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Las stablecoins como Libra son las más riesgosas para el Banco de Pagos Internacionales.
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El organismo ve el borrador de la Unión Europea para regular stablecoins como el más completo.
El Banco de Pagos Internacionales (BIS) propone el uso de herramientas de regulación dinámicas y adaptables que faciliten la supervisión constante de las criptomonedas ancladas o stablecoins.
En un informe publicado el 24 de noviembre, titulado “Stablecoins: riesgos, potencial y regulación”, el BIS señala que la novedad del proyecto Libra de Facebook, y de otras stablecoins globales, exige que los reguladores reinventen las posibilidades de monitorear y supervisar la emisión y circulación de este tipo de criptomonedas.
Se plantea, por tanto, que el punto de partida para regular las stablecoins debe iniciar con un régimen de registro o concesión de licencias que permita obtener información sobre los proyectos y hacer seguimiento constante a las empresas.
“La información es una función central de la regulación, tanto desde el punto de vista de mejorar el funcionamiento y la eficiencia del mercado, como desde el punto de vista de la supervisión”, acota el estudio.
Este proceso de supervisión debe contemplar que la entrega de datos directos y automatizados sea un requisito de registro para todos los posibles emisores de stablecoins.
Aquí destacarían los proyectos que utilizan tecnología blockchain al generar información segura, admitir el monitoreo automatizado y permitir la verificación del cumplimiento. Según el BIS con ello se pondría en marcha el concepto de «supervisión integrada».
A juicio del organismo, como la recopilación de datos solo es útil en la jurisdicción donde se establece el proyecto, también es esencial combinar esta acción con acuerdos de intercambios transfronterizos. Para los analistas este procedimiento es necesario, tomando en cuenta que “los riesgos que representan las stablecoins para la estabilidad financiera” pueden desarrollarse sin ser observados.
“Existe el potencial de que una moneda anclada de propósito limitado pueda evolucionar rápidamente a una stablecoin”, apunta el informe. En consecuencia, el enfoque de regulación más adecuado estaría basado en un tratamiento diferencial, en función de la estructura o escala del proyecto.
El BIS hace referencia al borrador de regulación de stablecoins propuesto por la Unión Europea (UE) en septiembre pasado, el cual considera como el más completo.
Tal como se publicó en CriptoNoticias, el documento de la UE plantea la exigencia de requisitos diferentes para tokens de utilidad (monedas no estables), instrumentos financieros (entre los que se incluye bitcoin), stablecoins respaldadas por activos, y stablecoins significativas o globales. De esta manera, los proyectos más ambiciosos, que superen ciertos umbrales, tendrían un nivel de exigencia mayor.
Al citar el trabajo de la UE, el informe refiere otros esfuerzos que se realizan en todo el mundo con el fin de abordar la regulación de las criptomonedas ancladas.
A nivel internacional, las discusiones sobre enfoques de criptoactivos y monedas estables se están llevando a cabo a través del G20, G7, FSB (Servicio Federal de Seguridad de la Federación de Rusia), IOSCO (Organización Internacional de Comisiones de Valores), BCBS, FATF y otros. También una serie de otras autoridades, incluidas las de Suiza, Rusia y el Reino Unido, han promulgado legislación o están en proceso de desarrollo.
Informe BIS.
Stablecoins globales, las más peligrosas por su alcance
El BIS parte de una clasificación que establece diferencias entre las que denomina “monedas estables en general” y las llamadas “monedas estables globales”.
En la primera categoría se incluyen criptomonedas como Tether (USDT), USD Coin (USDC) o DAI. Sobre ellas, el BIS señala que su regulación y supervisión debe adaptarse constantemente, tanto para monitorear y evaluar sus riesgos como para abordar las repercusiones de sus operaciones en la economía, los consumidores y el sistema financiero. Hasta ahora, los analistas no avizoran grandes riesgos con este tipo de monedas.
El valor de mercado de las monedas estables existentes alcanzó los USD 14.000 millones en agosto de 2020, pero todavía las autoridades están preparadas para un mundo en el que estos volúmenes sean de mayor magnitud.
Informe BIS.
La segunda categoría se corresponde con las stablecoins globales, entre las que se halla Libra. Para el BIS se trata de proyectos más complejos, que “sí representan riesgos graves para el sistema financiero” al ser pensadas para pagos minoristas masivos. De acuerdo a los señalamientos del estudio, el temor de los reguladores tiene que ver con su alcance.
La moneda estable Libra, en particular, podría usarse en ofertas de pagos de rápido crecimiento en múltiples mercados, incluido Facebook Pay, WhatsApp Pay e Instagram Pay, con acceso potencialmente rápido a cientos de millones de clientes minoristas en un período muy corto. Si tiene éxito, Libra podría fácilmente lograr una adopción masiva en múltiples jurisdicciones dadas las redes establecidas de Facebook y otros miembros de la Asociación Libra, con el potencial de lograr volúmenes sustanciales en relación con los proveedores de pagos existentes.
Informe BIS.
La postura del organismo internacional es diferente con relación a las monedas digitales de banco central (CBDC), las cuales “no representarían los mismos conflictos de intereses que las stablecoins”. Estos conflictos se vinculan con los mecanismos de estabilización del precio de la moneda y los activos que sirven de respaldo.
Aunque el BIS manifiesta algunas dudas sobre el diseño e interoperabilidad de las CBDC, las ve como más viables. Concluye así que posiblemente las stablecoins sean solo un experimento que harán de puente hacia las monedas digitales. Servirían como paso evolutivo hacia estas nuevas alternativas de pago respaldadas por monedas fíat, facilitando la conexión del dinero del banco central a nivel transfronterizo.