La tecnología blockchain ha estado asociada mayoritariamente al mundo financiero y las criptomonedas, sin embargo, su alcance va mucho más allá de estas dos industrias.
La industria farmacéutica, el tracking de mercancias, incluso la música y las nuevas formas de asociación política tienen en esta tecnología un buen número de posibilidades para sofisticarse y hacerse más efectivas.
En el plano político, algunos países del mundo empiezan a ver con buenos ojos las potencialidades de esta tecnología para la administración pública. Elecciones, organización de la economía y el comercio y algunas otras son las áreas que mayores posibilidades ofrecen. Sin embargo, blockchain también puede ser una herramienta para aumentar la seguridad ciudadana, especialmente en cuanto al manejo de las armas dentro de las sociedades.
Inversión militar, armas y homicidios
De acuerdo a los datos del Stockholm International Peace Research Institute, Estados Unidos con aproximadamente 600 mil millones de dólares, China con 215 mil, Arabia (87mil millones) y Rusia (66 mil) son los mayores inversores del mundo en materia de arsenal bélico.
Además, amparados en la Segunda Enmienda -y en una interpretación de 2008 de la Corte Suprema de Justicia-, los norteamericanos tienen un enorme número de armas de fuego percápita, con un sistema de controles que da muchas facilidades para conseguir el arma y lograr la permisología correspondiente.
Una Milicia bien regulada, siendo necesaria para la seguridad de un Estado libre, el derecho de las personas a portar armas, no debe ser infringido.
Segunda Enmienda (1789)
Esta ligereza en los controles se ha traducido en números alarmantes de ataques a escuelas y otros recintos públicos, en donde se demuestra que hacen falta mejores métodos para prevenir estas tragdias. Hace diez años, Small Arms Survey, estimaba que en el país había unos 270 millones de armas de fuego, y según el Congreso, en Estados Unidos hay más armas que habitantes.
Un dato más alarmante es que, dentro de los países desarrollados, Estados Unidos ocupa el primer lugar en muertes causadas por armas de fuego, y eventos como la masacres de California, Orlando y más recientemente Ohio son recurrentes. En Latinoamérica la situación se torna más dramática, pues si bien no hay la misma cantidad de armas, los niveles de criminalidad y violencia convierten las armas de fuego en instrumentos del delito, una realidad que azota a países como El Salvador, Brasil -principal inversor bélico de la región- o Venezuela.
La tecnología blockchain tiene una serie de fortalezas que permitirían ejercer un mejor control sobre las armas, y no solo en torno a las personales, sino también para las químicas y las atómicas. Una política que podría ayudar a salvar muchas vidas y llevaría las relaciones internacionales a otro nivel, en donde la competencia armamentista dejaría de ser un foco de atención, al no traducirse en poder de coerción sobre otros países.
Especialmente útiles para una política pública que regule la presencia de armas en un Estado serían los registros descentralizados, en donde la información puede ser consultada de manera pública, sin restricciones, y no pueden modificarse. El registro podría realizarse de manera anónima o con los datos reales del dueño del arma, no obstante, en ambos casos, la información sensible podría registrarse de manera tal que solo usuarios autorizados puedan acceder a ella.
Blockchain como solución: registro público de armas y criminales
Este tipo de iniciativas no es nueva; no se trata de una utopía pacifista, sino un horizonte posible y que ya ha sido investigado.
Durante la administración de Barack Obama, estuvo en boga el tema de las armas inteligentes, que permitirían la identificación del propietario, el registro de uso, el bloqueo a distancia. Este tipo de armas de fuego minimizaría las muertes accidentales, además de restringir el uso de las armas de fuego a casos de necesidad real.
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— Blocksafe Foundation (@blocksafe) 14 de abril de 2017
Blocksafe es una plataforma que, a medidados de 2016, ofreció la posibilidad de concretar este proyecto. La idea es utilizar una blockchain en donde los datos sean almacenados y transmitidos de forma segura sin ningún riesgo asociado a la centralización, el tiempo de inactividad, proporcionando privacidad completa, haciendo énfasis en la creación de una red para este tipo de dispositivos inteligentes, los fabricantes, los usuarios y las autoridades.
Este ha sido uno de los principales proyectos de esta naturaleza que, más allá de plantear las potencialidades de la tecnología para el problema de las armas, ha intentado proporcionar la infraestructura para lograrlo, investigando también el Internet de las Cosas, los hardwares y los protocolos blockchain ideales para este tipo de desarrollos.
De concretarse, el cambio traería importantes modificaciones para la industria armamentista, que habría de reinventarse y reorganizarse, obligando a la adecuación de un nuevo marco legal. Las armas podrían ser inhabilitadas cuando se apunten a objetos animados, se podrían rastrear, llevar el conteo de balas y en general, ayudar a reducir la violencia criminal.
Registros públicos y prevención
Como se ha señalado, el registro de los datos podría darse a través de un libro contable distribuido y de acceso público o uno con restricciones. Sin embargo, en cuanto a las armas de fuego, pareciera mucho más adecuada la primera opción. De esta manera, desde el momento en que el arma sea adquirida se podrá registrar la información pormenorizada asociada a la misma: cada vez que el arma sea disparada, se podrá conocer qué tipo de arma es, a quien pertenece y sus antecedesntes, así como su ubicación.
Sin embargo, blockchain podría incidir en las grandes diferencias bélicas entre las potencias. Si bien no sería una solución definitiva a las guerras, la tecnología de contabilidad distribuida podría minimizar los riesgos de un ataque nuclear, según investigaciones que ha llevado a cabo la Unidad de Investigación del Departamento de Defensa estadounidense.
En Arizona ya intentaron la prohibición de este tipo de registros, aunque el Senado dejó sin efecto el proyecto, por lo que la iniciativa de ampliar los controles podría tomar un nuevo impulso.
La Defense Advanced Research Projects Agency (DARPA) está financiando esfuerzos para averiguar si las cadenas de bloque podrían ayudar a codificar datos altamente sensibles, con aplicaciones potenciales para todo, desde armas nucleares hasta satélites militares.
Asimismo, la tecnología blockchain podría ofrecer información crucial sobre si un hacker ha modificado información en una base de datos, si sistema militar en particular está bajo vigilancia e así como generar las alarmas correspondientes ante la inminencia de un ataque o de la detonación de una ojiva nuclear, un horizonte sumamente promisorio ante el panorama de confrontación que parece cernirse sobre el planeta en este momento.