Hechos clave:
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Tres delincuentes golpearon a su vĆctima hasta extraer los fondos almacenados en sus monederos.
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Aumentan los casos de violencia fĆsica para despojar a los usuarios de sus criptomonedas.
Una forma de crimen menos avanzada tecnolĆ³gicamente parece estar en aumento dentro del ecosistema de las criptomonedas: el uso de la violencia y la intimidaciĆ³n para robar bitcoins (BTC). El desarrollador Castlenine ha dejado evidencia de ello, al narrar cĆ³mo fue que se convirtiĆ³ en vĆctima de un ataque violento que terminĆ³ arrebatĆ”ndole sus ahorros.
Castlenine, desarrollador de la instituciĆ³n financiera para holders, Dux Reserve, revelĆ³ que su salud mental quedĆ³ en un punto de quiebre, despuĆ©s que tres delincuentes le atacaron en su propia casa. Ā«PodĆan haber robado mi computadora o mi laptop, pero eso no les importaba, estaban aquĆ por mis bitcoinsĀ», contĆ³ en un hilo de Twitter.
En medio de la agresiĆ³n, intentĆ³ disuadir a sus tres atacantes afirmando que no poseĆa bitcoins, sin embargo, pronto su mentira quedĆ³ en evidencia cuando los criminales encontraron sus monederos hardware guardados en un cajĆ³n de su escritorio. Ā«Mi falla nĆŗmero unoĀ», escribiĆ³ Castlenine para hacer referencia a su descuido de no resguardar sus dispositivos fĆsicos en un sitio mĆ”s seguro.
Generalmente, el almacenamiento en frĆo de bitcoin suele considerarse seguro contra hackers, virus, keyloggers, y otros ciberataques, pero quien posee criptomonedas no espera un ataque fĆsico, ni se protege para evitarlos, porque no suelen ser muy frecuentes. Aunque, todo parece estar cambiando ahora, cuando la actividad violenta en el sector se estĆ” multiplicando y diversificando. Uno de estos hechos tuvo lugar en Estocolmo, donde una pareja fue sorprendida en su propia casa por hombres armados que los obligaron a despojarse de sus ahorros en BTC.
En todo caso, dispuesto a no ceder los ahorros que tanto le habĆa costado conseguir, Castlenine inhabilitĆ³ su Coldcard utilizando la herramienta Brick Me que se activa introduciendo un cĆ³digo equivocado, precisamente para cuando el dueƱo de la cartera enfrenta situaciones de coacciĆ³n. Pero nada funcionĆ³. Ā«Esto no les gustĆ³ en absoluto y se tornaron mĆ”s agresivosĀ», explicĆ³.
Aun asĆ, decidiĆ³ avanzar en su intento por engaƱar a sus agresores, asĆ que les entregĆ³ los BTC almacenados en una direcciĆ³n que habĆa creado como Ā«seƱueloĀ». Pero, su nuevo plan tampoco funcionĆ³, pues, aunque los agresores se quedaron con estas monedas, insistieron para que les entregara su cartera principal. Ā«Me dijeron que dejara de jugar y les diera mi verdadero monedero. AsĆ que abrĆ mi segunda wallet seƱuelo, esperando que mordieran el anzuelo, pero todavĆa no me creyeronĀ», confesĆ³.
Desgastado ante tanta violencia su cuerpo se derrumbĆ³ y ya desmoralizado decidiĆ³ entregar todos sus ahorros guardados en su monedero principal de bitcoin. Ā«Solo me quedaron algunos sats en mi ColdCard. El resto se ha idoĀ», comentĆ³.
Ā«Yo no era un genio de bitcoin, solo era un joven ingenuoĀ»
Una vez que los delincuentes se marcharon, aunque su cuerpo pudo descansar de la violencia y el amedrentamiento, entonces tuvo que hacer frente al trastorno de estrĆ©s postraumĆ”tico. Incluso hoy dĆa, le cuesta procesar lo que ocurriĆ³. Ā«DesarrollĆ© una paranoia enfermiza. No confiaba en nadie, ni siquiera en mi pareja o en mi mejor amigoĀ».
Asegura que su mente continĆŗa trabajando, buscĆ”ndole una explicaciĆ³n lĆ³gica a lo ocurrido, pero de vez en cuando la duda ataca y se pregunta ĀæcĆ³mo llegĆ³ a convertirse en vĆctima de unos desconocidos? No recuerda haber revelado algo relacionado con sus ahorros en BTC, ni siquiera a su entorno mĆ”s Ćntimo. TambiĆ©n estĆ” seguro de haber eliminado su rastro mientras se mantenĆa en lĆnea.
Sin embargo, sospecha que los delincuentes notaron que trabajĆ³ en varios exchanges canadienses. Ā«Tal vez pensaron que yo era un genio de bitcoin cuando en realidad solo era un joven ingenuoĀ», argumenta.
A pesar de todo dice que no se distancia de bitcoin, por el contrario, sigue creyendo con firmeza en la criptomoneda pionera y por eso ahora trabaja con dedicaciĆ³n para ayudar a otros que, como Ć©l, un dĆa tomaron la decisiĆ³n de querer alcanzar su soberanĆa financiera. En esta tarea, Castlenine desarrolla la plataforma Dux Reserve, un administrador de claves para monederos hardware de bitcoin.
Dice que ha pasado muchas horas reflexionando sobre formas mĆ”s Ć³ptimas para asegurar sus bitcoins y ayudar a otros a hacerlo, pero en esa bĆŗsqueda ha descubierto que esto depende de las necesidades de cada quien. Como resultado de su investigaciĆ³n tambiĆ©n le queda claro que Ā«estadĆsticamente, el mayor peligro para nuestros BTC somos nosotros mismosĀ».
La experiencia traumƔtica de Castlenine se suma a la avalancha de hackeos de exchanges y plataformas de criptomonedas, ya que la actividad fraudulenta en procura de bitcoin y otras criptomonedas estƔ en aumento.
El ataque fĆsico para despojar a los usuarios de sus bitcoins tambiĆ©n tiene su propio historial tal como lo deja claro el desarrollador Jamesson Loop quien ha hecho un recuento de algunos casos conocidos. SegĆŗn su publicaciĆ³n se han perpetrado 66 ataques usando la violencia fĆsica, de los cuales cinco han ocurrido en lo que va de aƱo.
El archivo de Loop aun no registra un caso reportado recientemente por CriptoNoticias. Se trata de un suceso que ocurriĆ³ en Argentina, cuando un hombre identificado como F.T. fue asaltado el 18 de marzo, luego de que pactara una venta de bitcoins con compradores desconocidos. El robo se perpetrĆ³ a mano armada, llevĆ”ndose los delincuentes aproximadamente USD 4.000.