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Los venezolanos no disponen de libre convertibilidad con su moneda local, el bolívar.
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Venezuela es el segundo país con mayor volumen mensual de transacciones en LocalBitcoins.
Es difícil, por no decir imposible, predecir el futuro. Sin embargo, desde Venezuela, se ven claros signos de que la adopción de las criptomonedas seguirá creciendo. No tanto por deseo sino por necesidad. Al menos así fue en mi caso.
Los freelancers que trabajamos desde Venezuela recibiendo pagos internacionales nos enfrentamos a múltiples trabas para manejar ese dinero, las cuales bitcoin y otras criptomonedas pueden ayudar a superar. Particularmente, hace ya un tiempo decidí usar lo menos posible servicios como PayPal, Payoneer, Transferwise o similares.
Básicamente, las razones son dos: comisiones muy altas por recibir dinero y la intermediación que da a pie a bloqueos de fondos o servicios, como pasa ahora con Transferwise, que dejará de prestar sus servicios a los clientes venezolanos.
Las restricciones hacia usuarios venezolanos de servicios de pagos, transferencias y hasta tarjetas internacionales no son nuevas. El anuncio de Transferwise no hace sino sumarse a las limitaciones para hacer transacciones internacionales, en el contexto del control cambiario impuesto por el gobierno y las sanciones emitidas por el gobierno estadounidense e instancias multilaterales como la Unión Europea contra el país.
Con bitcoin, solo necesito una cartera para controlar los movimientos de mis fondos. Siempre que resguarde adecuadamente las semillas, podré acceder o recuperar mis bitcoins en caso de que sea necesario, incluso si algún software que esté utilizando restringe su acceso a los venezolanos.
Restricciones de dinero en Venezuela
Pero todavía son muchos los que en el país utilizan servicios centralizados, modelados como bancos, que gestionan el dinero. Los antes mencionados son solo algunos de esos servicios. Sin embargo, todos presentan limitaciones claras en el escenario venezolano. PayPal, por ejemplo, requiere de la integración con una tarjeta de crédito en dólares, euros u otras divisas para una verificación completa que permita la máxima funcionalidad a una cuenta.
En Venezuela, no contamos con tarjetas en divisas, y las empresas que prestaban servicios para hacerlo posible se han ido poco a poco del país o han dejado de ofrecer soporte. Este es el caso de Payoneer, que enviaba tarjetas prepagadas al país. PayPal dejó de trabajar con las tarjetas de esa empresa, por lo que tampoco sería una opción.
En ese contexto, los ciudadanos de este país hemos encontrado en bitcoin y otras criptomonedas un refugio. Aunque es complejo determinar la fuente de los movimientos, Venezuela está entre los países más activos en cuanto a comercio en la plataforma de intercambio entre pares LocalBitcoins.
Panorama de las criptomonedas en Venezuela
Este año, en varias ocasiones, Venezuela ha ocupado el segundo lugar mundial en dicho portal, solo por detrás de Rusia y siempre peleando con Estados Unidos por el segundo volumen más alto. Los últimos dos meses se ha mantenido en ese puesto, con volúmenes superiores a los 2.000 BTC comerciados por mes. Insisto: estos movimientos pueden tener diversos orígenes.
Hay quienes consideran que se trata de lavado de fondos provenientes de la corrupción. Otros aluden a comerciantes árabes, asiáticos o de otras nacionalidades, que mantienen negocios en Venezuela. Aunque también se estima que los fondos provienen del envío de remesas de venezolanos en el exterior a sus familiares en el país, o del movimiento de fondos de emprendedores y freelancers que hacen vida en Venezuela.
Lo cierto es que, mientras tanto, las opciones de pago con criptomonedas se van incrementando en los comercios del país. Tiendas por departamento, cadenas de farmacias y múltiples pequeños locales han comenzado a aceptar pagos con criptomonedas. En días recientes se instaló el primer cajero automático del país para comprar BTC y dash con dólares en efectivo.
Precisamente, dash ha sido otra de las opciones con mayor crecimiento en el país, en términos de aceptación comercial. Al menos los números de Discover Dash dan cuenta de que Venezuela es el país con más comercios aceptando la criptomoneda.
¿Deberíamos estar preparados?
A la par de lo anterior, la hiperinflación deprecia casi diariamente el bolívar, la moneda local venezolana. Por ello, bitcoin ha representado para los venezolanos una opción a la hora de resguardar el valor de sus ingresos. Al menos como alternativa a la compraventa de dólares en un mercado paralelo.
Bitcoin da para mucho en Venezuela. Lo que para algunos parece darse por sentado, aquí resulta a veces excepcional. Algunos pocos privilegiados tienen en bitcoin la oportunidad no solo de recibir dinero desde otros países, sino enviarlo utilizando la criptomoneda. Incluso, pagar servicios (o lujos) que requieren tarjetas en dólares u otras monedas fíat, se ha hecho posible con servicios como Bitrefill.
Si las sanciones contra Venezuela han salpicado a varios servicios de pagos, además de otras empresas, como la desarrolladora de software Adobe (otro hecho reciente), parece claro que vendrán mayores restricciones.
¿Se retirará PayPal? ¿Dejará de haber sitios que ofrezcan enviar remesas a Venezuela desde diversos países? No lo sabemos. Lo que sí podemos es estar preparados. Una forma de enviar dinero sin intermediarios ni imposiciones parece la opción clara para lograrlo. Esto lo ofrece la tecnología de Bitcoin y otras criptomonedas.