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Antoine Poinsot propone eliminar el límite de 83 bytes en las transacciones OP_RETURN.
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Otros integrantes del ecosistema de Bitcoin temen más spam y un cambio en la naturaleza de Bitcoin.
Una propuesta reciente ligada al desarrollo de Bitcoin (BTC) ha hecho resurgir un intenso debate entre sus principales colaboradores, evidenciando profundas diferencias sobre el rumbo que debería tomar la red.
En el centro de la controversia está la solicitud de integración (PR, por sus siglas en inglés) #32359, presentado en el repositorio de Bitcoin Core de GitHub por el desarrollador Peter Todd, que busca eliminar restricciones técnicas en las transacciones de Bitcoin, específicamente los límites de las transacciones con OP_RETURN.
Esa iniciativa, según críticos como los integrantes del pool de minería OCEAN Luke Dashjr y Jason Hughes, podría transformar la esencia de Bitcoin, alejándola de su propósito original como una moneda descentralizada y acercándola a un sistema de almacenamiento de datos arbitrario.
El debate pone en cuestión si Bitcoin debe priorizar su función como dinero o ceder espacio a otros usos que podrían comprometer su diseño.
¿Qué es OP_RETURN y por qué importa su límite?
En Bitcoin, las transacciones pueden incluir un tipo especial de instrucción llamado OP_RETURN, un mecanismo que permite incrustar pequeñas cantidades de datos arbitrarios en la red Bitcoin sin que estos sean gastables, es decir, sin que representen fondos transferibles.
Actualmente, Bitcoin Core, la implementación más adoptada del software de Bitcoin, impone dos restricciones: un máximo de 83 bytes de datos por OP_RETURN y una sola salida de este tipo por transacción.
Esas limitaciones buscan minimizar el uso de la red para almacenar datos no relacionados con pagos, preservando el espacio en los bloques, que tienen un tamaño limitado, para transacciones financieras. Bitcoin, diseñada para registrar transferencias de manera segura y descentralizada, no está optimizada para almacenar grandes volúmenes de datos, ya que esto incrementaría su tamaño y los costos de operar nodos.
Este es un debate con más de 11 años de existencia, en tanto que el límite a OP_RETURN fue introducido en 2014 por circunstancias similares a las actuales: usos no monetarios de la red Bitcoin haciendo más pesada la contabilidad.
El debate resurgió en 2023 con el lanzamiento de las inscripciones del protocolo Ordinals, y hoy vuelve a ser polémica por la supuesta inutilidad de la restricción, en tanto que protocolos como Citrea han encontrado formas de eludirla, gracias a la actualización de Bitcoin, Taproot.
Eliminar el límite para OP_RETURN
Peter Todd, siguiendo una discusión en la lista de correos de desarrolladores de Bitcoin iniciada por el desarrollador Antoine Poinsot, argumenta que las restricciones actuales de OP_RETURN (límite de 83 bytes y una sola salida por transacción) son demasiado estrictas, lo que lleva a entidades a evadirlas insertando datos en la red Bitcoin mediante métodos alternativos.
Por ejemplo, algunos envían datos directamente a los mempools de los mineros a través de servicios como MARA Slipstream; usan versiones modificadas de Bitcoin Core como Libre Relay que no aplican estas reglas; o recurren a protocolos como Ordinals y Runes, que insertan datos en salidas no gastables o scripts de transacciones.
Estas prácticas, según Todd, demuestran que los límites no son efectivos y generan efectos negativos, como el aumento innecesario del conjunto UTXO.
Todd, en síntesis, propone eliminar el límite de 83 bytes y permitir múltiples OP_RETURN por transacción, manteniendo un formato estandarizado, para reflejar el uso actual y simplificar el código del software.
¿Quiénes apoyan la iniciativa?
Varios de los principales desarrolladores del ecosistema Bitcoin apoyan la moción de Peter Todd. Entre ellos, y como se puede ver en la siguiente imagen, Gloria Zhao, Jeremy Rubin, James O’Beirne (Jamesob), Michael Folkson (michael1011) y Jameson Lopp. Cabe destacar que entre quienes apoyan la propuesta se encuentran la mayoría de los colaboradores de mayor peso, tanto por su rol actual como por su historia. Zhao, por ejemplo, es actualmente una de las mantenedoras del código de Bitcoin.
