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La minería de Bitcoin se convirtió en un tercio del PBI de Bután.
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Las reservas de bitcoin del micro país ya superan a las de El Salvador
«Tu tarea es descubrir tu mundo y luego entregarte a él con todo tu corazón»
Buda
Conforme han publicado varios medios masivos y populares de noticias cripto el gobierno de Bután actualmente estaría minando intensivamente y holdearía unos 13.000 BTC. La noticia salió a la luz impulsada principalmente por la revelación pública aportada por Arkham Intelligence quien afirma tener identificada la wallet usada por el gobierno de Bután.
Esto no significa que Bután se haya bitcoinizado totalmente porque aún no legalizó expresamente el uso del activo. Es decir, no dictó ninguna norma expresa que indicara la tolerancia en su uso. Al momento sólo El Salvador ha dado ese paso. Sin embargo, el minado y holdeo en manos de la monarquía asiática es un paso gigante hacía la plena adopción legal de la moneda. Si se mantiene este rumbo, la terminará legalizando, ya sea expresamente o por inacción. Sería muy difícil de sostener en el tiempo que el Estado minara y holdeara bitcoin mientras que al mismo tiempo se le prohibiera u obstaculizara esa actividad a sus súbditos o turistas.
La noticia no ha tenido fuertes repercusiones en la agenda noticiosa bitcoiner en gran medida debido a la inacción del Estado respecto de la comunicación de sus acciones. La ausencia de comunicación oficial es tan fuerte que incluso desde algunos medios han tildado a la operación de minería como secreta. A pesar de que, desde mayo de 2023, sino antes, se ha anunciado publicamente que el asiático país iba a minar.
Sin embargo, ahora que la información de la cantidad minada y de la billetera se ha hecho pública, el Rey continúa sin comunicar nada al respecto. Omitiendo así, por el momento, la posibilidad de crear un relato oficial sobre la cuestión. Es posible que la no-comunicación sea la estrategia de comunicación. Tal vez sea una estrategia desarrollada alrededor del meme bitcoiner Mantente humilde, acumula sats.
Es opinión de este autor que, en caso de que los hechos informados sean correctos, estaríamos ante un evento histórico de similar importancia a la adopción de Bitcoin que El Salvador hizo. Veamos algunos puntos comparables entre el reinado asiático y el primer país que legalizó Bitcoin.
Al momento Bután holdea alrededor de trece mil bitcoins, mientras que El Salvador acumuló cerca de seis mil monedas. Sin embargo, el centroamericano país posee un producto bruto interno diez veces mayor al del pequeño país asiático. Por lo que podríamos desafiar a Bukele afirmando – no sin cierta arbitrariedad – que Bután es veinte veces más bitcoiner que El Salvador. A lo que el centroamericano país podría replicar que Bután es sólo veinte veces más “holder” pero no tan bitcoiner como él. Porque, desde la rimbombante legalización de Bitcoin, Bukele ha brindado un fuerte discurso pro-Bitcoin. Tanto en pos de obtener turistas como también bitcoiners residentes. Es decir que está apostando por la capa cero de Bitcoin, la capa humana y más valiosa de la red. Mientras que Bután, por el momento sólo está apostando por el token que existe sólo en la capa uno y por brindar seguridad a dicha capa a través de la minería.
Asimismo, Bukele se ha pronunciado a favor de Bitcoin en muchísimas oportunidades y hasta ha sumado personalidades bitcoiners como Saifedean Ammous, Max Keiser y otros como consultores. Mientras que, por el contrario, el gobierno a cargo del Rey Jigme Khesar Namgyel Wangchuck no sacó siquiera un comunicado reconociendo el holdeo de los bitcoins y mucho menos comentando su visión sobre el fenómeno del dinero más sólido de la historia humana. Además, al Rey asiático no pareciera interesarle promover turismo bitcoiner popular, ya que, para ingresar al Reino de Bután, todo turista que no sea indio debe abonar $40 USD de Visa y $100 USD por cada noche que se aloje en el país en concepto de tasa de turismo. Mientras que El Salvador ha impulsado con ahínco el turismo bitcoiner hasta tal punto que nos son pocos los que lo consideran una especie de temporal Meca bitcoiner. Y lo hace sin cobrar entrada al país.
Otro tema que podemos ver en común con ambos países es su deseo de realizar Zonas Especiales Económicas para promoción de ciertos objetivos. En el caso de El Salvador se anunció el proyecto de Bitcoin City y en el caso de Bután tienen el proyecto de la Mindfulness City. Idea de charter city fácilmente apreciable desde el punto de vista discursivo-marketinero considerando especialmente el budismo imperante en el reino. La misma estaría abierta a extranjeros que establezcan sus industrias y oficinas en el lugar. Ello en un contexto que, junto con energía hidroeléctrica barata, tolerancia en el uso de bitcoin y un gobierno con posibilidad de tomar decisiones en forma dinámica y duraderas gracias a su aspecto monárquico, hacen un combo que podría llegar a ser destacable en el mercado de vivir en conjunto.
Los bitcoiners tenemos la tésis de que Bitcoin arregla prácticamente todo y algo que tal vez pueda arreglar es al Estado mismo. Misión muy difícil de lograr y aún más difícil de demostrar. Pero tal vez prestando suficiente atención podamos empezar a ver los primeros Estados en vías de recuperación del cáncer fiat que padecen. ¿Cómo reconoceríamos un Estado que viró en el rumbo del autoritarismo globalitario imperante y que comenzó a recuperar su función originaria de protección de los derechos individuales? No lo se, pero ciertamente ese tipo de Estado minaría Bitcoin, lo holdearía y permitiría que sus residentes y turistas lo usaran sin interferencias. Tal vez el neorenacimiento bitcoiner prometido ya comenzó, sólo que aún no logramos verlo porque perdemos la perspectiva al estar demasiado cerca de los hechos.
«Nadie nos salva, excepto nosotros mismos. Nadie puede y nadie debe. Nosotros mismos debemos recorrer el camino.»
Buda
Camilo JdL para CriptoNoticias a las 862796 timechain
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