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Bitcoin tiene el poder de incluir a millones de personas en un sistema financiero.
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Los abogados podrían ser los indicados para explicarle a los reguladores los beneficios de Bitcoin.
“¿Por qué Bitcoin es revolucionario? Me parece muy importante que ustedes, como abogados lo entiendan”, dijo el licenciado en economía Gabriel Kurman, de IOVLAbs. Dio así inicio a su ponencia en una jornada abierta sobre criptomonedas que organizó la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, Argentina.
Para Kurman, Bitcoin, blockchain y las criptomonedas tienen la capacidad de incluir a muchas personas desplazadas del sistema financiero. Este sistema, según explicó, “deja a más o menos 3 mil millones de personas totalmente excluidas por múltiples razones, entre ellas regulatorias”.
Agregó que, debido a que el uso de dinero en efectivo está en declive, estas personas quedan aún más desplazadas. Por eso, este especialista en mercados de capitales invitó a su audiencia a conocer los beneficios de Bitcoin para que puedan promoverlos.
“Si ustedes entienden el rol que puede llegar a cumplir Bitcoin se van a convertir muy rápidamente en defensores de esta tecnología. Así lo hacen muchos abogados alrededor del mundo que intentan explicarles a los reguladores el potencial que esto puede tener en construir una sociedad mejor”, dijo.
Durante su ponencia en la Jornada, Kurman insistió con este tema y señaló que el mayor potencial revolucionario de Bitcoin está en aquellos países en los que el sistema financiero dominante dejó una mayor cantidad de gente excluida:
“Nosotros entendemos que Bitcoin nos da la posibilidad de construir un sistema financiero inclusivo para todos los que hoy están excluidos del sistema. Ellos necesitan participar en la economía global de un sistema financiero que sea lo suficientemente accesible y seguro para que puedan interoperar con las pequeñas transacciones a las que pueden acceder. Por eso es que la percepción que se tiene de Bitcoin en Estados Unidos y en Europa es distinta a la que tenemos en América Latina, África o muchos países del sudeste asiático”.
Gabriel Kurman, licenciado de Economía y responsable de estrategia de RIF en IOVLAbs.
Con relación a esto, buscó diferenciarse de quienes ven en Bitcoin, blockchain y las criptomonedas, una cuestión meramente monetaria o tecnológica: “Lo que estamos construyendo aquí no es solo tecnología porque, si así fuera, no estaríamos cambiando nada ni sería demasiado revolucionario”.
Bitcoin e Internet del valor: una revolución de confianza
Kurman mencionó que estamos viviendo la construcción de la Internet del valor. Así como la llegada de Internet permitió a personas de todo el planeta expresar sus opiniones, “la esperanza es que Bitcoin nos permite construir un sistema financiero que dé libertades y sea escalable” para que pueda llegar a todos.
Para que esto ocurra, será necesario dejar de confiar en intermediarios y depositar la confianza en el código y la tecnología. Por eso Kurman comparte la opinión de la revista The Economist que, en 2015, calificó a Bitcoin como “una máquina de confianza”.
“Tenemos la esperanza de que [la Internet del valor] pueda darle a nuestra sociedad global los mismos beneficios que la Internet de la información le dio a la libertad de expresión”, dijo el conferencista. Tras eso volvió a animar a los abogados a empaparse de conocimientos sobre el tema para que influyan en las regulaciones que se emitan, de manera tal que todas las personas puedan quedar dentro del sistema.
La necesidad de políticas de Estado amistosas con Bitcoin
Lejos de los ideales más criptoanarquistas que abogan por un total desentendimiento por parte de los Estados nacionales, Kurman se mostró favorable a regulaciones Bitcoin-friendly.
Mencionó los casos de Londres, Japón, Singapur o Gibraltar donde, según dijo, hay regulaciones que favorecen el surgimiento de empresas dentro del ecosistema de las criptomonedas. Allí, los gobiernos “ven a esto como una fuente de trabajo y de crecimiento para sus economías”.
Señaló que, según su opinión, la base para lograr algo así es que haya una política de Estado acorde. Lamentablemente aun en muchos lugares se adoptan medidas que no favorecen el desarrollo y uso del ecosistema de las criptomonedas, sino que lo restringen.
El argumento para las prohibiciones suele ser la prevención de actividades ilegales. A eso, Kurman responde que así “se está matando la posibilidad de incluir financieramente al 65% de la población en América Latina que hoy está en la pobreza”.
Uno de estos casos es el de Ecuador. Allí el Código Monetario prácticamente elimina toda posibilidad de darle una aplicación económica a esa tecnología. Incluso se estipularon sanciones para quienes ejerzan algún tipo de negocio relacionado.
También el Banco Central del Ecuador informa a los ciudadanos que Bitcoin “no es un medio de pago autorizado para su uso en el país”, debido a que “no tiene respaldo, pues sustenta su valor en la especulación”. Aclaran que la compra y venta de criptomonedas no está prohibida, pero no pueden usarse como medio de pago de bienes y servicios.
Pero Kurman no pierde su optimismo. “América Latina tiene una oportunidad única en este momento para liderar la construcción de esta nueva Internet”, asegura. Él anhela que “el próximo ‘Google’ del sistema financiero descentralizado y P2P sea construido en América Latina y otorgue empleo a programadores de la región”.
Las monedas fíat con futuro incierto y Bitcoin como solución
En lo que no es optimista para nada, es en su visión sobre la salud del dólar estadounidense y como consecuencia, la de todas las monedas de naciones que tienen reservas en dólares. Durante su exposición hizo referencia a la masiva emisión monetaria que está efectuando la Reserva Federal estadounidense (FED).
“En los últimos meses estamos viendo, lamentablemente, una impresión de moneda fiduciaria en todo el planeta sin precedentes en la historia moderna. Entonces no podemos confiar en las monedas de nuestros bancos centrales que siempre mantenían cierta intensión de independencia con el poder político.
Gabriel Kurman, licenciado de Economía y responsable de estrategia de RIF en IOVLAbs.
En los Estados Unidos se ha impreso el 30% de su base monetaria total. Les hago un llamado a la conciencia: esos trillones fueron principalmente a empresas de Wall Street, no piensen que eso lo están pagando los contribuyentes estadounidenses. No, eso lo estamos pagando todos nosotros y es importante que lo tengamos bien en claro”.
Kurman señaló que los bancos centrales de América Latina tienen el 80% de sus reservas en dólares y lo mismo ocurre con muchas personas que ahorran en esa moneda. “Están imprimiendo muchísimo más dinero del que tienen, lo cual solo puede tener como efecto el devaluar el valor de los papelitos que tenemos en nuestras manos”, explicó.
Para enfrentar este escenario gris, el economista vuelve a la ya mencionada solución revolucionaria: “¿Qué pasa si a nivel global fuésemos capaces de construir un sistema financiero programable de código abierto?”. Explica que el código abierto implica “que no hay secretos y que no hay back doors donde se puede bloquear a alguien porque no sigue las reglas del juego”.
“Sería lindo si logramos construir este sistema financiero donde cualquier programador pueda auditar el código de punta a punta y donde todas las transacciones sean transparentes, no solo a nivel usuario sino también a nivel gobierno”, dijo Kurman. Luego de esto repitió la invitación a su audiencia: “Ojalá muchos de ustedes ayuden a construirlo y a darle el marco regulatorio correspondiente en América Latina”.