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El plan apunta a crear un escudo financiero con BTC, reduciendo la dependencia del dólar.
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El Banco Central supervisará la reserva garantizando máxima transparencia.
El Congreso de Brasil se prepara para un debate histórico el próximo 20 de agosto de 2025, ya que sobre la mesa está el proyecto de ley 4501/2024, una iniciativa que impulsa la inversión en bitcoin (BTC) del 5% de las reservas internacionales del país (cerca de 17 mil millones de dólares).
Este movimiento define la ambición de la nación sudamericana por liderar la adopción institucional de activos digitales en Latinoamérica y blindar su economía frente a la incertidumbre global.
La iniciativa, impulsada por el congresista Eros Biondini, se centra en bitcoin como un activo estratégico para proteger las finanzas nacionales. El plan busca diversificar las arcas del Estado, reducir la fuerte dependencia del dólar estadounidense y mitigar los riesgos asociados a las tensiones geopolíticas.
Al hacerlo, Brasil se adelantaría a otras potencias regionales y globales que podrían seguir sus pasos, y proyecta una imagen de hub de innovación para atraer capital del ecosistema de los activos digitales.
Adicionalmente la propuesta responde a una necesidad estratégica de proteger la economía brasileña contra la volatilidad del dinero fíat y los crecientes riesgos geopolíticos. Y aunque no se menciona en el texto de la propuesta, esta medida se alinea con las políticas de «desdolarización» impulsadas desde el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El proyecto de ley asigna al Banco Central de Brasil la responsabilidad total de la operación. En ese sentido, la institución gestionará las compras graduales y custodiará los activos. Su plan es establecer un sistema de monitoreo que empleará la tecnología de Bitcoin e Inteligencia Artificial.
Como se lee en el documento propuesto, se busca establecer una reserva nacional de bitcoin financiada con el 5% de sus reservas internacionales, lo que según las reportadas en marzo por el Banco Central de Brasil le alcanzaría para comprar más de 137.000 BTC al precio actual de 120.000 dólares.
Tal posesión lo colocaría por encima de El Salvador, único país de Latinoamérica que acumula bitcoin como activo estratégico de tesorería, y convertiría a Brasil en el tercer país del mundo con más BTC luego de Estados Unidos y China, de acuerdo con la firma de investigación Bitcoin Treasuries.
Con ello, el país incluiría a la moneda digital en los activos financieros del Tesoro Nacional, persiguiendo los siguientes 5 objetivos principales:
- Diversificación de activos: incorporar bitcoin (hasta un 5% de las reservas internacionales) para diversificar las reservas financieras de Brasil y reducir la exposición a fluctuaciones cambiarias y riesgos geopolíticos.
- Protección económica: usar bitcoin como un activo de cobertura contra crisis económicas e inflación, siguiendo ejemplos como los ETF de BTC en Estados Unidos.
- Fomento de la tecnología de Bitcoin: promover el uso de la cadena de bloques en los sectores público y privado, incentivando la innovación tecnológica y la creación de startups especializadas.
- Respaldo para el Real Digital (Drex): garantizar un respaldo para la moneda digital brasileña, integrando bitcoin en la estrategia financiera nacional.
- Seguridad y transparencia: gestionar los bitcoin almacenados por el Estado con tecnologías avanzadas como carteras frías (cold wallets), inteligencia artificial para monitoreo y protocolos para proteger contra ciberataques y fraudes. Además obliga a las instituciones a presentar y publicar «informes semestrales para garantizar transparencia».
De concretarse esta adopción institucional, Brasil marcaría una clara distancia del modelo implementado por El Salvador. Esto debido a que mientras la reserva salvadoreña depende de las decisiones discrecionales del presidente Nayib Bukele y enfrenta cuestionamientos debido a informes del Fondo Monetario Internacional (FMI), la iniciativa brasileña se basa en un marco legal específico para invertir en BTC a nivel estatal.
En todo caso, a pesar del potencial, la iniciativa enfrenta un obstáculo inmediato: la turbulenta política interna. Las tensiones en el Congreso, amenazan con descarrilar o retrasar el debate. Esto mientras seguramente el mundo financiero observará atentamente si Brasil logra superar sus divisiones internas para capitalizar esta oportunidad histórica o si dejará pasar la ocasión de convertirse en la primera gran economía de la región en integrar bitcoin a su estrategia financiera.