Críticas: un cambio que amenaza la esencia de Bitcoin
Luke Dashjr, CTO (director de Tecnología) y cofundador del pool de minería OCEAN, se opone firmemente a la propuesta, argumentando que eliminar los límites de OP_RETURN abriría la puerta a un aumento del spam en la red. Cabe recordar que el pool OCEAN nació, entre otras cosas, como una medida para filtrar o censurar las transacciones provenientes de Ordinals.
En el contexto de Bitcoin, el spam puede ser transacciones que ocupan espacio en los bloques con datos no monetarios, como archivos JPEG o mensajes. Tanto Ordinals como Runes, protocolos que facilitan la inserción de data arbitraria en Bitcoin, causaron en el pasado episodios de congestión de la red, como lo reportó CriptoNoticias.
Dashjr advierte que esa circunstancia podría facilitar ataques de denegación de servicio (DoS), en los que actores maliciosos saturan la red con transacciones innecesarias, desde su perspectiva, incrementando el tamaño de los bloques y acelerando el crecimiento del peso de la cadena.
En adición, un crecimiento descontrolado dificultaría a los usuarios mantener nodos completos, esenciales para la descentralización, ya que requieren almacenar y validar toda la red. Si esta se hace más pesada, también se incrementan los costos de mantenimiento en términos de uso de memoria y ancho de banda, lo que podría excluir a usuarios con recursos limitados.
En la actualidad, el archivo de Bitcoin tiene un tamaño de 655 GB, de acuerdo a YCharts. No obstante, en el pasado, y como lo notificó CriptoNoticias, la red creada por Nakamoto experimentó un incremento en poco tiempo, tras la inserción de los Ordinals.
Si los bloques de Bitcoin estuvieran llenos como en ese momento ocurrió con los Ordinals, hoy Bitcoin tendría un peso de 1.000 GB, evidenciando el desafío que representa su crecimiento continuo para la operación de nodos.
En la siguiente imagen, extraída del portal de GitHub de la PR de Todd, se demuestra que su propuesta está incluida entre aquellas calificadas como ‘conflictos’, lo que revele el estado actual de la cuestión:
Más opiniones contrarias
Por su parte, Jason Hughes, vicepresidente de OCEAN, lleva la crítica un paso más allá, calificando la propuesta como un cambio fundamental que desvirtúa la naturaleza de Bitcoin.
Para Hughes, permitir que esta red de intercambio se utilice como un sistema de almacenamiento de datos arbitrario, socava la visión de Satoshi Nakamoto, quien diseñó Bitcoin como sistema financiero descentralizado y rechazó en 2010 el uso de BitDNS, un sistema de nombres de dominio sobre Bitcoin, pidiendo que se implementara en cadenas laterales.
Hughes sostiene que aprobar este cambio equivaldría a una bifurcación (fork) en la filosofía de Bitcoin, transformándolo en algo que los usuarios y operadores de nodos no eligieron.
Aunque reconoce que los datos ya se insertan en la red mediante métodos no estándares (Ordinals y Runes por ejemplo), argumenta que la propuesta de Todd no resuelve este problema de manera efectiva, ya que los atacantes seguirán prefiriendo métodos más baratos y con mayor capacidad de datos, como las salidas no estándares. Para Hughes, este cambio no solo sería innecesario, sino que representaría un ataque directo a la identidad de Bitcoin.
Adicionalmente, el vicepresidente de OCEAN explica que en la actualidad no se están ejecutando muchas transacciones con OP_RETURN y que no es necesario cambiar algo que no se usa.
En palabras del propio Hughes: «Este comunicado (el de Todd) podría titularse, ‘La forma más rápida de matar el proyecto Bitcoin’. Integrar este PR significa que Bitcoin ya no es Bitcoin».
Bitcoin Knots como alternativa
Todd también aborda las preocupaciones de quienes desean mantener los límites, sugiriendo que estos usuarios tienen opciones para personalizar sus nodos. Para aquellos que prefieran mantener restricciones, Todd señala que pueden usar Bitcoin Knots, una implementación alternativa de Bitcoin Core que permite a los usuarios configurar políticas específicas, como límites en las salidas OP_RETURN. Esta implementación, cabe acotar, es principalmente mantenida por Luke Dashjr.
