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11 emisoras de ETF están validando como correcta la decisión tomada por El Salvador hace 2 años.
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Bitcoin demuestra potencial para fusionarse con los sistemas económicos y financieros tradicionales.
El reciente anuncio de la aprobación de los ETF de bitcoin (BTC) al contado, por parte de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), es un acontecimiento que está reivindicando el hecho de que El Salvador adoptara a bitcoin como moneda de curso legal, hace más de dos años.
Con la aprobación de los ETF de bitcoin al contado, sucede en Estados Unidos, ahora, algo similar a lo sucedido en El Salvador en 2021. Aunque los acontecimientos guardan distancia, no se puede pasar por alto el hecho de que El Salvador fue el primer Estado en reaccionar con estrategias y preparación al cambio que impulsa la moneda digital en el sistema financiero global.
La relación entre ambos eventos se basa en el reconocimiento y adopción creciente de la criptomoneda en el ámbito financiero a nivel internacional. Por un lado, la de un gobierno y por el otro, un cúmulo de empresas que forman parte del sistema financiero convencional.
Aunque son antagonistas a bitcoin, hay que considerar que la tendencia más destacada del momento es la evolución del sistema financiero en el que se fusiona con la moneda digital. Esto indudablemente con la idea de capitalizar la atención que acapara un activo descentralizado con el que tienen el potencial de formar productos y servicios más equitativos y eficientes.
En ese sentido, lo sucedido hace 2 años en El Salvador, y lo que ocurrió recientemente en Estados Unidos, muestran un reconocimiento, en distintos ámbitos, de que bitcoin es una alternativa financiera legítima. También resaltan el potencial que tiene el efectivo electrónico para cambiar la forma en que funcionan los sistemas económicos y financieros tradicionales.
Y más allá de todo ello está el hecho, no menos importante, de que uno de los principales reguladores de Estados Unidos diera la autorización para que actores clave de su sistema financiero emitieran productos basados en el precio de bitcoin al contado, un espaldarazo que, sin dudas, dará impulso a la adopción.
Bitcoin como amenaza, una narrativa que se disipa
Hace dos años El Salvador se atrevió a romper la narrativa de que “bitcoin representa una amenaza para la estabilidad financiera mundial”, como lo han dejado ver en el pasado, varios defensores del sistema financiero tradicional. Tal es el caso de La Junta de Estabilidad Financiera (FSB) que, en 2020, pidió medidas urgentes para contener los riesgos que representan los activos como bitcoin.
Por esa misma razón, El Salvador fue blanco de críticas por parte de instituciones y organismos representantes del sistema financiero heredado. Esto, después de revelar que adoptaría a bitcoin como moneda de curso legal.
Poco después, el Fondo Monetario Internacional envió mensajes instando al presidente Nayib Bukele para que eliminara a bitcoin como moneda de uso legal en el país. Aunque el gobierno salvadoreño rechazó las advertencias del organismo internacional, el cual aseguraba que la moneda digital representaba riesgos para la estabilidad financiera del país.
Posteriormente Bukele defendió a la moneda digital ante los legisladores de Estados Unidos. Esto después de que tres de ellos presentaron una iniciativa parlamentaria que buscaba desarrollar acciones para proteger el sistema financiero estadounidense de los riesgos de la adopción de Bitcoin en El Salvador.
Ahora el tiempo le está dando la razón a Bukele, ya que los ETF de bitcoin al contado están eclipsando la escena, demostrando que hay nuevas y mayores oportunidades para que las instituciones inviertan, sin que ello represente un riesgo por la estabilidad financiera mundial.
A la par de ello, publicaciones más recientes que se hacen en la mayoría de los medios de comunicación reconocen los cambios favorables que se han producido en el país centroamericano, tras la adopción de bitcoin como moneda de curso legal.
El Salvador y su adopción de bitcoin: una decisión validada
Ayer, un total de 11 empresas, como BlackRock y VanEck, abrieron el trading de acciones para que los ETF spot de bitcoin se convirtieran en una realidad en Estados Unidos, tras ser autorizados por la SEC. Con ello, la administradora de fondos más grande del mundo y empresas que durante más de 70 años han detectado nuevas tendencias y clases de activos, están ofreciendo un nuevo producto financiero basado en bitcoin.
También hubo aquellos que en el año 2021 manifestaron críticas y escepticismo sobre la Ley Bitcoin de El Salvador, como el banco estadounidense JP Morgan. Y aunque su CEO Jamie Dimon sigue manifestando su rechazo hacia bitcoin, ahora el mayor banco de Estados Unidos reconoce el potencial que tiene el efectivo electrónico como activo financiero. Esto al participar como socio en el ETF propuesto por BlackRock, el iShares Bitcoin Trust.
En sí, la mayoría de las empresas emisoras de los ETF aprobados por la SEC el pasado 10 de enero, son grandes gestoras de activos con una amplia experiencia en el sector financiero. Todas están viendo a bitcoin como un activo clave e importante que debe ocupar un lugar en el sistema financiero global.
Esta es la poderosa señal que emitieron las grandes empresas financieras que suelen tener un poder económico masivo, lo que les permite influir en los mercados y en las políticas económicas a nivel global. Tienen acceso a grandes cantidades de capital y recursos, lo que les otorga una ventaja significativa sobre otras empresas y gobiernos.
Por lo tanto, esta aprobación de los ETF spot de bitcoin, por parte de la SEC, finalmente valida como correcta la decisión, tomada hace dos años, para que bitcoin se convirtiera en moneda de curso legal en El Salvador.
Dieron el paso que ya había dado El Salvador en 2021, tomando en cuenta que comenzaron a reconocer y aceptar que bitcoin debe jugar un rol más relevante. De hecho, así lo dejó asentado Bukele cuando el miércoles pasado advirtió que su país se adelantó a BlackRock y a otras empresas que están lanzando sus productos financieros basados en el precio de bitcoin.
Sus acciones no pasan desapercibidas para el resto del mundo debido a su poder económico, conexiones políticas, investigaciones, conocimiento, y su influencia sobre los mercados financieros. Factores estos que les otorgan una posición privilegiada desde la cual pueden influir en la toma de decisiones a nivel global.
De hecho, existe la posibilidad de que los ETF de bitcoin se conviertan en el nuevo estándar para los inversionistas institucionales, lo cual quiere decir que, los fondos de cobertura, los fondos soberanos, los asesores de inversiones registrados y otras principales instituciones de Estados Unidos, se expongan a bitcoin.
En definitiva, los ETF al contado, abren un mundo en el que bitcoin podría estar en todas las carteras minoristas e institucionales.
También, el campo de influencia de las empresas emisoras podría extenderse más allá, alcanzando a políticos y gobiernos que estarían más abiertos a ver a bitcoin como un activo clave para el desarrollo de la economía.
Además, la aprobación de los ETF de bitcoin puede influir en otros países y reguladores financieros para que tomen medidas similares. Esto podría tener un efecto dominó y conducir a una mayor aceptación y adopción de la moneda digital en todo el mundo.
Adicionalmente, hay que tener en cuenta que esta aprobación por parte de la SEC agrega claridad regulatoria al sector de las criptomonedas en el que bitcoin se impone como activo financiero legítimo y aceptado.
Esta aprobación puede atraer más inversión y capital al ecosistema de bitcoin y potencialmente influir en otros países y reguladores financieros a seguir el ejemplo que dio El Salvador. Por ello, este acontecimiento es un claro respaldo a la visión y estrategia de El Salvador en relación al importante paso dado hace más de dos años.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.