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La Fundación Solana anunció la colaboración con una empresa especializada en cuántica.
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El algoritmo de Shor podría afectar la criptografía que protege las firmas digitales en Solana.
La Fundación Solana anunció el 16 de diciembre una colaboración con la compañía Project Eleven para preparar a la red frente a los riesgos que podría introducir la computación cuántica en el futuro.
Project Eleven es una empresa y laboratorio especializado en la intersección entre computación cuántica y criptografía, con un enfoque principal en la seguridad para activos digitales.
Como parte del trabajo con la Fundación Solana, Project Eleven desplegó un sistema de firmas postcuánticas en una red de prueba (testnet) de Solana, «demostrando que las transacciones cuántico-resistentes de extremo a extremo son prácticas y escalables».
Eso significa que Project Eleven adaptó el proceso completo de una transacción (desde la firma realizada por el usuario hasta su validación en la red) para que utilice algoritmos criptográficos diseñados para resistir ataques de ordenadores cuánticos.
Al hacerlo en una testnet, demostraron que estas firmas pueden integrarse sin frenar la velocidad, la confirmación ni la capacidad de escalar la red.
En adición, el equipo de Project Eleven informó ese mismo día que lideró una evaluación completa de riesgos sobre cómo los avances en computación cuántica podrían afectar la infraestructura central de Solana.
Esa evaluación involucró desde wallets de los usuarios, la seguridad de los validadores y los supuestos criptográficos de largo plazo que sostienen a la red.
Nuestra misión es proteger los activos digitales del mundo frente al riesgo cuántico.
Alex Pruden, director ejecutivo de Project Eleven.
¿Por qué la computación cuántica representa un riesgo para Solana y otras redes?
Solana, al igual que otras redes como Bitcoin o Ethereum, emplea en su red criptografía de curva elíptica (ECC).
En ese sentido, CriptoNoticias reportó que, dados los niveles de estructuras de Bitcoin y de Ethereum, está última tiene más complejidades a la hora de defenderse de un presunto ataque con cuántica.
En el caso puntual de Solana, usa la variante de ECC conocida como Ed25519 en las firmas digitales de las transacciones. Este esquema criptográfico es un método matemático que permite verificar la autenticidad de una transacción sin revelar la clave privada del usuario.
En un escenario teórico y con computadoras cuánticas suficientemente avanzadas, algoritmos como el de Shor podrían romper este tipo de criptografía.
En términos prácticos, un atacante cuántico podría derivar una clave privada a partir de una clave pública ya expuesta en la red. Con esa clave privada, sería posible firmar transacciones falsas y transferir fondos sin autorización del propietario legítimo.
No obstante, esa circunstancia aún parece lejana.
Finalmente, esta iniciativa se suma a otra ya existente, que propone en Solana utilizar un sistema de firmas con funciones hash para las transacciones, que sería resistente a ataques cuánticos, como lo informó CriptoNoticias.



