-
Las empresas públicas norteamericanas han comprado más de 640.000 BTC.
-
La dinámica macro global atenta contra las inversiones de riesgo.
Este artículo fue escrito por Iñaki Apezteguia. Apezteguia es especialista en criptomonedas y análisis fundamental del mercado. Actualmente es co-fundador de Crossing Capital, llevando a cabo la representación global y el research cripto para la estrategia de operación. Con 7 años de experiencia en el sector, Iñaki también es editor de Inversor Global, empresa de publicaciones financieras número 1 a nivel Latam.
Imaginá esto: una empresa que cotiza en bolsa anuncia que acaba de comprar más de 20.000 bitcoins en una sola jugada. En teoría, eso debería hacer que el precio se dispare, ¿no? Pero no. El mercado reacciona con frialdad, e incluso, en ocasiones, el precio baja. ¿Qué está pasando? ¿Por qué Bitcoin no se mueve como esperaríamos ante compras tan gigantescas?
Hoy vamos a diseccionar uno de los fenómenos más desconcertantes del mercado cripto actual: las megacompras institucionales que no mueven la aguja del precio.
Strategy, anteriormente conocida como MicroStrategy, es el caso más emblemático. Desde 2020, la empresa liderada por Michael Saylor ha adoptado una política corporativa que parecería sacada de una película futurista: convertir su balance en una reserva de Bitcoin.
La jugada más reciente fue en marzo de 2025: compraron 22.048 BTC por USD 1.920 millones, a un promedio de USD 86.969 por unidad. ¿Cómo financiaron esa compra? Emitiendo bonos convertibles.
Con esta operación, las tenencias totales de Strategy alcanzaron los 528.185 bitcoins, según datos actualizados de saylortracker.com, lo que los consolida como el mayor poseedor corporativo de BTC en el mundo.
Y no están solos. Las empresas públicas de Estados Unidos han acumulado aproximadamente 640.000 BTC en total, entre las que destacan Marathon (46.374 BTC), Riot (18.692 BTC), CleanSpark (11.177 BTC), Hut 8 (10.237 BTC), Coinbase (9.000 BTC), Block (8.211 BTC) y Galaxy Digital (8.100 BTC).
Entonces… ¿por qué Bitcoin no sube?
Uno de los grandes mitos es que toda gran compra empuja el precio hacia arriba. Pero no es tan simple. En el caso de empresas como Strategy, la mayoría de sus adquisiciones no se hacen en exchanges como Binance o Coinbase. Se hacen en mercados extrabursátiles (OTC, por sus siglas en inglés).
Esto significa que el intercambio de miles de bitcoins se hace directamente entre partes, sin afectar el precio en el mercado spot público.
Ejemplo práctico: si vos comprás 1 BTC en Binance, hacés subir el precio del último trade. Pero si Strategy compra 10.000 BTC OTC, el precio de Binance ni se entera. El mercado sigue operando igual, como si nada hubiera pasado.
Otro factor clave es la psicología del mercado.
En los días previos a muchas compras institucionales, los rumores abundan. Hay filtraciones, movimientos previos, y los traders se posicionan antes de que la noticia sea oficial. Cuando finalmente se anuncia, el mercado ya lo había descontado.
Lección del mercado tradicional: “Compra con el rumor, vende con la noticia”. En el caso de Strategy, a veces el anuncio de compra viene acompañado de una leve caída. ¿Por qué? Porque muchos compraron en la anticipación… y venden en el anuncio para tomar ganancias.
Otro punto que el mercado no ignora: cómo se financian estas compras.
Strategy no saca dinero de la caja chica. Lo que hace es emitir acciones o bonos convertibles, y con ese dinero compra más BTC. Es una jugada agresiva, pero también arriesgada.
El mercado detecta más riesgos. Una posible dilución, porque emitir nuevas acciones baja el valor de las acciones existentes. Los accionistas lo saben y venden. La exposición excesiva, porque si el precio de BTC cae, el valor total de la empresa también cae. Es como si Strategy se hubiera convertido en un ETF apalancado de Bitcoin. Y la dependencia total, porque la salud financiera de Strategy ahora depende casi exclusivamente del comportamiento de un activo volátil.
Y si el mercado huele debilidad o dependencia excesiva, no perdona.
Michael Saylor ha sido la cara visible de esta estrategia desde el principio. Su narrativa es potente: Bitcoin como la reserva de valor definitiva, la protección contra la inflación, el activo que reemplazará al oro. Pero, con el tiempo, el efecto sorpresa se diluye.
Cada nueva compra tiene menos impacto emocional. El mercado se acostumbra. La narrativa pierde fuerza si no está acompañada de nuevos compradores.
En otras palabras: el mercado necesita nuevos protagonistas, no repeticiones del mismo show.
A veces, lo que hace una empresa, por más gigantesca que sea, queda opacado por fuerzas más grandes. Y hoy, el mercado cripto está muy influenciado por la política monetaria de la Fed, porque si las tasas no bajan, hay menos apetito por activos de riesgo. Por los flujos de ETFs, ya que los ETF spot de Bitcoin están canalizando miles de millones de dólares, pero también compiten con las compras directas. Y por la dinámica macro global: incertidumbre política, tensiones geopolíticas, elecciones en EE.UU., etc.
Incluso si Strategy compra 20.000 BTC, si al mismo tiempo los ETF reciben menos flujo o la Fed dice que mantendrá tasas altas, el precio puede bajar.
Una teoría interesante es que el mercado de Bitcoin ya está empezando a comportarse como otros mercados financieros más maduros.
Antes, cualquier ballena movía el precio. Ahora, incluso una empresa pública con más de 528.000 BTC no puede moverlo sola.
Esto puede verse como algo positivo: mayor liquidez, mayor profundidad de mercado, menor sensibilidad a eventos individuales.
Sí, también hay riesgos que el mercado está empezando a considerar seriamente.
- La concentración del suministro: si empresas como Strategy controlan una porción significativa de los bitcoins disponibles, eso genera temores sobre centralización y potencial manipulación.
- El riesgo sistémico: si Strategy quiebra o se ve forzada a vender, el impacto en el mercado sería brutal. Sería el equivalente cripto a un Lehman Brothers con BTC.
- Y la desconexión entre holders reales y precio: si buena parte del suministro está en manos de instituciones que no venden, el precio puede volverse más dependiente del pequeño volumen disponible… haciéndolo más volátil en movimientos puntuales.
Para entender si una compra institucional tendrá efecto, hay que mirar varios factores combinados: si se hizo OTC o en exchanges públicos, cómo se financió y si hubo dilución, cuál es el contexto macroeconómico, si hay nuevas señales de adopción o nuevos jugadores entrando, y cómo reaccionan los ETFs spot.
Ningún evento, por grande que parezca, puede analizarse en el vacío.
Las compras masivas de Bitcoin por parte de empresas públicas como Strategy generan titulares… pero no siempre generan movimientos de precio. En parte, porque el mercado ya no reacciona como antes, y en parte, porque muchas de estas compras se hacen de forma estructurada, con baja exposición al mercado abierto.
La narrativa de adopción institucional sigue viva, pero se ha vuelto más compleja. Hoy, el precio de Bitcoin responde a una mezcla de expectativas macro, flujos de capital, liquidez disponible, y confianza general. No alcanza con que una empresa compre. Hace falta que todo el mercado quiera comprar.
Y ahí está el verdadero desafío.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.