Hechos clave:
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Uno de los implicados en el hackeo solo tiene 17 años y ya fue arrestado.
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Entre los cargos imputados están fraude electrónico y lavado de dinero.
Tres jóvenes de entre 17 y 22 años fueron acusados por el fiscal del Distrito Norte de California, en los Estados Unidos, por hackear Twitter y promover una estafa que utilizaba a bitcoin (BTC) como medio de pago. El anuncio fue formalizado este viernes por el Departamento de Justicia a través de un comunicado.
Mason Sheppard, alias «Chaewon», de 19 años y residente en el Reino Unido fue el primero de los señalados. Al joven se le acusa de conspiración para cometer fraude electrónico, conspiración para el lavado de dinero y acceso intencional a una computadora protegida. Por los tres cargos Sheppard podría recibir una sentencia de 45 años de prisión y una multa de 750.000 dólares.
El segundo implicado quedó identificado como Nima Fazeli, alias «Rolex», de 22 años y residente en Orlando, Florida. El ciudadano es señalado por «ayudar e instigar el acceso intencional a una computadora protegida». La sentencia en el caso de Fazeli podría ser de cinco años, además de una multa de USD 250.000.
El tercer acusado es un joven de 17 años de quien oficialmente no se reveló identidad. Sin embargo, se trataría de Graham Iván Clark, oriundo de Tampa, Florida, quien habría sido el «cerebro» de la operación que derivó en el hackeo de las cuentas de Elon Musk, Bill Gates, Bitcoin, Binance, Jeff Bezos, Uber, Barack Obama y Warren Buffet.
Clark es acusado de más de 30 delitos que incluyen: fraude organizado, fraude de comunicaciones, robo de identidad y piratería informática. No quedó claro cuál podría ser la sentencia contra el acusado en caso de ser hallado culpable.
Un punto a resaltar es que las investigaciones se adelantaron luego de analizar las transacciones de bitcoin para dar con la ubicación de los implicados. El hecho demuestra que las operaciones con la primera criptomoneda son completamente rastreables, lo que desmonta la opinión generalizada de que es útil para cometer delitos.
Para el fiscal general adjunto, Brian Rabbitt, de la división penal del Departamento de Justicia, los delitos se ejecutaron en dos frentes: el de tener acceso no autorizado a las cuentas de Twitter y el de solicitar dinero de forma fraudulenta.
«Los piratas informáticos supuestamente comprometieron más de 100 cuentas de la red social y estafaron tanto a los usuarios de las cuentas, como a otras personas que enviaron dinero basándose en sus solicitudes fraudulentas», dijo.
El hackeo a Twitter ocurrió el pasado 15 de julio cuando comenzaron a difundirse mensajes promocionales de una estafa. En el mensaje se invitaba a las personas a enviar BTC a una dirección con la falsa promesa de que luego recibirían el doble de la cantidad enviada. En total, los implicados se hicieron con 28 bitcoins o unos 250.000 dólares, de acuerdo a la cotización de la criptomoneda en ese entonces.
Un día después de los hechos, Twitter indicó que la usurpación de cuentas se trató de un «ataque coordinado de ingeniería social», según un reporte difundido por CriptoNoticias el 16 de julio. Ese día se dio a conocer que unas 370 direcciones enviaron bitcoins a los atacantes.