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Kik se apega a un documento del siglo 20 donde se distinguen monedas de valores.
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El resultado del juicio podría tener un efecto dominó en otros criptoactivos del ecosistema.
Kik está bajo la lupa de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de Estados Unidos. Su caso es significativo para el ecosistema, pues puede sentar un importante precedente, ya que existen varios proyectos que tienen un esquema muy similar para la implementación de su criptoactivo. De acuerdo con la SEC, KIN podría ser un valor.
La startup canadiense tras el servicio de mensajería Kik ha señalado en varias ocasiones que KIN, el token nativo de su plataforma vendido a través de una Oferta Inicial de Moneda (ICO), no es en ningún caso un valor.
Su aplicación de mensajería está disponible en sistemas operativos como iOS, Android, Windows Phone, BlackBerry y Symbian, y fue lanzada en 2010. Ya en mayo de 2016 contaba con más de 300 millones de usuarios a nivel global. La ICO de Kik recaudó 98 millones de dólares en 2017. Con todo, el token no ha tenido un comportamiento especialmente positivo, perdiendo gran parte de su precio durante 2018.
Recordemos que para Jay Clayton, presidente de la SEC, las ICO no están exentas de la legislación financiera, además de ser riesgosas al poder estar relacionadas con el fraude y la manipulación. El funcionario comentó, en junio de 2018: “creo que cada ICO que he visto es un valor”.
Clayton marca una diferencia entre los tokens emitidos en ICO y las criptomonedas, al explicar que estas últimas son “reemplazos de monedas soberanas; reemplazan el dólar, el euro, el yen, con bitcoin. Ese tipo de moneda no es un valor”. Para el ejecutivo, un token vendido en un proceso de recaudación de fondos como las ICO, es un valor; con lo que entraría en el marco regulatorio de la SEC.
La comisión está debatiendo el caso, alegando que la venta de KIN no fue registrada ante el organismo regulador de valores. Esto a pesar de que, por su funcionamiento y naturaleza, pareciera que el token cumple con estas características.
Esta infracción al marco legal que rige sobre los valores en Estados Unidos podría acarrear sanciones y multas para Kik, y sentar un precedente para el resto del ecosistema.
La defensa de Kik
De acuerdo un post sobre el tema, escrito por el CEO de la empresa, Ted Livingston, KIN es una moneda para el funcionamiento del ecosistema de Kik y las más de 30 aplicaciones que utilizan el token como medio de pago. Y tal como establece la Ley de Intercambio de Valores de 1934, la definición de valores no incluyen las monedas.
En la página 11 de la Ley de Intercambio de Valores de 1934, el mismo acto que creó la SEC, establece explícitamente que la definición de una garantía «no incluirá moneda».
Ted Livingston, CEO de Kik
Además, la defensa de Kik ha sido enfática: la ICO de KIN no ofrecía una oportunidad de inversión de la que recibir ganancias en la potencial apreciación del token, sino un medio para obtener la moneda para utilizarla como medio de pago.
Así lo explicaron en una carta de respuesta a la SEC enviada el 16 de noviembre de 2018, firmada por los abogados defensores de la empresa y la Fundación KIN:
Además, los términos de la venta en sí son totalmente inconsistentes con un «contrato de inversión»: en la venta, Kik transfirió la propiedad de los tokens de Kik a los compradores, que tenían el control total sobre sus tokens una vez recibidos, y Kik no asumió ninguna responsabilidad en curso ni obligaciones con los compradores de KIN. Como tal, la oferta y venta una vez que se entregaron los tokens Kin no involucró ni creó ninguna empresa común entre los compradores de KIN y Kik o la Fundación Kin.
Abogados de Kik
Así, según la empresa, queda claro que la ICO de KIN no involucró el tipo de oportunidad de inversión pasiva que el término «contrato de inversión» aplicado por la SEC al caso pretendía implicar, y no cumple con la definición que la Corte Suprema adoptó a partir del test de Howey.
Si bien estos argumentos parecen tener congruencia, Kik no ha sido precisamente prolija al justificarse, asegurando que tiene un tráfico de uso sumamente elevado. Además, se ha comparado con criptomonedas como Bitcoin para subrayar que KIN no es un valor. Sin embargo, utiliza como fuente un ránking sobre el que cabría hacer algunas consideraciones.
Los datos no concuerdan
La posición ha sido enfática: KIN es una moneda. El documento de Kik asegura que el token es uno de los de mayor adopción en el mundo y el tráfico de transacciones en su blockchain es cercano al de cadenas como Ethereum o Bitcoin. Según el documento, KIN es el quinto proyecto en cuanto a transacciones sobre su blockchain, ¿es posible que solo 30 aplicaciones sostengan este volumen de uso?
La fuente de estos datos es blocktivity.info. Y según su ránking, EOS es la blockchain más utilizada, muy por encima de Bitcoin o Ethereum. El ránking se organiza por “actividad”, ignorando que la mayoría de las redes que se encuentran mejor clasificadas en el ranking que Bitcoin y Ethereum, tienen transacciones gratis, pocos nodos y es posible programar un servidor (o varios) para ejecutar transacciones sobre la red, solo para elevar el volumen de sus estadísticas.
“KIN posee todas las características de Bitcoin y Ethereum”, afirma el documento. Pero, ¿su red realmente tiene el nivel de descentralización de Bitcoin? ¿Es suficiente que los usuarios tengan la posibilidad de utilizar KIN como medio de pago opcional en 30 aplicaciones para equiparar su papel como moneda al de Bitcoin? ¿“Comprar unos lentes” es un caso de uso realmente ejemplar para una moneda descentralizada, de supuesto alcance global?
La SEC y la innovación
Si bien esta situación no es exclusiva de Kik (otros proyectos como Blockvest han sido investigados por motivos similares), aún queda por ver si la SEC admite los alegatos y si, en un juzgado, estos argumentos tendrá la misma eficacia que en el caso de la empresa Blockvest.
En este caso la decisión del juez Gonzalo Curiel, del Distrito de San Diego, señaló que la simple oferta de tokens no es suficiente para considerarlos como una oportunidad de inversión con réditos, por lo que no deberían ser considerados valores, ¿podrá sostener Kik el mismo argumento?
Con todo, la decisión de la SEC sobre KIN es importante para el ecosistema, pues otras ICO similares podrían correr la misma suerte, con la correspondiente multa y la posibilidad de que los proyectos cesen definitivamente.
Si la investigación de la SEC termina confirmando que KIN es un valor y la causa prospera en los tribunales estadounidenses estaremos en presencia de un antecedente que puede crear un efecto dominó.
En este punto, los propios reguladores, si bien hacen su trabajo, pueden actuar como un escollo insalvable para la innovación, dejando a Estados Unidos fuera de una importante oleada de desarrollo tecnológico.
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