-
Ripple busca posicionar a XRP como una opción para la reserva digital de EE.UU.
-
Bitcoin es la mejor opción para incluir como activo en el tesoro estadounidense.
En una partida de ajedrez donde cada jugada cuenta, Ripple está moviendo sus piezas para influir en la administración Trump. ¿Podrá la empresa creadora del token XRP alterar la política pro Bitcoin del presidente?
En el ámbito de las criptomonedas, la práctica del cabildeo político o «lobbying» se ha convertido en una tendencia. No se trata de un fenómeno aislado en el caso de Ripple, sino más bien, representa una estrategia más amplia dentro de la industria de los activos digitales que surgió para influir en el panorama regulatorio estadounidense.
Por ejemplo, en 2020, FTX, entonces uno de los exchanges de criptomonedas más influyentes, realizó donaciones significativas, superando los 5 millones de dólares, al Comité de Acción Política (PAC) demócrata y a la campaña del entonces candidato presidencial Joe Biden. Dos años después, tras el colapso de FTX, el congresista estadounidense Tom Emmer acusó a Gary Gensler, presidente de la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC), de haber colaborado en «explotar lagunas legales» para establecer un régimen regulatorio que favoreciera específicamente a FTX, sugiriendo un posible sesgo en la regulación de criptomonedas.
Desde 2020, Ripple, que mantiene una batalla legal contra la SEC, invirtió millones de dólares en actividades de lobby durante este periodo. Su esfuerzo refleja el interés de la empresa en moldear la política regulatoria, y también cómo el cabildeo se ha convertido en una herramienta indispensable para las empresas de criptomonedas. Estas empresas buscan influir en la regulación de un sector que evoluciona rápidamente, tratando de asegurar un marco legal que permita su crecimiento y adaptación en el mercado global.
Luego Ripple fue más allá al contratar a Ballard Partners, una firma con lazos fuertes a la administración Trump, apenas ocho días después de su reelección en noviembre de 2024. Este movimiento subraya su interés en influir en la nueva administración, uniéndose a otras empresas como Kraken y Blockchain.com que también han buscado influencia directa a través de Ballard.
La elección de Trump, con su promesa de un enfoque pro Bitcoin, ha sido un catalizador para estos esfuerzos de cabildeo; sin embargo, la pregunta que surge ahora es ¿cómo estos esfuerzos de cabildeo moldearán la regulación futura de las criptomonedas? y ¿qué impacto tendrá para el ecosistema de la moneda digital creada por Satoshi Nakamoto?
¿Puede el lobby de Ripple moldear la política pro Bitcoin de Trump?
Ripple Labs, Coinbase y Andreessen Horowitz donaron más de 140 millones de dólares a Fairshake, el PAC o Comité de Acción Política que representa los intereses de los defensores de las criptomonedas. La cifra los convierte en los mayores contribuyentes para transformar el panorama político con la idea de moldear el futuro para alcanzar una mayor aceptación de los activos digitales en todas las esferas del gobierno.
De tal manera que Ripple Labs se posiciona como uno de los jugadores clave en la industria de las criptomonedas, particularmente bajo la administración de Donald Trump. Este enfoque le proporciona la visibilidad necesaria para que su voz sea escuchada en discusiones sobre regulación y otros ámbitos relacionados con los activos digitales.
Así que, si Ripple logra presentar sus propuestas de manera que apoyen los objetivos económicos de Trump, como el aumento de empleos y la inversión en tecnología, su influencia podría crecer significativamente. En respuesta, el gobierno de Trump seguramente evitará políticas que perjudiquen sus operaciones.
En definitiva, claro que Ripple tiene las herramientas y el potencial para influir y moldear la política pro Bitcoin de Trump. Sin embargo, su éxito dependerá de su habilidad para navegar un paisaje político complejo, mantener relaciones estratégicas y presentar propuestas. Todo esto corriendo el riesgo de que se interpongan obstáculos por un desbalance entre el interés nacional y los beneficios corporativos.
Ripple vs Bitcoin: el debate por la reserva digital de EE. UU.
Algunos en la industria de las criptomonedas creen que Ripple está promoviendo a XRP como activo para una reserva estratégica de EE.UU., incluso en competencia de un tesoro en bitcoin.
Como Mallers, también creo que una reserva nacional de bitcoin sería más beneficiosa debido a su reconocimiento global, descentralización y potencial como protección contra la inflación. Sin embargo, Ripple ha utilizado argumentos durante su batalla legal con la SEC para presentar a XRP como un activo viable para el tesoro digital de Estados Unidos.
Ripple ha argumentado que XRP es una materia prima, similar a bitcoin, aunque esta afirmación ha sido controvertida. XRP es visto más como una extensión de la infraestructura financiera tradicional que como una innovación descentralizada, lo que podría afectar su aceptación como reserva nacional.
A pesar de que Ripple ha afirmado que XRP está «suficientemente descentralizado», la realidad es que la empresa mantiene un control significativo sobre la red, lo que plantea preocupaciones sobre manipulación y centralización.
El modelo de distribución de tokens de Ripple, que le permite controlar una gran parte del suministro de XRP, también ha sido objeto de críticas, contrastando con el suministro limitado y el proceso de minería descentralizado de Bitcoin.
Estas cuestiones demuestran que XRP no es conveniente para una reserva nacional. Bitcoin, con su probada naturaleza descentralizada y como reserva de valor, definitivamente es una opción más confiable. Para ser considerado, un activo de reserva nacional requiere certeza regulatoria, descentralización y una aceptación amplia y positiva tanto dentro como fuera de los límites de la política y la regulación financiera.
Así, la realidad es que Bitcoin se alza como la opción más viable, y una vez que se alcance, hay que blindarla para protegerla. Curiosamente, el caso de FTX emerge como un ejemplo de advertencia sobre cómo las figuras políticas y financieras podrían manipular un sistema de reserva para beneficios personales o corporativos.
En un artículo reciente, Caitlin Long advierte a legisladores y reguladores sobre la gestión de una reserva estratégica de bitcoin, insistiendo en que debe evitarse que se convierta en un mecanismo de rescate para entidades en crisis. Su análisis enfatiza la necesidad de una legislación cuidadosa y proactiva para salvaguardar la integridad y el propósito de una reserva de bitcoin, en un contexto donde la política, la economía y la tecnología financiera se interrelacionan de manera compleja.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.