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"La inflación perpetua no salvará tu blockchain", asegura CoinShares.
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Han habido propuestas para incrementar el circulante máximo posible de bitcoin.
Un concepto central para entender este artículo es el de “inflación perpetua”, también conocido como “emisión de cola”.
El término hace referencia a un mecanismo por el cual una red de criptomonedas genera nuevas monedas de forma indefinida, con el objetivo de que exista eternamente una recompensa para mineros o validadores.
Es decir, en lugar de depender solo de las comisiones que pagan los usuarios al hacer transacciones, que en algunos casos pueden ser muy bajas, el protocolo crea nuevas monedas que son entregadas a los mineros o validadores. Así, el protocolo genera incentivos para confirmar operaciones y proteger el sistema de posibles ciberataques.
Christopher Bendiksen, miembro de la firma de investigación CoinShares, advierte que esto podría ser perjudicial para un activo, ya que podría debilitar su propuesta monetaria. «La inflación perpetua no salvará tu blockchain», afirma
Para respaldar su tesis, señala como ejemplo los desafíos que la red Bitcoin podría enfrentar en el futuro, según algunos desarrolladores.
“Permítanme resumir brevemente el aparente problema subyacente a todo esto, que se origina en Bitcoin. Una de las principales suposiciones de bitcoin (BTC) es que, una vez que se agote el suministro de nuevas monedas, las comisiones por transacción se convertirán en la principal fuente de pago para los mineros”, detalla.
Esto es porque bitcoin tiene un suministro limitado a 21 millones de unidades que terminarán de emitirse en 2140, un principio que ha sido desde sus inicios uno de los pilares más defendidos por la comunidad.
Su escasez programada es una de las grandes diferencias que tiene BTC con respecto a otros activos que no tienen emisión limitada, como ether (ETH) o solana (SOL), además de que refuerza su narrativa como reserva de valor a largo plazo.
Uno de los desarrolladores que han propuesto cambiar este principio fundamental es Peter Todd, quien en 2022 había declarado que la emisión de cola sería beneficiosa para la red.
Cabe señalar que Todd es un personaje influyente en la comunidad bitcoiner. De hecho, HBO realizó el documental “Dinero Electrónico: El Misterio de Bitcoin”, en el que se menciona a Todd como posible creador de Bitcoin, Satoshi Nakamoto.
Todd sostuvo que una inflación de 0,1% anual no sería una catástrofe. “Si no puedes permitirte gastar el 0,1% de tus ahorros para asegurarte de que estos estén seguros, ¿qué estás haciendo con tu vida?”, había explicado.
Por aquel entonces, también mencionó que soluciones de escalabilidad como la Lightning Network, que alivia la congestión de Bitcoin, podrían hacer que las tarifas disminuyan significativamente en el futuro.
«La emisión de cola de suministro también implica un suministro fijo. Me refiero a tener una tasa de inflación fija, de modo que se sepa que la cantidad real de monedas producidas por bloque aumenta ligeramente con el tiempo. Eso también es un suministro fijo», había manifestado Todd.
El comentario de Todd plantea una cuestión para debatir: aunque se hable de “emisión de cola” o inflación perpetua, esta puede estructurarse de manera predecible con una tasa de crecimiento fija. Esto significa que, aunque la red siga creando monedas, los participantes saben de antemano cómo evolucionará la oferta, lo que introduce cierta estabilidad dentro de la dinámica inflacionaria.
Pero, ¿qué ocurre si el token pierde poder adquisitivo? Bendiksen explica que estas recompensas valdrían cada vez menos, generando un espiral descendente: se emitirían más monedas para mantener los incentivos, lo que terminaría deteriorando la propuesta monetaria del activo.
“Esto debería ser una llamada de atención para los inflacionistas de la cadena de bloques. Al menos entre los bitcoiners, es ampliamente aceptado que la inflación es perjudicial para el dinero fíat y la sociedad en general. Por lo tanto, me parece sorprendente que haya bitcoiners que crean que no sería perjudicial para Bitcoin”, agrega el analista de CoinShares. Asimismo, resalta:
No creo que sea improbable mientras Bitcoin conserve sus excepcionales propiedades monetarias. Si las arruinamos modificando el tamaño del bloque, añadiendo inflación infinita o cayendo en la mentalidad de Ethereum de revisiones constantes e interminables de la política monetaria, creo que es un riesgo mucho mayor que simplemente dejar que el mercado nos diga si hay demanda de BTC a largo plazo.
Christopher Bendiksen, investigador de la firma CoinShares.
Con “mentalidad de Ethereum”, se refiere a la práctica de esa red de ajustar continuamente su política monetaria, a diferencia de BTC, que mantiene reglas estrictas y predecibles, evitando así riesgos de inflación o dilución del activo.
Por ejemplo, Ethereum ha implementado cambios como EIP-1559, que modifica la forma en que se queman tarifas y afecta la emisión neta de ether (ETH), algo impensable en la moneda creada por Satoshi Nakamoto debido a su suministro fijo.
Aquí surge otra diferencia: BTC mantiene su política monetaria ajena al factor humano, donde la gobernanza y las decisiones de los desarrolladores alteran su funcionamiento.
Así es como BTC ofrece a sus usuarios un poder real sobre su dinero, un punto que Micael Margiotta, representante de Bull Bitcoin Argentina, subraya como fundamental. «Bitcoin es una herramienta para empoderar a sus usuarios y que realmente puedan ser dueños de su dinero. Mejor dicho, que puedan ahorrar en dinero sin inflación», detalló en diálogo con CriptoNoticias.
Además, sostiene Margiotta: “Por eso, la única decisión imparcial es centrarse en BTC. Bitcoin es la única moneda ajena al control humano”.
A modo de conclusión, Bendiksen remarca el concepto de que las emisiones de cola no son, ni pueden ser, una garantía de asentamiento sostenible. “Sostengo que revisar constantemente la política monetaria protocolaria presenta un riesgo mayor para la seguridad a largo plazo que simplemente dejar que el mercado nos diga si quiere algo o no”, concluye.