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Entre las funcionalidades a prueba se halla un nuevo algoritmo de consenso.
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Los usuarios podrán tokenizar activos físicos utilizando el token de IOTA.
Como parte del proceso para el desarrollo de la futura actualización de su red principal, la Fundación IOTA anuncia la puesta en marcha de una nueva red de pruebas (testnet) llamada Pollen.
«Pollen marca el comienzo del primer libro mayor distribuido verdaderamente descentralizado, escalable y sin costo», expresa el equipo de IOTA en una publicación de este 30 de junio.
Explican que la testnet representa la primera de tres fases que se contemplan para el lanzamiento de Coordicide (IOTA 2.0), estando identificadas las fases siguientes como Nectar y Honey. «Estas tres fases reflejarán hitos importantes y marcarán períodos de prueba previo a la implementación de Coordicide», aseguran.
Según el equipo de IOTA al descargar la nueva versión de la red para pruebas públicas se sustituye la versión alfa interna anterior (GoShimmer v0.1.3). Pollen se define como un banco de pruebas de investigación en rápido desarrollo , «donde la comunidad, los investigadores y los ingenieros pueden probar y validar los conceptos de IOTA 2.0».
El objetivo final es eliminar de la red la figura del coordinador (coodinator) para construir una plataforma descentralizada funcional sin coordinadores. Vale recordar que actualmente la red se encuentra administrada por un nodo coordinador que se encarga de evitar ataques maliciosos a la red emitiendo lo que denominan como «milestones» (transacciones confirmadas). Se trata de una aplicación que es administrada por la Fundación IOTA.
Mientras este coordinador se mantenga activo, los nodos de la red únicamente validarán aquellas transacciones que hayan sido referenciadas previamente por estas «milestones».
La eliminación de la figura de este coordinator estaba prevista para diciembre de 2018, tal como lo reseño CriptoNoticias el año pasado. Sin embargo, la Fundación IOTA estableció que el coordinador no podrá desaparecer de la red hasta tanto no se obtenga «la adopción necesaria para mantener la red segura de forma 100% descentralizada», lo que prevén ocurrirá cuando IOTA esté lo suficientemente madura. Por ello han seguido optando por estas fases de prueba.
Para avanzar hacia esta nueva forma de consenso, Pollen incorpora un nuevo algoritmo para el «consenso probabilístico rápido» (FPC). El mismo está basado en una investigación realizada en 2019 por los profesores Serguei Popov y William J Buchanan, de la Universidad de Cornell en Estados Unidos.
El estudio propone un nuevo protocolo sin líder «con una baja complejidad comunicacional» a fin de que un conjunto de nodos pueda llegar a un consenso «sobre un valor de un solo bit». De esta forma, se espera que el protocolo Tangle de IOTA (sin el coordinador) pueda manejar transacciones conflictivas durante un corto período de tiempo.
Tokenización de activos
Otra de las funcionalidades que se someterán a prueba a través de Pollen son las transacciones de valor. Con ellas, los participantes «pueden usar un faucet automatizado para recibir tokens, enviar transacciones de valor (a través de una cartera) y probar la resolución de conflictos en la red», de acuerdo a lo que aclara el comunicado.
Adicionalmente, se podrán tokenizar activos físicos utilizando los tokens de IOTA. De esta forma edificios, dispositivos para Internet de las cosas (IoT) y hasta el capital de una empresa podrán tener una representación de valor en tokens. También se podrán implementar contratos inteligentes y aplicaciones descentralizadas sin comisiones. Aunque en este caso no queda claro cómo evitarán el spam si no se cobran tales tarifas.
El equipo de IOTA acota que se enfocarán en evaluar el comportamiento general de la tesnet más que su rendimiento y la experiencia del usuario. Trabajarán luego en las optimizaciones que sean necesarias. Recuerdan, por tanto, que muchos de los componentes que se introducen ahora para prueba, apenas «están en pañales».