Esta semana se conoció que en una importante zona comercial ubicada en Seúl, capital de Corea del Sur, conocida por alojar a las principales tiendas distribuidoras de productos electrónicos, algunos de los inquilinos utilizaban la electricidad de las instalaciones para hacer minería de Bitcoin.
Según indica una fuente local, algunas de las tiendas de este complejo (conformado por 20 edificios y alrededor de 5.000 establecimientos) tenían en su interior numerosos equipos de minería de Bitcoin en funcionamiento, e incluso algunos de los empleados tenían algunos CPU domésticos encendidos y dedicados a la labor a toda hora. Fueron descubiertos pues algunos de los dueños de estas tiendas manifestaron su preocupación a la gerencia de Yongsan Electronics Market acerca del sobrecalentamiento de los equipos, al igual que las quejas generalizadas por el consumo elevado de energía y sus consecuencias económicas y prácticas.
Cuando un minero es puesto en marcha, una cantidad considerable de energía es consumida. Como resultado, el precio de la electricidad se incrementa, gracias también a los impuestos al consumo energético que aumentan progresivamente, para todos los comercios. Se han recibido, además, quejas de que el aire acondicionado del mercado no funciona correctamente dado el aumento del consumo energético.
De acuerdo al reportaje del diario Hankyung, algunos de los comercios pudieron haber invertido cientos de miles de dólares en los equipos para minar. Un testigo afirma que una de las compañías posee cerca de 100 mineros ASIC y GPU por un precio de $300,000 dólares tanto para Bitcoin como otras criptomonedas; y que algunos de los compradores de estas tiendas notan un incremento elevado de la temperatura en el momento en que recorren los lugares donde se ubican los equipos de minería.
La minería de Bitcoin fue en algún momento muy rentable, pero ahora, a medida que la red ha crecido en sus usuarios y cada vez se efectúan más transacciones, se dificulta obtener las mismas ganancias que antes. Además, es una actividad muy importante para el continente asiático, donde una serie de condiciones como el bajo costo del consumo eléctrico hacen de China, por ejemplo, un pionero de esta industria.
Corea del Sur, es también un importante mercado de criptoactivos donde las autoridades ya se encuentran preparando regulaciones legales al respecto, que a pesar de solicitar el porte de licencia para operar con bitcoin, podrían ser amigables con las compañías del ecosistema coreano, en evidente cercanía geográfica con otro importante líder, Japón.