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Los memes pueden proporcionar información básica sobre un tema y facilitar su comprensión.
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El criptomundo debe preguntarse si prefiere memes espontáneos o estrategias publicitarias.
Algunas personas del ecosistema de Bitcoin y otras criptomonedas defienden la hipótesis de que los memes pueden convertirse en herramientas útiles para captar la atención de una nueva base de usuarios y de esa manera impulsar la «criptoadopción».
No cabe duda que los memes constituyen un fenómeno cultural de nuestra época. Son relativamente sencillos de elaborar, y representan un modo de expresión de emociones, ideas y opiniones. Incluso han hecho temblar a las agencias de relaciones públicas y a estrategas de imagen de personalidades de todo el mundo, que hasta ahora no han descubierto cómo frenar este poder comunicativo que tienen las redes sociales.
Uno de los elementos más poderosos de los memes es que son creados de la nada y se difunden a través del poder bruto de la replicación en masa. Un meme no es propiedad de «Bonifacio Pérez», sino de todo aquel que lo comparte y contribuye para que se vuelva viral. Se trata de un producto cultural colaborativo y anónimo, propio de la cibercultura.
Los memes y las criptomonedas se han asociado prácticamente desde sus inicios. Los ejemplos abundan. Basta realizar un pequeño recorrido por diferentes grupos o echar un simple vistazo al reddit/r/ Bitcoin, uno de los espacios en los que a diario los bitcoiners, la comunidad más activa de los memes del criptomundo, suele compartir sus creaciones.
Uno de los memes más difundidos en la actualidad es el de un video en el que el Hulk de la década de los setenta sostiene una batalla con un oso. Se muestra así cómo bitcoin ha venido sosteniendo una franca batalla con los mercados de osos que suelen debilitarlo, safándose, de esa manera, de la tendencia bajista.
Con memes la comunidad de criptomonedas manifestó sus carcajadas cuando el crítico de bitcoin Peter Schiff admitió haber olvidado la contraseña de su monedero, días después de afirmar que su cartera tenía un error y que por ello no podía acceder a sus fondos. También, los memes se convirtieron en una particular forma de expresión durante la conferencia Magical Crypto Friends celebrada el año pasado en Nueva York.
Los memes tienen particular relevancia en los grupos de Bitcoin, repositorios y demás espacios en los que la comunidad de las criptomonedas comparte sus comentarios y opiniones. Pero, ¿será posible que puedan ayudar a impulsar la adopción masiva? Linda Xie, cofundadora de la empresa de gestión de inversiones especializada en criptoactivos, Scalar Capital, cree que sí y escribió un ensayo en el que defiende esta teoría.
Linda cree que los memes pueden ayudar a que las personas se identifiquen entre sí, creen vínculos fuertes como miembros de una comunidad y a su vez sientan apego por un símbolo. Reconoce que no todos los memes funcionan bien para todos los grupos y por ello plantea la necesidad de realizar esfuerzos en las comunidades de criptomonedas, con el objetivo de crear memes que sean más genéricos e involucren a ciudadanos de diferentes entornos.
Analizando el planteamiento de Xie, encontramos que la profesora de psicología en la Universidad de Columbia Británica, Liane Gabora, en su documento «Un día en la vida de un meme» (1996), señala que las creaciones que no corresponden con un contexto particular no se difundirán. No traspasarán las fronteras de una comunidad, solo viven en un núcleo específico. Lo cual quiere decir que los memes solo funcionan en los grupos para los que fueron creados, porque están relacionados con el tema que interesa a los miembros de esa comunidad.
Con esto se plantea la idea de que la comunidad Bitcoin elabora sus propios memes, los cuales prácticamente no tienen cabida en otras comunidades. En los grupos de criptomonedas también, de manera constante, se comparten memes satíricos relacionados con otras comunidades y los criptoactivos que las identifican.
Un estudio de la Universidad de Texas titulado «Impacto del estado y contenido de los memes en las comunidades virtuales», en 2015 analizó a los miembros de cuatro comunidades virtuales y su relación con los memes.
Los profesores Gedeón Mazambani, María Anne Carlson, Stephen Reysen y Christian F. Hempelmann descubrieron que los memes que eran consistentes con el tema central del grupo se compartieron más que los memes inconsistentes. También, descubrieron que los memes pueden proporcionar información básica sobre un tema, lo cual ayudará a comprenderlo mejor, a la vez que se promueve la interacción social de una manera positiva.
