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Se busca desdolarizar el comercio entre BRICS y crear un sistema de pagos independiente.
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La diversidad de intereses dificulta la cohesión y el avance hacia la desdolarización.
Rusia concluyó su presidencia en la alianza BRICS con importantes avances en el desarrollo de modelos para reducir la dependencia del dólar, según lo declarado por el vicecanciller ruso, Sergey Ryabkov, durante una conferencia de prensa posterior a la cumbre de la asociación en la ciudad rusa de Kazan. Ryabkov indicó que el país traspasa a Brasil la responsabilidad de llevar a cabo, de ahora en adelante, las iniciativas de desdolarización.
Subrayó el diplomático que el primer paso es convertir las ideas sobre la desdolarización en acciones concretas y patrones operativos. «Es evidente que esta área es extremadamente sensible y conlleva riesgos relacionados con sanciones ilegítimas. Sin embargo, también existen soluciones para protegernos de tales medidas», afirmó.
El enfoque propuesto incluye esquemas de compensación mutua que permiten realizar transacciones sin la necesidad de depender del dólar, resaltando la idea de un desarrollo multilateral. «Estamos convencidos de que la iniciativa ha sido lanzada; no son solo palabras, sino que es el resultado de un trabajo formalizado en acuerdos», agregó Ryabkov.
El vicecanciller ruso mencionó que ya existen sistemas funcionales para las liquidaciones mutuas que evitan el sistema SWIFT que ha sido monopolizado por Occidente. «Estos sistemas no solo deben ser desarrollados, sino también integrados entre sí, formando una red efectiva que aborde los desafíos logísticos y de transporte, especialmente en el sector asegurador, independientemente de los mecanismos occidentales», explicó, tal como lo difundió la agencia de noticias TASS.
Entre las ideas prácticas que surgieron durante la presidencia de Rusia están BRICS Bridge, BRICS Clear y BRICS Reinsurance, que se han transformado en elementos clave en los acuerdos establecidos entre los líderes y especialistas de la asociación.
La propuesta de BRICS Reinsurance, por ejemplo, consiste en establecer una compañía de reaseguros para permitir el envío ininterrumpido de bienes y productos básicos clave entre los países miembros, mientras que BRICS Clear, es «una iniciativa para complementar la infraestructura existente del mercado financiero», como se detalla la declaración de la Cumbre de los BRICS, un documento de 43 páginas, emitido el jueves 24 de octubre, al cierre del evento.
En ese documento se reconoce que en realidad se habían logrado pocos avances en la creación de un sistema de pagos alternativo, que algunos miembros esperan que sirva para financiar las transacciones entre los países BRICS.
Sin embargo, tal como CriptoNoticias ha informado, la desdolarización del grupo se plantea como un objetivo clave. «El aumento en el uso de monedas nacionales es un camino directo, claro y efectivo hacia la desdolarización», aseguró Ryabkov, añadiendo que la digitalización de la moneda también resulta ser un objetivo importante que debe abordarse en las futuras discusiones de la alianza.
Desdolarización: ¿un juego trabado para los BRICS?
La reciente cumbre de los BRICS, celebrada en Kazan, Rusia, mostró una unidad aparente de un grupo de naciones en busca de un nuevo orden mundial, pero también reveló tensiones subyacentes que amenazan su continuidad. Los líderes de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, junto con los recientemente integrados Egipto, Etiopía, Irán y los Emiratos Árabes Unidos, se encontraron para expresar su descontento con la estructura del poder global dominada por Estados Unidos. Sin embargo, a pesar de sus intentos por aparentar cohesión, tras bastidores, las diferencias entre los líderes de estos países parecen ser significativas y podrían impedir que la ambiciosa agenda de desdolarización avance.
La declaración final, conocida como la Declaración de Kazan, clamó por el uso de monedas locales en las transacciones financieras entre los miembros, estrategia que busca disminuir la influencia del dólar y, por ende, del poder de EE. UU. Sin embargo, el camino hacia la desdolarización se presenta complicado; la resistencia a la idea de un choque frontal con Occidente es un signo de las diferencias internas en el grupo, tal como lo señala una publicación del medio The Japan Times.
La cumbre de BRICS sacó a la luz un dilema fundamental: aunque hay un deseo palpable de reformar la gobernanza global y reducir el poder estadounidense, la diversidad de intereses entre los miembros complica los esfuerzos hacia un frente unido. Desde la postura conciliadora de India, bajo el liderazgo del primer ministro Narendra Modi, hasta el fervor adversarial de Putin y Xi Jinping, las visiones sobre el futuro del grupo divergen, se agrega en la publicación japonesa.
En ese sentido, la tarea que queda pendiente, además de trabajar por la autonomía financiera, también deben hacerlo por la cohesión interna que les permita actuar de manera conjunta en un escenario internacional.
Sistemas de pagos alternativos, una imperiosa necesidad
Por su parte, el viceministro de Finanzas de Rusia, Iván Chebeskov, dijo que los países socios de los BRICS han recibido con entusiasmo las propuestas planteadas para establecer un sistema de pagos independiente, pero también aclaró que la implementación de tales modificaciones requiere tiempo y pruebas piloto.
“Todo depende del proceso de estandarización y adaptación a nuevas tecnologías, un desafío considerable dado lo arraigado que está el sistema actual”, explicó Chebeskov, según una nota difundida por la agencia estatal.
El funcionario agregó que las propuestas están centradas en modernizar los mecanismos de pago internacionales, que actualmente se consideran obsoletos, costosos e ineficaces.
Con relación a la resistencia del Occidente colectivo hacia estas iniciativas, el viceministro argumentó que los países desarrollados intentan mantener el control sobre la infraestructura y las instituciones financieras. “Este enfoque a largo plazo es erróneo. Si no podemos crecer dentro de la infraestructura occidental creada, construiremos la nuestra”, aseveró.
En definitiva, el viceministro enfatizó que la transición al nuevo sistema de pagos será un proceso evolutivo y no una revolución, presentando soluciones complementarias a las existentes. “Estamos recibiendo una respuesta positiva, lo que se refleja en las declaraciones aprobadas en Kazán”, concluyó Chebeskov.