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Varios analistas tienen expectativas alcistas para bitcoin en lo que queda de 2024.
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Si la historia se repite, el rebote de bitcoin comenzaría en el tercer trimestre del año.
Bitcoin (BTC) ha estado dando buena oportunidades de compra a precios bajos durante la última semana. En ese período, el precio de la moneda digital ha llegado a tocar los 52.500 dólares.
Tales cotizaciones son alrededor de 20% por debajo del máximo histórico alcanzado en marzo de 2024, cercano a los 74.000 dólares.
El siguiente gráfico, provisto por TradingView, permite observar el precio de bitcoin en lo que va del año:
Tal como se indica en el título de esta columna, el momento en el que bitcoin rebotará al alza se está acercando. Diversas señales, tanto técnicas como fundamentales, así lo ponen en evidencia.
Se acercarían recortes en las tasas de interés del dólar
BTC no es ajeno a los sucesos macroeconómicos que acontecen a nivel mundial. Y en septiembre se daría el tan anhelado recorte en las tasas de interés de los Estados Unidos, principal potencia financiera del mundo.
Más precisamente el 18 de septiembre, la Reserva Federal (Fed) se reunirá para determinar los nuevos tipos de interés. En caso de que se produzca un recorte, sería el primero en más de 4 años, como puede verse en el siguiente gráfico:
El recorte de las tasas de interés en Estados Unidos podría convertirse en un catalizador significativo para el precio de bitcoin y otros activos considerados «de riesgo», como las acciones tecnológicas.
Cuando las tasas de interés bajan, se reduce el costo del dinero, lo que permite a empresas e inversionistas acceder a préstamos más baratos. Esto tiende a impulsar la inversión en activos volátiles que, aunque conllevan un mayor riesgo, también ofrecen rendimientos potencialmente más altos que los previsibles bonos del Tesoro. Bitcoin, al ser percibido por muchos como una reserva de valor y, al mismo tiempo, un activo especulativo, se beneficia cuando los inversionistas buscan escapar de los rendimientos bajos de las inversiones más conservadoras.
En este sentido, la rentabilidad de los bonos del Tesoro, uno de los activos refugio tradicionales, juega un papel clave. Cuando las tasas de interés están altas, los bonos del Tesoro ofrecen un retorno atractivo sin necesidad de asumir demasiado riesgo (pues se los suele considerar «la inversión más segura del mundo»). Sin embargo, un recorte de tasas disminuye esa rentabilidad, volviéndolos menos atractivos para los inversionistas que buscan mayores retornos. Como consecuencia, los flujos de capital tienden a redirigirse hacia activos como bitcoin, que puede ofrecer ganancias más elevadas en el contexto de una política monetaria expansiva. En pocas palabras, mientras más difícil sea encontrar rendimientos decentes en activos seguros, más atractivo se vuelve «apostar» por opciones de mayor volatilidad, y bitcoin se posiciona como un refugio ideal en ese sentido.
Además, el impacto de la disminución en las tasas de interés no solo afecta las decisiones de inversión, sino también las decisiones de consumo y el comportamiento de las empresas. A medida que el costo del crédito baja, tanto consumidores como compañías están más dispuestos a gastar e invertir. Esto genera una mayor liquidez en los mercados y, en última instancia, puede crear un ambiente de euforia financiera en el cual los activos volátiles como bitcoin se ven impulsados al alza. En este contexto, los grandes inversionistas institucionales también aprovechan el dinero barato para expandir sus portafolios e incorporar activos con gran potencial de crecimiento.
De hecho, en escenarios previos donde se han dado recortes de tasas de interés, como en 2020, bitcoin mostró un repunte impresionante, que puede verse en el gráfico a continuación:
En ese entonces, la liquidez adicional inyectada por la Reserva Federal, junto con las tasas cercanas a cero (0,25% para ser precisos), generó un auge en los precios de bitcoin, que pasó de estar por debajo de los 10.000 dólares a alcanzar su máximo histórico en apenas un año.
Si la historia se repite, el ‘bull run’ de bitcoin se aproxima
Por otro lado, debe considerarse que bitcoin ha tenido un comportamiento bastante cíclico en sus precios. Unos seis meses después de cada halving, BTC inició el ciclo alcista que lo llevó a marcar nuevos máximos históricos.
La plataforma de análisis TradingView tiene un indicador denominado «Bitcoin Halving Cycle Profit» el cual muestra que, históricamente, entre las semanas 40 y 80 después de cada halving han sido buenas zonas para tomar ganancias.
Por lo tanto, si nuevamente se cumple la «regla», bitcoin podría estar marcando nuevos máximos históricos entre febrero y noviembre de 2025.
¿Hasta qué precio podría llegar bitcoin en este ciclo alcista?
Responder esta pregunta es entrar en el terreno de la especulación y, por supuesto, es imposible hacer una predicción infalible. De todos modos, veamos algunos análisis y opiniones.
De acuerdo con el detector automático del patrón «taza con asa» que se encuentra disponible en TradingView, el precio objetivo para bitcoin sería de 125.000 dólares.
El influencer y trader, David Battaglia, es más optimista. «Bitcoin va a 180.000 dólares» escribió ayer en su cuenta de X. Se basa esto en la esperanza de que lleguen grandes recortes de tasas de interés y que esto, por los motivos explicados anteriormente, sea un disparador para el precio de BTC.
Sobre el estado actual del precio de bitcoin, dice Battaglia:
«Días como estos donde todo sangra son excelentes para construir riqueza de largo plazo. Septiembre es el mejor mes del año. La FED va a bajar tipos, el dólar se va a devaluar y la deuda seguirá creciendo».
David Battaglia, trader.
Por su parte, el trader español que se identifica en redes sociales bajo el pseudónimo «SantinoCripto» asegura que bitcoin está «en un escenario típico de suelo de mercado». Argumenta que «todas las noticias en los principales medios de comunicación sobre criptomonedas hablan sobre niveles de precios inferiores a 50.000 dólares i incluso 40.000 dólares». Añade que «el 90% de las noticias sobre el sector son negativas, el interés por parte del gran público es absolutamente nulo y el volumen de negociación en criptomonedas está en mínimos del último año».
Para SantinoCripto, bitcoin llegará en este ciclo alcista a precios de, por lo menos, 115.000 o 120.000 dólares para luego caer, quizás, a la zona de 40.000 dólares, como puede verse en el siguiente gráfico:
DCA, una estrategia para un mercado incierto
En momentos como este, donde el panorama está lleno de incertidumbre y volatilidad, es fácil dejarse llevar por el miedo o las expectativas desmedidas. Sin embargo, para quienes han estado en el ecosistema de las criptomonedas durante un tiempo, la historia de bitcoin ha demostrado que los ciclos de alza y corrección son parte natural de su evolución. No hay manera de predecir con certeza cuándo será el próximo máximo o si aún nos queda algo más por bajar, pero lo que sí es claro es que los precios actuales podrían ofrecer oportunidades únicas para quienes implementen estrategias sensatas.
Una opción es la estrategia de promediar el costo en dólares (DCA), comprando pequeñas cantidades de bitcoin a intervalos regulares, sin preocuparse por identificar el «suelo» exacto. Con esto, se reduce el impacto de la volatilidad y se aprovechan las fluctuaciones del mercado de manera más eficiente.
A su vez, un enfoque complementario sería un «DCA inverso» para la toma de ganancias durante los repuntes alcistas, asegurando que las emociones no se interpongan en el camino de decisiones financieras prudentes. Bitcoin ha demostrado su capacidad de resiliencia una y otra vez, y quizás, para aquellos que juegan a largo plazo, este podría ser otro capítulo en su historia de crecimiento. Para quienes estén interesados en esta estrategia, la Criptopedia (sección educativa de CriptoNoticias) tiene contenido que resultará de utilidad.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.