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Bitcoin se convierte en activo intocable, almacenado como reserva nacional.
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La orden establece una jerarquรญa que distingue a bitcoin de otros activos digitales.
Cuando Donald Trump estampรณ su firma el 6 de marzo de 2025 en una orden ejecutiva para crear una reserva de bitcoin (BTC), no solo sacudiรณ los cimientos de Wall Street, sino que tambiรฉn lanzรณ a Estados Unidos a una carrera por el dominio del llamado oro digital.
El documento, que a simple vista parece sencillo, ordena la creaciรณn de un tesoro nacional โuno para bitcoin y el otro con el resto de las criptomonedas decomisadasโ es un rompecabezas con claves ocultas que podrรญan redibujar el mapa financiero global.
Significa que ahora Estados Unidos tendrรก lo mismo que creรณ hace casi 90 aรฑos en Fort Knox (depรณsito de lingotes de oro de Estados Unidos), pero en el mundo digital con bitcoin. Y mรกs allรก del ruido que se estรก generando en torno a este movimiento, esta orden ejecutiva firmada por Trump esconde tres claves que revelan una ambiciosa apuesta.
En primer lugar, la orden establece que los bitcoin decomisados por agencias federales no serรกn liquidados, como era costumbre, sino almacenados indefinidamente en la Reserva Estratรฉgica de Bitcoin. ยซLos BTC gubernamentales depositados en la Reserva Estratรฉgica de Bitcoin no se venderรกn y se mantendrรกn como activos de reserva de los Estados Unidosยป, reza el texto (Secciรณn 3(a)).
El hecho de que bitcoin permanezca como activo intocable, sin que se venda, sino que se guarde, es clave porque rompe con dรฉcadas de tradiciรณn en las que los activos confiscados, como el oro, se subastaban rรกpidamente para engrosar las arcas pรบblicas.
Ahora, Trump estรก apostando por una visiรณn de largo plazo, donde Bitcoin, con su lรญmite de 21 millones de monedas y su reputaciรณn como reserva de valor, se convierte en un pilar estratรฉgico para la economรญa estadounidense. De esta manera, Estados Unidos sienta las bases para un futuro en el que la invenciรณn de Satoshi Nakamoto, desempeรฑe un papel clave en la economรญa nacional y global.
Este mismo hecho estรก relacionado con un tema que destaca Nic Carter, destacado analista y defensor de Bitcoin. Para รฉl, uno de los puntos mรกs destacados del anuncio es el reconocimiento oficial de Bitcoin por parte del gobierno de los Estados Unidos.
ยซBitcoin obtiene el sello de aprobaciรณn oficial del gobierno de los Estados Unidos, ninguna otra moneda lo consigueยป, seรฑalรณ Carter. Este respaldo implรญcito coloca a la moneda digital en una categorรญa รบnica, distinguiรฉndola claramente de otras criptomonedas que serรกn gestionadas en una reserva separada de activos digitales.
Una jerarquizaciรณn donde bitcoin reina y otras criptomonedas esperan
Eso nos lleva a la segunda clave, destacando el hecho de que la orden no trata a todas las criptomonedas por igual. Mientras bitcoin recibe su propia reserva dedicada, el resto de los activos digitales โcomo ether, stablecoins y otros tokensโ quedan relegados a una segunda categorรญa, como es la Reserva de Activos Digitales de los Estados Unidos (Secciรณn 3(b)).
Tambiรฉn estรก el hecho de que el gobierno podrรก sumar bitcoin adicionales mediante decomisos o multas, pero no adquirirรก otros criptoactivos sin una nueva acciรณn ejecutiva o legislativa (Secciรณn 3(c)).
Este favoritismo no es casual. La orden destaca la escasez y seguridad de bitcoin como razones para priorizarlo (Secciรณn 1), un guiรฑo a los maximalistas de BTC que podrรญa tener ecos geopolรญticos. Es por ello que Michael Saylor dice que ยซla historia consagrarรก el momento en que Trump estableciรณ la Reserva Estratรฉgica de Bitcoin de EE. UU., un punto de inflexiรณn en el panorama financiero y geopolรญtico del siglo XXIยป. Con ello sugiere que mรกs naciones seguirรกn los pasos que estรก dando el paรญs norteamericano.
Por otro lado, el Secretario del Tesoro, Scott Bessent, asegura que Estados Unidos si va a comprar mรกs bitcoin, pero el gobierno analiza los pasos a seguir para realizar esas compras, ya que ยซno tenemos excedente de dinero en este momento para realizar esas inversionesยป.
La orden deja en claro que cualquier adquisiciรณn futura de bitcoin por parte del gobierno deberรก ser aprobada por el Congreso. Este enfoque refuerza la transparencia y el control democrรกtico sobre las decisiones relacionadas con las reservas de activos digitales, evitando que el ejecutivo tome decisiones unilaterales en este รกmbito.
Evaluaciรณn de aspectos legales y de inversiรณn para las reservas de bitcoin
Como tercera clave destaca lo contemplado en la Secciรณn 4 de la orden, la cual exige que cada agencia proporcione una contabilidad completa de todos los activos digitales del Gobierno en su posesiรณn. Esto indica que la administraciรณn de Trump estรก tratando de obtener una imagen clara y precisa de sus tenencias de bitcoin y criptomonedas, lo que podrรญa ser un primer paso hacia una gestiรณn mรกs estratรฉgica y transparente de estos activos.
De hecho, en la Secciรณn 3(e), se ordena al Secretario del Tesoro que entregue una evaluaciรณn de las consideraciones legales y de inversiรณn para establecer y administrar la Reserva Estratรฉgica de Bitcoin y la Reserva de Activos Digitales de los Estados Unidos. Esto sugiere que el gobierno estรก considerando cuidadosamente las implicaciones legales y financieras de mantener y gestionar grandes cantidades de activos digitales, lo que podrรญa incluir riesgos regulatorios, de seguridad y de mercado.
Estos puntos subrayan la importancia estratรฉgica que el gobierno de los Estados Unidos estรก asignando a Bitcoin y otros activos digitales, asรญ como las consideraciones legales y financieras que estรกn siendo tomadas en cuenta para su manejo y administraciรณn.
En definitiva, las 3 claves de la orden de Trump para una Reserva de Bitcoin son las siguientes:
- Bitcoin es un activo intocable, por lo tanto, no se vende, se guarda.
- Hay una doble reserva de activos digitales, pero bitcoin tiene un trato especial frente a las criptomonedas.
- La reserva de bitcoin se resguardarรก y gestionarรก con enfoque estratรฉgico, considerando riesgos regulatorios, de seguridad y de mercado, donde las futuras adquisiciones dependerรกn del Congreso.