-
Drivechain es una cadena de segunda capa que podría impulsar la escalabilidad.
-
Posibilita integrar múltiples cadenas laterales en una cadena principal.
Desde hace algunos años la comunidad bitcoiner ha debatido sobre la posibilidad de mitigar los efectos de la fragmentación del mercado de criptoactivos y la dispersión del esfuerzo realizado para llevar a cabo avances técnicos en la industria.
Pero distintos factores han conducido al mercado hacia la proliferación de criptomonedas que no aportan nada nuevo, un escenario donde los desarrolladores de software e infraestructura no gozan de motivaciones que refuercen una dinámica de colaboración o de competencia por un mismo objetivo: hacer que la tecnología crezca al mismo ritmo que el ecosistema.
El lanzamiento de una herramienta como Drivechain podría aportar las bases para pensar y probar nuevas ideas en términos de interoperabilidad de distintas cadenas de bloques, con el añadido de que una sola criptomoneda, como bitcoin, podría ser el núcleo de un sistema económico más rico en posibilidades de uso y en el que múltiples proyectos trabajen armónicamente.
Drivechain es una blockchain secundaria o de segunda capa con un protocolo que permite anclar un token nativo a una blockchain principal, como Bitcoin. Es al mismo tiempo una plataforma para que distintas cadenas laterales (blockchains independientes) se vinculen entre sí, con la finalidad de poder intercambiar el valor de una única criptomoneda en una red interoperable.
Cada cadena lateral o sidechain conectada con Drivechain tiene la capacidad de implementar sus propias reglas. De esta manera, sus desarrolladores creen que es posible utilizar una criptomoneda como bitcoin sin verse obligados a diversificar sus fondos y repartirlos en transacciones de distintos criptoactivos como ether, dash o zcash.
Drivechain en periodo de pruebas
Desde el pasado 24 de septiembre de 2018 el desarrollador Paul Sztorc, quien ideó hace tres años el concepto de Drivechain, anunció el lanzamiento de un protocolo de prueba para Drivechain, que posee una interfaz para que las personas puedan realizar intercambios de bitcoins en una red de pruebas.
Los desarrolladores de drivechain crearon fondos descartables y una sidechain idéntica a Bitcoin, para probar intercambios entre la drivechain y la sidechain: un usuario puede enviar criptomonedas desde una cuenta de la drivechain hacia una cuenta en la sidechain que está conectada a la red. Posteriormente puede enviar criptomonedas de vuelta.
¿Por qué crear un criptomercado con una única moneda?
Una red de cadenas laterales construidas alrededor del valor y la seguridad de Bitcoin solo tiene sentido porque esta criptomoneda ha probado ser eficiente y resistente a la censura. Además, posee mecanismos de seguridad difíciles de romper y una dominancia en el mercado superior al resto de las criptomonedas. Cada proyecto que funcione encima de esta blockchain contaría con independencia operacional, pudiendo desplegar cuantas características permita el protocolo, tales como las que posibilitan los contratos inteligentes.
Dado que una sidechain posee la propiedad de crear un criptoactivo basado en una determinada cantidad de otro, es posible crear una infraestructura que se sostendría en los principios de seguridad y confianza depositadas en una criptomoneda como bitcoin.
Una red de distintas blockchains que utilice una misma criptomoneda para transacciones más rápidas, para crear y administrar contratos inteligentes, para realizar transacciones más privadas, por ejemplo, podría ofrecer un objetivo común para enforzar el desarrollo.
El hecho es que los equipos de desarrollo de muchos criptoactivos no cuentan con las herramientas apropiadas para generar valor a través de la resolución de problemas específicos de diseño de código, criptografía y seguridad. La prueba es que cada día más criptoactivos son el objetivo de hackers, por fallas intrínsecas de código. Además, todas las blockchains tienen que enfrentar las dificultades intrínsecas a la escalabilidad.
A fin de cuentas, la dispersión de la energía de los desarrolladores, que se enfocan en problemas banales, contribuye a que la comunidad pierda su objetivo común: la posibilidad de utilizar un criptoactivo que no dependa de terceros de confianza, que ofrezca seguridad y que permita realizar todo lo que se puede hacer con dinero sin las limitaciones propias del dinero fiduciario. En pocas palabras, descentralización.
Un mercado donde la proliferación desmesurada de criptoactivos no juegue un papel preponderante, agregaría valor al criptoactivo de mayor dominancia, porque la inversión y los juegos de mercado solo estarían basados en el precio de uno; a lo sumo, unos pocos.
Al momento de publicar este artículo, el valor global del critomercado es de 217 mil millones de dólares, en términos de capitalización de mercado, según CoinMarketCap. La competencia irracional entre tantas criptomonedas fragmenta el valor global de mercado. Más allá de los esfuerzos de cada sistema monetario individual, hay una suerte de dislocación que cobra valor si se toma en cuenta que el criptomercado representa cerca del 1% de todo el mercado financiero en el planeta.
Si todos los inversionistas y usuarios depositaran valor en una única red de intercambios, esta representaría un poder económico frente a los mercados de valores, la industria informática, de videojuegos o de petróleo. Incluso frente al poder económico de países que todavía dominan las políticas financieras de las sociedades a través de la emisión descontrolada de dinero fiduciario en sus bancos centrales. Quizá ese valor no está en el tamaño del mercado, puesto que el 1% no significa mucho frente a ese descontrolado flujo de dinero, pero sí en términos políticos: debido a que una comunidad con tal alcance no puede ser censurada fácilmente.
En la actualidad coexisten al rededor de 2.000 criptoactivos en el mercado; muchos de ellos solo replican el código de otros, la mayoría no demuestra expectativas reales sobre el desarrollo de una propiedad interesante para el mercado o la sociedad.
Un criptosistema, una red de distintas blockchain ancladas a un criptoactivo
La realidad es que Bitcoin ofrece mucha seguridad, pero tiene limitaciones que deliberadamente han sido programadas en su protocolo y han sido acogidas en su filosofía. Lo que se traduce en el hecho de que los cambios ocurren muy lentamente.
Por esta razón, una red de distintas blockchain, cada una con la capacidad de resolver un problema específico sobre usabilidad, privacidad, rapidez de las transacciones, creación de contratos inteligentes, podría enriquecer el ecosistema de un criptoactivo que posee limitaciones intrínsecas.
Esto es posible gracias a una solución técnica denominada anclaje de doble vía o 2-way-peg, en inglés.
El anclaje de doble vía es un mecanismo para crear una transacción, dirigida a una dirección especial que “guarda” fondos de una criptomoneda -por ejemplo, bitcoin- que posteriormente pueden ser utilizados en una cadena lateral o sidechain.
La clave está en la capacidad que tienen los dueños de los fondos de la criptomoneda de la blockchain principal de probar que son los dueños de esos fondos en la cadena secundaria. De manera que resulte posible para ellos tener acceso a una especie de “copia” de la criptomoneda que ha sido depositada en la dirección especial.
La sidechain, construida con reglas distintas de la cadena principal, tendría la posibilidad de desplegar un espacio para que las personas realicen operaciones que no son posibles en la cadena principal. Al mismo tiempo, cada sidechain que posea sus propias reglas debe aportar las condiciones necesarias para que su funcionamiento autónomo no afecte el funcionamiento de la blockchain principal. Dado que, en principio, tanto el concepto de sidechain como drivechain han sido pensados para que los problemas que surjan en una cadena lateral particular no se transfieran a la cadena principal. Fallas de código, robos de un token, no deberían afectar a la criptomoneda que se encuentra resguardada en la dirección especial.
Una vez que los usuarios han realizado las operaciones específicas de cada cadena lateral, el mecanismo de anclaje de doble vía permite a los dueños de fondos de una sidechain, la posibilidad de enviar de vuelta el valor de su criptoactivo a la cadena principal. De este modo, el registro contable de esas criptomonedas permanece en la historia de las transacciones de la cadena principal.
En el caso de las sidechain, la transferencia de valor de una blockchain a otra ocurre en un estimado de cada tres o cada seis meses, debido a la complejidad propia del sistema de pruebas criptográficas que deben aportar los poseedores de criptomonedas de las distintas blockchain. Las drivechain podrían acortar ese procedimiento. Sin embargo, las estimaciones siguen siendo de periodos relativamente largos, de días o semanas, en pos de la seguridad.
En el caso de las sidechain, se trata de un procedimiento denominado Verificación de Pago Simplificado (SPV), donde los nodos federados demuestran, sin necesidad de correr un nodo completo, que poseen el secreto para validar la dirección especial donde están guardados los criptoactivos.
En el caso de las drivechain los mineros “votan” en un esquema denominado Prueba de Verificación de Pago Simplificado (SPV Proof), donde el voto de los mineros se realiza con una modificación del algoritmo de Prueba de Trabajo de Bitcoin, para demostrar la validez de la transacción realizada hacia la dirección especial. El propósito de este esquema es minimizar el riesgo de que cualquiera pueda engañar a la red al realizar una transacción no permitida a través de una Prueba de Pago Simplificado. Por ejemplo, que un grupo de mineros robe en la cadena secundaría sus propios criptoactivos, con el fin de declarar un doble gasto en la red principal.
En teoría, una drivechain permitiría crear una red de blockchains que utilicen múltiples caminos para intercambiar valor a través del anclaje de doble vía, siempre y cuando sea posible que los dueños de los fondos puedan probar sin lugar a dudas que conocen las claves secretas de las cuentas que resguardan el valor de cada lado de las distintas blockchains.
Controversia sobre la seguridad de sidechain y drivechains
A partir de las distintas propuestas conceptuales de las sidechain y las drivechain, ha surgido un debate sobre cuál sistema es más seguro para intercambiar valor entre distintas blockchains sin poner en riesgo la infraestructura y los criptoactivos de las personas.
El temor de que una coalición de mineros con el 51% del poder de procesamiento pudiera robar dinero de una cadena lateral o de una drivechain puso a pensar a los desarrolladores. Empresas como RSK resolvieron el asunto creando una red de nodos federados, aunque su sistema propone un mecanismo híbrido entre el concepto de sidechain y el de drivechain. Solo aquellas empresas que invirtieron en la compañía, tienen la potestad de validar las transacciones, con lo cual se elimina la posibilidad de realizar un robo, porque la seguridad se sostiene incentivando a los inversionistas a mantener la seguridad de la cadena lateral.
Drivechain persigue el mismo objetivo: proporcionar incentivos suficientes para que los mineros de Bitcoin que participan en el consenso de la cadena secundaria no encuentren atractivo realizar un ataque de 51%, que podría resultar en pérdidas de dinero al desgastar la confianza de los usuarios y desvalorizar el criptoactivo.
Algunas sidechain sacrifican la descentralización para obtener seguridad. Pero solo el uso de PoW ofrece suficiente descentralización en una red de este tipo. El problema es que hay que ofrecer otra solución si no funciona el incentivo para que los mineros no se unan en un ataque de 51%, que podría modificar la prueba de reorganización planteada como un respaldo del mecanismo de Verificación de Pago Simplificado en la sidechain.
Una alternativa es hacer deliberadamente lenta la transacción de la sidechain a la cadena principal, de modo que todos los mineros de la cadena principal tendrían que validar un gasto, por lo cual sería poco probable que validen un gasto doble. Los mineros tendrían que reconocer el encabezado de la cadena lateral, pero tendrían un período de tres días para completar el reconocimiento.
La polémica sobre cuán vulnerable pueden ser estas cadenas si utilizan Prueba de Trabajo y el mismo algoritmo de Bitcoin no concluye aquí, sin embargo es necesario seguir pensando cuáles pueden ser las fallas posibles y probar en un entorno seguro cada posibilidad para prevenir riesgos.
Imagen destacada por ljo57 / stock.adobe.com