A.J.Shaw, quien estudió la psicología de pequeños grupos, señala que en los grupos en línea, los creadores de comunidades virtuales generalmente establecen reglas básicas que cada miembro debe cumplir para ser aceptado o seguir siendo parte del grupo. Por ejemplo, introducir una pregunta política en una discusión de entretenimiento, aunque lo permiten las reglas formales, por lo general sería ignorado o reprendido informalmente.
Si aplicamos estos descubrimientos al ecosistema de las criptomonedas, podemos determinar que en efecto, los memes pueden contribuir a la adopción si cada comunidad trabaja en función de ello, captando nuevos usuarios. De hecho, los analistas apuntan que los memes contribuyen con la adopción de nuevas ideas dentro de un determinado grupo, siempre que estén acordes con los miembros de ese núcleo.
https://www.instagram.com/p/B8CaoqgHBTp/
Sin embargo, no todos están de acuerdo con la idea de que los memes puedan usarse para impulsar la adopción. El usuario de Twitter, @nickmanthey_ ,quien se identifica como diseñador de soluciones blockchain, cree que estas creaciones espontáneas no siempre están ligadas a los mejores conceptos y han influido en la sociedad de una manera similar a como lo han hecho las ideas retorcidas de Bart (Simpson), dejando de lado las de Milhouse, el compañero de Bart que es estudioso y juicioso.
El documento de la Universidad de Texas lo confirma, pues según las investigaciones de los académicos las personas que están socialmente aisladas y que tienen bajo nivel de formación académica, tienen una mayor probabilidad de crear un meme exitoso.
Espontaneidad vs. táctica
Para mostrar un ejemplo de una campaña de memes que resuena en las redes sociales, traspasa fronteras y rompe barreras, es necesario analizar lo que está haciendo el candidato presidencial de los EE. UU. Mike Bloomberg, quien en la batalla por la presidencia de ese país dio un nuevo giro a la campaña tradicional al pagar cuentas de influencers de Instagram para crear memes sobre él. Una clara señal de que está buscando atraer a los votantes millennials.
Esta repentina inundación de memes ha hecho que todos se pregunten ¿quién es Mike Bloomberg? Además ha provocado que la política de publicación de Facebook haga una revisión sobre los anuncios políticos, pues la campaña patrocinada por este candidato presidencial está demostrando que los memes no siempre son publicaciones espontáneas, sino que también pueden ocultar una doble intención.
Los memes pueden estar dirigidos hacia un objetivo específico e inundar las redes sin que el mundo se dé cuenta de qué es lo que se oculta detrás de ello. Después de una revisión, Facebook consideró que los memes producto de una campaña política podrán publicarse, siempre y cuando estén identificados como parte de una estrategia comunicacional.
El detalle está en que si convertimos a los memes en parte de las campañas para lograr ciertos objetivos, le estaremos restando el potencial que tienen estas herramientas comunicacionales para que las personas comunes tomen el control y le resten un tanto a los intereses corporativos. Se trata de una manifestación viral y de código abierto que permite a las personas competir por la atención contra esos monstruos que todo lo salpican de publicidad, marketing y relaciones públicas. Se supone que el acto de generación de memes por parte de una entidad no corporativa es innatamente mejor.
Profundizando en la subcultura del meme podemos observar cómo el mundo los usa para expresar y canalizar todo tipo de emociones, incluido el miedo. Muchos son inofensivos, pero también algunos pueden difundir información errónea o confusa, mientras otros pueden estar disfrazando una estafa.
Tomando en cuenta lo anterior, ¿crees que los memes pueden ser utilizados para impulsar la adopción masiva del ecosistema de las criptomonedas? Seguramente responderás afirmativamente, pero también pregúntate si quieres continuar disfrutando de los memes espontáneos que crean las comunidades que giran en torno a bitcoin y otras criptomonedas, o prefieres verlos convertidos en parte de tácticas y técnicas publicitarias.
¿Qué tal si dejamos que la adopción masiva continúe avanzando pacientemente como hasta ahora? He visto cómo en los grupos de Telegram, Facebook y demás redes sociales donde existe una criptocomunidad responsable, cuando ingresa un nuevo miembro con dudas o preguntas, siempre hay personas que se toman el tiempo y la dedicación para responder. Orientan e indican los pasos a seguir para iniciarse en el mundo de las criptomonedas. Por lo tanto, la educación siempre será la mejor vía, por ello creo que el ecosistema necesita más educadores responsables y novatos ávidos de información.
¿Qué pasará con la «criptoadopción» masiva? Sí, viene, pero no es algo que llega de sopetón, porque no se trata solo de lograr que las personas usen las criptomonedas como un sistema de pago y ya, sino que se trata que además entiendan su filosofía y su tecnología subyacente.
Descargo de responsabilidad: los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias.