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El almacenamiento descentralizado puede ser más barato y seguro para usuarios y compañías.
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Todavía hay barreras técnicas, como la calidad, interoperabilidad y usabilidad de los servicios.
Cada día es más común para los usuarios de internet guardar archivos e información personal o empresarial en la nube. Ahora bien, en los próximos años podría darse un movimiento de los servidores de empresas que brindan estos servicios hacia un esquema más descentralizado basado en la web3, dice un informe.
¿Y qué es la web3? Se utiliza este término para definir a un nuevo modelo de internet basado en blockchains en las que el usuario no solo interactúa con el contenido como en la web2 (como en las plataformas de redes sociales) sino que además es dueño de lo que genera. La descentralización y la economía de tokens son aspectos claves de esta nueva forma de organización en línea.
Siguiendo este modelo, el almacenamiento de datos descentralizado se apoya en «una red Peer-to-Peer (entre pares o P2P) entre usuarios y operadores que conservan una porción del total de los datos, de modo que crean un sistema de almacenamiento de datos compartido y resiliente», detalla el documento.
El informe en cuestión se denomina An Honest Report on Web3 Data & Storage («Un informe honesto sobre almacenamiento y datos en la web3») y lo elaboró Catrina Wang, gestora de capital de inversión en web3 y líder de relaciones con el ecosistema en Penn Blockchain, iniciativa educativa de la Universidad de Pennsylvania. Para recabar información, entrevistó a más de 50 profesionales del sector, según describe.
En el documento, se comparan las características del almacenamiento de datos descentralizado y el centralizado. Además, la autora analiza los desafíos que supone el paso a las nuevas metodologías.
Lo bueno y lo malo del modelo centralizado
El almacenamiento de datos centralizado, el que proveen compañías como Google o Amazon Web Services (AWS), tiene la ventaja de estar operativo desde hace muchos años, de integrarse con muchas aplicaciones y de proveer una experiencia de usuario sencilla.
Sin embargo, estas soluciones suelen ser costosas, la migración de ellas puede ser difícil y, lo que es más importante, representan un punto de falla único que puede ser vulnerado y generar la pérdida de datos. En síntesis, usarlos implica confiar plenamente en un tercero.
Por su parte, el almacenamiento descentralizado es más barato, seguro (porque no tiene un único punto de falla), privado, fácil de mover y resistente a la censura, dice el informe. Todos estos beneficios se relacionan con el uso de múltiples servidores distribuidos geográficamente, en lugar de usar uno solo.
No obstante, esta nueva modalidad de almacenamiento también conlleva sus dificultades y tiene cuestiones por solucionar para lograr una adopción mayor. La autora los divide en desafíos técnicos y desafíos relacionados con el público.
Desafíos técnicos para el almacenamiento de datos descentralizado
Una de las primeras dificultades que se enumeran en el informe tiene que ver con la calidad del servicio. Esta puede variar según la conexión a internet que posean los servidores. De este modo, se complicaría establecer un acuerdo de calidad del servicio estandarizado.
Esta variación según las condiciones de los encargados de que la red funcione es algo que ha pasado, por ejemplo, con la minería de Bitcoin. En Estados Unidos, unos 300.000 mineros debieron desconectarse a causa de una ola de calor que aumentó el consumo eléctrico en la red, como informó CriptoNoticias.
Además, la interoperabilidad puede ser otro obstáculo. Esta es necesaria tanto entre las diferentes soluciones de almacenamiento en capas principales (L1) como entre los proveedores de almacenamiento en web2 y web3.
Asimismo, se debe considerar que «el almacenamiento es solo un componente de los servicios en la nube», detalla Catrina Wang. Empresas como Amazon Web Services brindan muchas otras herramientas de analíticas, front-end y más integraciones que en la web3 todavía no se han desarrollado.
Uno de los últimos dos obstáculos es la desconexión con los servidores que se usan actualmente. Si no se tiene la posibilidad de integrar los sistemas centralizados y descentralizados para buscar información, la adopción a nivel empresarial es más difícil.
El desafío restante se vincula con los desarrolladores. En este sentido, se explica que aquellos que no están especializados en web3 no cuentan con kits de desarrollo de software estandarizados para crear aplicaciones con base en el almacenamiento descentralizado. Además, la experiencia de usuario en web3 aún es «rudimentaria» tanto para desarrolladores como para usuarios, se comenta.
Desafíos para las personas
«A nadie lo despiden por elegir AWS», asegura Wang en su informe, citando a un especialista del sector de servicios de almacenamiento descentralizados. Con estas palabras, refleja el hecho de que lleva tiempo para que el público adopte tecnologías innovadoras, las cuales además suponen un riesgo que no todos están dispuestos a aceptar.
También los costos y demoras de la migración de datos de los servidores centralizados puede jugar en contra de este cambio. Aunque estos costos no «aplican necesariamente» al almacenamiento descentralizado, las empresas podrían disuadirse de usar estos servicios por este motivo.
Existen otros mitos relativos a este tipo de almacenamiento. Uno es la posibilidad de perder datos, que según el informe citado es «astronómicamente pequeña», y ciertos riesgos de privacidad y seguridad, que en realidad es «comparable con la de los proveedores que se usan en la actualidad».
Finalmente, se cita también la falta de conocimiento en el público con respecto a este tipo de almacenamiento y algunas complicaciones regulatorias como otros desafíos que se deberán afrontar al promover este tipo de servicios. Con respecto a las regulaciones, algunas empresas están obligadas por ley a especificar dónde almacenan sus datos, se explica.