-
Según Davenport, la legislación motiva a malos actores a idear alternativas para lavar dinero.
-
También considera que vulnera la privacidad financiera de los usuarios y los expone a riesgos.
La privacidad de millones de estadounidenses estará en grave riesgo si se aprueba la nueva legislación propuesta por la FinCEN, asegura el CEO de una de las compañías de custodia de criptomonedas más antiguas del ecosistema.
Brian Davenport, CEO de BitGo, envió sus comentarios respecto a una reciente propuesta de legislación para recaudar información sobre los usuarios que hacen autocustodia de sus criptomonedas.
Como reportamos en CriptoNoticias, la Oficina de Delitos Financieros (FinCEN), adscrita al Departamento del Tesoro estadounidense, busca obtener información de aquellos usuarios que retiren o depositen el equivalente a más de 10.000 dólares en criptomonedas entre casas de cambio y carteras autocustodia, además de otras especificaciones regulatorias.
La ley dispone la creación de una base de datos centralizada, con información de los usuarios de criptomonedas, en poder de la FinCEN. Davenport advierte que esta base de datos puede ser objeto de ataques y robos, lo que supone enormes riesgos para los usuarios cuyos datos personales se encuentren ahí.
«Crear un depósito centralizado de los individuos que poseen criptomonedas los pone en enormes riesgos, y lejos de reducir el crimen, reúne el potencial para crear una ola de crímenes violentos nunca antes vista», afirmó.
Davenport, quien también es inversionista en compañías como Kraken, Paxos y Xapo, compartió la carta dirigida a la FinCEN a través de Twitter, donde recibió el soporte de la comunidad en esa red social.
El ejecutivo mencionó entre sus razones para rechazar esta legislación, que el reglamento va más allá de ninguna otra normativa existente. Así, indicó que no ofrece mayores avances en materia de investigación, motiva a los malos actores a operar al margen de la ley, destruye la privacidad financiera de los estadounidenses y los expone a «daños físicos reales».
Bitcoin: fácil de rastrear, imposible de identificar
En su opinión, es razonable implementar una ley para conocer la identidad de los usuarios, como ocurre con los bancos y otros servicios financieros tradicionales. Sin embargo, Davenport explica que la alta trazabilidad de las criptomonedas marca la diferencia, pues la forma de rastreo que propone el reglamento, vulnera la privacidad de los usuarios.
El hecho de que con Bitcoin y otras criptomonedas, se pueda explorar y tener pleno conocimiento de todas las transacciones, de forma indiscriminada, hace esta ley comparable a una operación masiva de vigilancia, afirma.
Respecto al apartado que exige verificar las carteras autocustodia cuando realizan transacciones superiores a 3.000 dólares, el ejecutivo señaló que este propósito es contraproducente. El director de BitGo opina que el reglamento propuesto puede hacer buscar otras opciones a los malos actores.
De hecho, pienso que a las autoridades les conviene que las transacciones ilícitas ocurran en casas de cambio, donde existe la probabilidad de que el exchange use su propio software de análisis blockchain para bloquear o reportar actividad sospechosa. Tal y como está, el reglamento propuesto forza a los malos actores a mejorar su seguridad operacional.
Dave Davenport, CEO de BitGo.
El funcionamiento de Bitcoin hace la vigilancia impráctica e inviable
Como puntos clave, Davenport señala que es imposible probar la propiedad de una persona sobre una dirección de Bitcoin. Aunque en la red la firma pública del propietario sea visible, no se puede asociar a una identidad real del mundo exterior.
Si bien en un sentido didáctico se utilicen términos como «enviar», «recibir» o «dirección», lo cierto es que Bitcoin y otras criptomonedas no funcionan así realmente, especifica.
Davenport apunta que el sistema de entradas (UTXI) y salidas (UTXO) de monedas como Bitcoin, dificulta identificar el origen de una transacción, ya que “las entradas de una transacción son las salidas de transacciones anteriores”.
De aprobarse esta ley, un usuario tendría que «saltar» entre cada salida hasta consolidar sus fondos en una sola entrada y declarar que esta le pertenece. Este procedimiento hipotético no arrojaría información útil para las autoridades, además de ser poco práctico.
A esta situación le suma el caso de los contratos inteligentes y otros usos de las criptomonedas, donde resultaría más improbable imponer controles. Además, regular las empresas y organizaciones que emiten contratos inteligentes, especialmente de uso financiero, afectaría la competitividad de las empresas estadounidenses en el sector, dijo.
Por último, increpó a las autoridades a extender el periodo de discusión de la ley, estableciendo un diálogo entre todas las partes, incluyendo al público general. Davenport asegura que está en juego «la privacidad y seguridad de los estadounidenses, la habilidad de las autoridades de hacer su trabajo y la competitividad de las compañías emergentes estadounidenses».
Aunque Davenport no habló en nombre de las empresas para las que trabaja o en las que mantiene inversiones, Kraken se pronunció por su cuenta contra la legislación, reportamos en CriptoNoticias.
Las declaraciones de Davenport se suman a los comentarios de Matt Corallo, desarrollador pionero del protocolo original quien también rechazó la propuesta por motivos similares; al igual que otras organizaciones que cuestionan los aspectos polémicos de la ley.