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Messari dice que gran parte de los validadores usan un protocolo regulado por la OFAC.
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El Merge pone en riesgo la descentralización de Ethereum, dice la firma.
La firma de analítica de datos Messari, indicó en un informe que existe una «amenaza creíble para la neutralidad y la resistencia a la censura en la red de Ethereum».
Esta advertencia se produce luego que aumentara en un 52% el número de validadores de Ethereum que cumplen con las directrices de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) de EE. UU., de acuerdo a datos de Messari.
En ese sentido, asegura que esto se debe a que una gran cantidad de validadores están utilizando relays MEV-Boost. Esto es un servicio que los validadores de Ethereum PoS tienen la opción de ejecutar para subcontratar sus tareas de producción de bloques al mejor postor, según MevWacht.
Precisamente, las relays MEV-Boost están regulados por la OFAC y es posible censurar ciertas transacciones que la agencia estadounidense considere van en contra de sus regulaciones o intereses.
De hecho, un 25,8 % de los bloques que se validan en Ethereum son censurables por las normas de la OFAC. Esto quiere decir que estos no procesan las transacciones en la red que son vetadas por las regulaciones actuales de ese país, hecho que reportó este medio.
Sanción a Tornado Cash también influye
Otra acción que influyó en el incremento de los validadores que siguen la línea de la OFAC, fue la medida tomada por esa agencia en contra el mezclador de Ethereum, Tornado Cash, según Messari.
Cabe recordar, que el pasado agosto, el Departamento del Tesoro de EE. UU. a través de la oficina reguladora sancionó a Tornado Cash y a 44 contratos inteligentes relacionados entre sí, por presuntamente estar ligados a las acciones de ciberdelincuentes, hackeos y otros crímenes.
Tornado Cash no fue creado por delincuentes o para delincuentes, pues es un protocolo que permite a las personas ocultar el origen o destino de sus criptomonedas y tokens en la red Ethereum. Tampoco custodia fondos al facilitar transacciones privadas.
Aunque la herramienta se ha visto relacionada en distintas ocasiones con delitos, también es cierto que, 9 de cada 10 transacciones ejecutadas con el protocolo no están relacionadas con hackeos.
