A menos de seis meses desde el lanzamiento de la plataforma EOS, sus ejecutivos más prominentes han renunciado a la empresa desarrolladora del proyecto, Block.One, para iniciar un nuevo emprendimiento.
David Moss, Vicepresidente de Operaciones; Thomas Cox, Vicepresidente de Producto; Brian Abramson, Vicepresidente de Infraestructura; y Corey J. Lederer, Director Senior de Tecnología de productos, son los cuatro ejecutivos que dejaron el proyecto para el que en su momento se recaudó $4 mil millones de dólares.
De acuerdo a su perfil de LinkedIn, Moss fue el primer ejecutivo en renunciar. El ex vicepresidente de operaciones renunció en a Block.One mayo de este año, antes del lanzamiento de la red principal de EOS. Posteriormente, Cox, Abramson y Lederer abandonaron sus cargos entre julio y septiembre para conformar StrongBlock, una empresa que construirá soluciones sobre la plataforma de EOS.
Al momento se desconoce qué estrategia utilizarán desde StrongBlock para “mejorar” la red de EOS. Pues, según afirma uno de los exempleados, quien mantuvo su anonimato, la razón de la renuncia del equipo fue notar “una necesidad en el mercado que Block.One no está dispuesta a adorbar”. Sin embargo, estas cuatro no fueron las únicas bajas para el equipo técnico de EOS, ya que los contratistas Jon Eric-Cook y Michael S. Mason también dejaron el proyecto el pasado mes de agosto.
Las bajas en el equipo desarrollador y ejecutivo de EOS destacan por inusuales debido al corto periodo que lleva la red funcionando. Recordemos que la plataforma principal de EOS fue lanzada durante el pasado mes de junio, luego de un año de haber realizado una ICO.
El planteamiento bajo el que EOS consiguió $4 mil millones de dólares en su Oferta Inicial de Criptomonedas, durante junio de 2017, fue construir una red con una “nueva arquitectura de blockchain diseñada para permitir el escalado vertical y horizontal de las aplicaciones descentralizadas” (DApps).
Para ello, los desarrolladores propusieron construir un sistema operativo que permitiese construir las aplicaciones programables en clústeres de CPU. Asimismo, la blockchain de EOS utilizaría el mecanismo de consenso de Steemit, la Prueba de Participación Delegada (DPOS), para lograr transacciones con cortos tiempos de espera; y añadirían el uso del Testigo Segregado (SegWit) de Bitcoin, para eliminar los datos de la firma en una transacción y así ahorrar espacio en el bloque. Además, el sistema podía ser ejecutado en cualquier computador que tuviera rendimiento suficiente para integrarse con la API desarrollada por Block.One.
La red principal de EOS fue lanzada con un par de tropiezos para el equipo desarrollador. Días antes, el CTO del proyecto fue informado del hallazgo de unos errores que permitían la ejecución de códigos arbitrarios de forma remota, por parte de un grupo de investigadores chinos llamados Vulcan 360. El error de código podía permitir que un atacante tomara el control de la red. Dicha amenaza fue significativa, ya que para el momento, más del 50% de las direcciones de tokens de EOS no se habían registrado aún en la red, poniendo así en peligro los miles de millones invertidos en esa plataforma.
La Fundación EOS y Block.One no han comentado sobre la creación de StrongBlock, y se desconoce si el trabajo de esta nueva empresa afectará los planes de ambas organizaciones.
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