De esta forma, defiende que «Bitcoin Core no debería cargar con la responsabilidad de mantener restricciones» que, desde su perspectiva, no funcionan y generan más problemas de los que resuelven.
Sin embargo, algunos desarrolladores argumentaron que el uso de Knots solo sería efectivo si una cantidad significativa de nodos también lo adopta y configura límites similares, lo que podría limitar su impacto práctico.
Otro punto de vista que surgió en la discusión es que los mineros y operadores de nodos completos tienen la opción de no actualizar a la versión de Bitcoin Core que incluya este cambio, una decisión que refleja la naturaleza descentralizada de Bitcoin, donde los participantes de la red deciden qué actualizaciones implementar.
Riesgos de datos y usos legítimos de Bitcoin
El debate en torno a la propuesta de eliminar el límite de OP_RETURN en Bitcoin Core también ha generado respuestas que exploran tanto los riesgos como los posibles usos legítimos de esta flexibilización.
Hughes cuestiona uno de los argumentos a favor de la propuesta: que los atacantes no usarían OP_RETURN para insertar datos en la contabilidad porque métodos alternativos, como las inscripciones de Ordinals, serían más baratos, costando aproximadamente una cuarta parte en comisiones.
El directivo de OCEAN rebate esta idea, argumentando que no es del todo precisa, y enfatizando que permitir OP_RETURN sin límites podría llevar a un aumento significativo en el tamaño de los fragmentos de datos, pasando de 500 bytes a 100 KB. Según Hughes, este incremento sería problemático, ya que facilitaría la inserción de grandes volúmenes de datos no relacionados con transacciones financieras, lo que podría saturar los bloques y aumentar los costos de operación para los nodos completos, afectando la descentralización de Bitcoin.
En una línea similar, Lauren Massé, una desarrolladora involucrada en el debate, argumenta que, incluso sin los límites de OP_RETURN, seguiría siendo más económico y menos perjudicial almacenar datos en el testigo, la parte de una transacción que contiene las firmas y que, tras SegWit y Taproot, tiene un costo menor en tarifas, que usar OP_RETURN.
Según Massé, esto último afectaría más el rendimiento de los nodos: «Sería racional que cualquier actor honesto priorizara el almacenamiento de datos en el testigo porque: es más económico y es menos perjudicial para las operaciones del sistema».
Por otro lado, Jameson Lopp, desarrollador de Bitcoin en favor de la idea de Todd y, cabe acotar, inversionista en el protocolo Citrea, ofrece una perspectiva diferente sobre los temores de Hughes. Lopp responde que las preocupaciones sobre un potencial ataque o exploit debido al aumento del tamaño de los datos en los bloques no están bien fundamentadas, ya que Hughes no especifica qué tipo de ataque podría ocurrir.
En su comentario, Lopp señala que otras redes como Ethereum (ETH) manejan tamaños de bloques mucho mayores que los que Hughes considera dañinos, sin haber sufrido exploits relacionados con este factor. Lopp argumenta que el tamaño de los bloques por sí solo no ha sido un vector de ataque en esas redes, sugiriendo que el riesgo podría estar sobrestimado en el caso de Bitcoin.
Además, Lopp aporta una reflexión más amplia sobre el uso de Bitcoin como un sistema para anclar datos. Reconoce que existen personas y entidades interesadas en utilizar Bitcoin para este propósito, como una forma de registrar información de manera inmutable y descentralizada, y sostiene que ignorar esta realidad no es una solución viable.
En su opinión, en lugar de restringir estos usos, Bitcoin debería adaptarse a ellos de manera controlada, permitiendo que la red siga siendo útil para una variedad de aplicaciones sin comprometer su función principal como dinero.
Un debate sobre el futuro de Bitcoin
La controversia en torno al PR #32359 trasciende una mera discusión técnica y pone de manifiesto las tensiones entre innovación y preservación en Bitcoin. Por un lado, Todd, Poinsot y otros desarrolladores buscan adaptar el software a prácticas ya existentes, eliminando restricciones que considera ineficaces.
Por otro, Dashjr y Hughes defienden un enfoque conservador, priorizando la descentralización y la función de Bitcoin como dinero por encima de cualquier otro uso. Aunque el destino de esta propuesta aún es incierto, su discusión refleja un desafío mayor: cómo mantener la visión original de Bitcoin en un ecosistema donde los incentivos técnicos y económicos evolucionan constantemente.