólares, de acuerdo con la popular plataforma de carteras: Blockchain,info.
¿Por qué es tan atractivo en Venezuela?
Bitcoin tiene muchas características que lo hacen atractivo. Pero en Venezuela, la principal es sin duda que el control de cambio no lo afecta. Y es que para un venezolano que nota cómo el Bolívar se devalúa todos los días frente al Dólar y al Euro, tener una moneda electrónica que puedes intercambiar por esas monedas u otros bienes resulta una opción deseable.
Una moneda que no tiene Banco Central, que no tiene políticas monetarias centrales sino reglas, que es válida en muchos países y que puede ser intercambiada por distintas monedas, físicas o digitales; podría ser considerada como el epítome del liberalismo, el máximo deseo de lo que puede representar la libertad económica. De hecho, según el investigador de Es Libertad, Ludwig Laborda, es más que eso: es una herramienta para hacer valer la libertad económica. “En un país como el venezolano, con controles de cambio, el Bitcoin ayuda a poder adquirir divisas o para comprar bienes y servicios afuera. Es una alternativa para protegerse de la inflación y una herramienta de estabilidad económica”.
Adicionalmente, para “minar” bitcoins, es decir, ser un gestor que verifica transacciones y genera dinero electrónico, se requiere de un sistema informático que consume gran cantidad de electricidad. En Venezuela, conseguir el equipo es costoso pero la electricidad es barata, lo cual significa que los venezolanos tienen una ventaja competitiva.
Todo esto se mantiene a pesar de la alta volatilidad de la propia moneda digital que puede experimentar grandes alzas (como su continuo crecimiento entre 2011 y 2013) y grandes caídas como la que sufrió en 2014, cuando el precio de un bitcoin cayó un 70%. ¿Por qué sigue siendo atractivo con tales datos? Sencillo: por lo menos en Venezuela, el propio bolívar se ha desplomado casi un 110% frente al dólar (entre 2015 y 2016) rompiendo este febrero de 2016 la barrera de los Bs. 1000 por dólar.