Las primeras secuencias del genoma humano se obtuvieron en 2001 a un costo de 3 millardos de dólares. Hoy, con el progreso de la capacidad de cómputo, cualquier persona puede obtener su genoma secuenciado por unos mil dólares, pero en pocos años podría costar menos de $100.
Con el uso de la tecnología blockchain, no sólo los interesados podrían ser subsidiados y obtener esa secuencia de forma gratuita, sino que los legítimos dueños de esos datos genéticos pueden compartir esa información -y cobrar por ello- con los laboratorios farmacéuticos que realizan investigaciones del genoma para prevenir o erradicar enfermedades.
La idea la llevó a la práctica el doctor George Church, experto genetista de Harvard, que con su compañía Nebula se propone bajar los costos de la obtención de las secuencias, fortalecer la seguridad de esos datos y permitir a los compradores, los laboratorios de investigación genética, adquirir esa data, todo esto a través de la descentralización, la criptografía y la tecnología blockchain.
Después de la obtención de la secuencia del genoma humano, surgieron compañías como 23andME, Helix, o Ancestry.com, que además de cobrar $1.000 por el procedimiento, hacen firmar al cliente un acuerdo que cede a esas compañías la propiedad de esos datos. Nebula, en cambio, quiere facilitar el procesamiento del genoma de las personas y darle todos los derechos sobre esa información. En la actualidad, os laboratorios compran estos datos de empresas como 23andME, que reciben millones de dólares por ese concepto.
En el Libro Blanco publicado este miércoles, Nebula dice que quiere eliminar esos intermediarios, de modo que las personas puedan vender sus propios datos a laboratorios y otros potenciales compradores, ya que mientras más diversidad de datos genéticos se procesan pueden extraerse más y mejores conclusiones sobre el control de las enfermedades.
En la ilustración siguiente se aprecian los detalles de la red de Nebula, que se compone de nodos de vendedores, nodos de compradores, nodos de cómputo seguro y los servidores de la compañía.
Los compañías farmacéuticas o laboratorios de investigación, se especifica en el Libro Blanco de Nebula, compran acceso a los datos genómicos personales, a través de Contratos Inteligentes de Ethereum y los dueños de los datos reciben tokens, mientras que sus datos se transfieren a nodos de cómputo para su procesamiento seguro.
La red de Nebula está construida sobre Blockstack, una plataforma que implementa DNS descentralizado y que utiliza la blockchain Ethereum para registrar datos.
El año pasado, el proyecto Encrypgen creó una aplicación para procesar información genómica biológica en una blockchain, de manera que instituciones de investigación, universidades y compañías farmacéuticas pudieran disponer de datos almacenados de manera segura.
El objetivo de Nebula es promover investigaciones independientes en círculos académicos a través del subsidio de la compra de datos, mediante un contrato inteligente, que a su vez genera una transferencia de un token, desde los servidores de Nebula a los nodos de los dueños de los datos, cada vez que un comprador calificado compra datos.