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Payoneer bloqueó los fondos afiliados a las tarjetas “Prepaid Mastercard” que emitía Wirecard.
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El suceso nos recuerda la máxima bitcoiner “si no son tus llaves, no es tú dinero”.
Los freelancers están constantemente preocupados por su dinero; y es entendible, con casos como el que acaba de ocurrir con Wirecard y Payoneer. Lo que podría ser uno de los escándalos financieros más importantes de Europa en los últimos años, se ha convertido en una lección para los trabajadores independientes, donde Bitcoin podría quedar muy bien parado.
Pero antes de ponernos hablar sobre los beneficios que ofrece Bitcoin para los freelancers, es necesario internarnos en los vericuetos de una polémica que ha explotado en el corazón de Alemania. Wirecard es un procesador de pagos con 20 años de trayectoria, ofreciendo en sus inicios servicios a páginas web de juegos de azar y pornografía. Con el tiempo se especializó cada vez más en los métodos de pago digitales, emitiendo incluso tarjetas de débito de criptomonedas.
Wirecard era conocida como “el Paypal de Alemania”, al ser una de las empresas financieras más reconocidas en el país y la consentida de la bolsa por muchos años. Pero todo se desplomó cuando en este mes de junio la firma declaró haber “perdido” unos 2 mil millones de dólares en cuentas bancarias ubicadas en Filipinas.
Markus Braun, quien desempeñaba el papel de CEO en Wirecard, renunció luego de destaparse el escándalo. Poco después, la empresa informó que se encontraba en bancarrota. Lo que en un principio parecía ser una mala administración de empresa, terminó por revelarse como un complejo caso de corrupción y fraude. Braun, por consiguiente, fue arrestado por las autoridades alemanas.
Una investigación profunda realizada por Ernst & Young (EY) confirmó que en la última década Wirecard había inflado todas sus ventas y ganancias. Asimismo, la empresa contabilizaba el efectivo que había en las cuentas administradas por sus fideicomisarios como saldo en efectivo disponible en sus estados financieros. Por si fuera poco, incluso las supuestas cuentas bancarias en Filipinas —donde se decía habían desaparecido los 2 mil millones de dólares — resultaron ser tan solo documentos falsos.
Toda esta truculenta historia también ha salpicado a Payoneer, procesador de pagos digitales que trabaja en más de 200 países y posee unos 40 millones de usuarios. Payoneer trabajaba de forma muy cercana con Wirecard para la emisión de la tarjeta Payoneer Prepaid Mastercard, la cual fue suspendida por la empresa en consideración de los requerimientos de la Autoridad de Conducta Financiera (FCA).
La suspensión de estas tarjetas conllevó, a su vez, a la congelación de los fondos de todos los usuarios que tenían acceso a las mismas. Aunque la congelación es “temporal” y Payoneer afirma que el dinero de sus clientes está “protegido”, una gran cantidad de freelancers que utilizan esta plataforma ahora no podrán retirar sus fondos o recibir nuevos pagos por tiempo indefinido.
La tragedia de los trabajadores independientes
Wirecard y Payoneer abren otro capítulo oscuro en la experiencia de los freelancers con los métodos de pago digitales, donde la congelación de fondos y suspensión de servicios es el pan de cada día. No resulta extraño que estos trabajadores independientes tiendan a tener varias cuentas en distintas plataformas donde dividen su dinero para así evitar perder acceso a todos sus ahorros.
Lo irónico de este asunto es que ese dinero es suyo, les pertenece. Sin embargo, los freelancers se han resignado a aceptar que sus ahorros de vida y salarios no están en su poder, sino en las manos de grandes empresas que pueden de la noche a la mañana dejar de funcionar. Siempre con la noción de que una guillotina cuelga sobre sus cabezas y que, en cualquier momento, puede llegar el día en que tengan que perder acceso a su propio dinero.
