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Bitcoin es una red que no tiene empresas, organizaciones ni personalidades que dirijan su futuro.
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El ecosistema Ethereum está fuertemente influenciado por la Fundación Ethereum y desarrolladores.
Mientras el desarrollo de Bitcoin (BTC) se desenvuelve de modo colaborativo y anclándose en los participantes de su comunidad, Vitalik Buterin prueba que, en su intento de acercar a Ethereum (ETH) a la red creada por Nakamoto, en realidad demuestra cuán lejos están una de la otra.
Y es que, como lo reportó CriptoNoticias, Buterin, cofundador de Ethereum, pretende “simplificar” la capa base de esa red, alterando su arquitectura de consenso y la de ejecución, prometiendo que será “tan simple como Bitcoin”.
Este “reconocimiento” hacia Bitcoin marca un contraste con la ambiciosa hoja de ruta que Ethereum ha seguido durante años, repleta de complejizaciones, innovaciones técnicas, desarrollos en su cadena principal y soluciones de segunda capa (L2).
Por ejemplo, en 2023, Vitalik sacaba a la luz un sinfín de mejoras para ese ecosistema:
En contrapartida, el pasado 3 de mayo de 2025, el propio Vitalik decía esto: «Una de las mejores cosas de Bitcoin es su simplicidad. Esta simplicidad tiene muchas ventajas. Traigamos esas ventajas a Ethereum».
¿Un cambio de perspectiva en Ethereum?
Durante años, Buterin y la Fundación Ethereum (EF) han impulsado un enfoque de desarrollo intensivo, actualizaciones como The Merge y la transición a Prueba de Participación (PoS) en 2022, mejoras en la escalabilidad de L1 y un ecosistema de L2 cada vez más complejo.
En otras publicaciones de 2024, por ejemplo, Buterin defendió la interoperabilidad entre L2, estándares de descentralización para rollups y sistemas de pruebas avanzados, asegurando estar «construyendo el futuro».
Lo que en realidad esos vaivenes reflejan es una prueba elocuente de la centralización de Ethereum, donde entidades y figuras clave, como Buterin, Justin Drake y desarrolladores destacados, delinean el rumbo de la red.
Sí, Ethereum es una tecnología de código abierto, pero ¿realmente funciona bajo ese formato? En esencia, Ethereum opera como una empresa: sus líderes señalan el camino (a veces sinuoso y cambiante, pero que va hacia adelante; otras veces en direcciones opuestas a las marcadas inicialmente) y la comunidad lo sigue.
Por contraste, Bitcoin carece de una cara visible o una organización central que dicte su futuro. Su desarrollo, más genuinamente de código abierto, depende de la comunidad de nodos, mineros y desarrolladores, quienes proponen y consensúan mejoras sin una autoridad determinante.
La simplicidad de su protocolo, ahora alabada por Buterin, no es casual: es la base de una gobernanza distribuida y descentralizada que no depende de unos pocos con voz de mando.
Gobernanza y resistencia a cambios
La gobernanza de Bitcoin es altamente descentralizada, con cambios en el protocolo que requieren un consenso amplio entre mineros, nodos y desarrolladores. Esto hace que Bitcoin sea más resistente a modificaciones centralizadas o influenciadas por un grupo reducido.
En contrapartida, Ethereum tiene una gobernanza más centralizada, con una fuerte influencia de la EF y desarrolladores principales. Las actualizaciones, como la transición a PoS, se han implementado con menos fricción, sugiriendo un mayor grado de control por parte de un grupo reducido.
Nodos: la voz distribuida de Bitcoin
Los nodos son guardianes del protocolo: validan transacciones, almacenan el archivo de la red y participan en la gobernanza.
En este aspecto, la descentralización de Bitcoin también se refleja en su red de nodos con casi 22.000 nodos públicos completos distribuidos globalmente, según Coindance.
Al 4 de mayo, Ethereum mantiene un caudal de nodos que apenas supera los 8.000 en todo el planeta, de acuerdo con etherscan:
Aunque los nodos y validadores de Ethereum participan en la gobernanza al aceptar o rechazar cambios mediante la actualización de su software, la influencia de los desarrolladores principales y la Fundación Ethereum es significativa, lo que hace que el proceso sea menos distribuido que en Bitcoin.
Los 8.000 nodos tienen un rol, pero su impacto está limitado por la centralización en la toma de decisiones y las dependencias técnicas.
Prueba de Trabajo: el camino más inclusivo de Bitcoin frente a Ethereum
Tanto Bitcoin como Ethereum permiten participar en sus sistemas de consenso, pero las barreras de entrada y la dinámica de participación revelan una clara diferencia en descentralización.
En Bitcoin, el mecanismo de Prueba de Trabajo (PoW) habilita a cualquier persona a, por ejemplo, con un ASIC como el Antminer S21 Pro, que cuesta menos de 4.000 dólares, o incluso con un mini ASIC de apenas 100 dólares, convertirse en minero, asumiendo los costos operativos. Esto permite que tanto grandes pools de minería como mineros individuales coexistan: aunque los pools concentran poder, no impiden que alguien opte por minar en solitario, fomentando una participación más amplia y distribuida.
En Ethereum, que opera con PoS, ser validador de manera independiente requiere una inversión mínima de 32 ETH, equivalente a unos 60.000 dólares, más gastos operativos y hardware. Quienes no pueden alcanzar esa cifra deben recurrir a pools de staking, que permiten participar con montos menores, pero centralizan el poder en grandes actores en plataformas como Lido, que controla el 26% del ether en stake, según Dunes.
En el pasado, como lo informó CriptoNoticias, eso condujo a que más del 70% de los validadores de Ethereum pertenecieran a pools de staking.
Así, el PoW de Bitcoin demuestra ser mucho más inclusivo y descentralizado, al no imponer barreras económicas tan altas ni forzar a los usuarios a depender de estructuras centralizadas para participar.
De modo tal que, el reconocimiento de Buterin a la simplicidad de Bitcoin es un guiño a su fortaleza, pero también una admisión implícita de las limitaciones de Ethereum. La brecha entre ambas redes es evidente: Bitcoin es un sistema sin dueños, mientras que Ethereum, pese a sus avances, sigue atado a la influencia de sus creadores.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.