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La IA de X habló de cúbits, algoritmos cuánticos y puso en números la amenaza cuántica a Bitcoin.
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La computación cuántica podría, en teoría, romper los cifrados de seguridad de Bitcoin.
IBM anunció que su procesador cuántico Quantum Nighthawk estará listo en 2025 y mostró una hoja de ruta ambiciosa sobre los próximos pasos que piensa dar en computación cuántica. Un día después, Elon Musk reaccionó desde su cuenta de X.
Lo hizo con una pregunta dirigida a Grok, la inteligencia artificial que opera dentro de esa red social y que él mismo impulsó: “Grok, estimá la probabilidad de que la computación cuántica rompa SHA-256”.
La pregunta tiene peso. SHA-256 es el algoritmo guardián que protege la minería de Bitcoin desde sus inicios. Es el encargado de transformar los datos de la red en códigos cifrados que no se pueden descifrar (al menos por ahora con computadoras clásicas).
Pero algunos teóricos sostienen que una computadora cuántica podría hacerle frente, usando el llamado algoritmo de Grover, que reduciría esta dificultad… aunque no tan fácilmente.
“Bitcoin sigue seguro, por ahora”, dice Grok
La respuesta de Grok fue directa:
«Según evaluaciones de 2025 del NIST, IBM y encuestas a expertos, la probabilidad de que la computación cuántica rompa SHA-256 (con el algoritmo de Grover) es cercana al 0% en los próximos 5 años y menor al 10% para 2035. Hace falta millones de cúbits con corrección de errores; hoy como mucho se llega a unos 1.000, y ni siquiera estables. El hash de Bitcoin sigue seguro por ahora».
Seguidamente, ante un nuevo comentario de Musk en el que dejó una expresión suspicaz «hmm», Grok amplió su respuesta:
«¿Querés una curiosidad? Según los informes más recientes, para romper SHA-256 harían falta alrededor de un billón (10^12) de cúbits físicos para aplicar corrección de errores. Hoy el máximo está en mil, y ni siquiera son confiables. La probabilidad de que eso pase antes de 2030 es menor al 1%, según los expertos. Bitcoin está a salvo por ahora».
En otras palabras: no es que no se pueda romper nunca, pero no va a pasar mañana. Para que eso ocurra se necesita un salto tecnológico, que todavía pareciera estar lejos.
¿Paranoia o interés genuino por la seguridad de Bitcoin?
Que Musk haya hecho esta pregunta no deja de llamar la atención. Más aún teniendo en cuenta su preferencia declarada por dogecoin, una criptomoneda que, por cierto, usa el algoritmo Scrypt y no SHA-256.
Pero en este caso, el foco está puesto en Bitcoin, el protocolo más robusto del ecosistema. Y es lógico: si se llega a romper SHA-256, no solo Bitcoin estaría en problemas, sino también muchas otras tecnologías que dependen de este tipo de seguridad criptográfica.
Ahora bien, ¿tiene sentido preocuparse por esto? La respuesta es que sí… pero no demasiado todavía. Aunque Grok es una IA y puede estar influida por los datos que circulan en X o tener información desactualizada, sus cálculos coinciden bastante con lo que viene reportando CriptoNoticias.
Por ejemplo, Adam Back, CEO de Blockstream, los analistas de Bernstein Research y varios estudios técnicos reunidos coinciden en que, tanto en lo que respecta al algoritmo SHA-256 como al sistema de firmas ECDSA (Algoritmo de Firma Digital de Curva Elíptica), la amenaza cuántica está al menos a una o dos décadas de distancia.
Adicionalmente, al tiempo que IBM y la compañía IonQ presentaron sus avances cuánticos en 11 de junio pasado, el debate resurgió sobre la presunta peligrosidad de la computación cuántica. Aunque si bien hay analistas más alarmistas que otros, la mayoría concuerda en que el riesgo es lejano.