La situación se vuelve aún más dramática por la pandemia de coronavirus, cuando el trabajo en casa es la norma y el mundo digital está tomando su pedazo de la torta. Sin embargo, los empleados del mañana, esos conectados con el mundo desde sus casas, siguen estando igual de desprotegidos o incluso peor. Reducidos a los bancos locales, que en muchos casos no aceptan pagos internacionales, o a plataformas de volátil funcionamiento.
En el caso de los freelancers que viven en países bloqueados o con situaciones económicas muy precarias, como es el caso de Venezuela y Pakistán, el cóctel se vuelve toxico. El congelamiento de fondos de Payoneer ha dejado a miles de trabajadores de estos países en la incertidumbre si algún día podrán acceder a su dinero o siquiera recibir más pagos en esta plataforma. Ambos países no tienen la opción de retirar sus fondos por cuentas bancarias, así que sus usuarios dependían de la tarjeta de Wirecard en mayor o menor medida.
En medio de este panorama poco esperanzador generado por Payoneer y Wirecard, alternativas como Bitcoin y otras criptomonedas resultan una brisa de aire fresco. Satoshi Nakamoto ideó a Bitcoin bajo el concepto de eliminar los intermediarios, permitiendo que cada persona pueda gozar de una verdadera soberanía sobre su dinero. Esta característica es la que podría cambiar la triste historia de los freelancers.
No son tus llaves, no es tu dinero
Una de las máximas más repetidas en el ecosistema de criptomonedas es “No son tus llaves, no es tu dinero”. Aunque pueda sonar pesado cuando toda la comunidad lo repite hasta el cansancio, la verdad es que es una lección que no deberíamos olvidar nunca. No hay nada más importante que ser el único dueño y administrador de tu dinero, porque así evitamos casos de suspensión de cuentas y congelación de fondos.
Hablare desde mi experiencia. Tengo más de tres años trabajando como freelancer, y dos aceptando a bitcoin como único de método de pago. No todo ha sido perfecto, por supuesto, cuando la red se congestiona por un día o dos tengo que armarme de paciencia. Las comisiones muy elevadas cuando tengo prisa me hacen llorar y he aprendido a proteger mis bitcoins con mucho ahínco. Pero cuando alguien me pregunta qué tal me llevo con bitcoin, y hago un recuento de cómo me ha tratado la criptomoneda, siempre digo: “De maravilla”.
Por otro lado, tengo también amigos y conocidos que han utilizado por años plataformas como Paypal o Payoneer. He sido testigo fiel de sus preocupaciones, de aquellos días en que han visto sus cuentas suspendidas temporal o indefinidamente. También de sus planes de contingencia, de como suelen perder muchísimo dinero intercambiando dólares digitales por moneda nacional. En fin: he presenciado más de una tragedia financiera y sus consecuencias personales. Y siempre recomiendo a bitcoin como alternativa, porque confió en él pero también porque hay razones comprobables para confiar.
Bitcoin no es una empresa, tampoco una entidad centralizada que custodia tus fondos. Si el usuario realiza una buena elección de monedero, descentralizado y que genere al momento su propia llave privada, entonces ese dinero le pertenecerá única y exclusivamente a usted. Será tan suyo ese dinero que incluso tendrá que lidiar con otro tipo de problemáticas, como por ejemplo perder acceso a él o extraviar las palabras de recuperación; nadie más lo administrará y asegurará por usted, porque es el único que tiene acceso a esos bitcoins.
Es cierto (aunque muy raro) que pueden ocurrir hackeos; también pueden ocurrir robos a mano armada. Sin embargo, la exposición a un caso de corrupción como el de Wirecard se reducen considerablemente si usted no utiliza a las casas de cambio o monederos con custodia para resguardar y acceder a su dinero. Mientras más descentralizado (y personal) es el manejo de sus bitcoins, menos exposición tiene a que sus fondos sean congelados o sus cuentas suspendidas.
Bitcoin provee a los freelancers de una protección contra la censura y los abusos de poder, puesto que como cada quién puede ser dueño de sus llaves, entonces, cada persona es dueña de su dinero. Y esa es la lección que debemos aprender cuando ocurren casos como el de Payoneer y Wirecard.
Descargo de responsabilidad: los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias.