¿Podría Bitcoin hacer un cambio positivo en el uso de WiFi? Esta es la pregunta que ha sido planteada recientemente en el portal CoinDesk. Varias empresas se han dedicado a buscar nuevos usos para Bitcoin, uno de estos está relacionado con la idea de que existan puntos de acceso WiFi que puedan recibir pagos en la criptomoneda. Aunque este proyecto se trata de un trabajo en progreso, sin duda podría tener un impacto positivo en las redes WiFi.
Hasta la fecha, startups como BitMesh y WIFI Metropolis están desarrollando conceptos en torno a esta idea. Estos proyectos encuentran su sustento en las investigaciones realizadas por algunas firmas como Cisco que han encontrado que WiFi es «la tecnología de acceso predominante para dispositivos móviles” ya que el 30% de los consumidores coinciden en que los precios de las opciones de datos como 4G son demasiado elevados. Sin embargo, existe mucha población que no tiene acceso a las redes WiFi, lo cual ofrece una oportunidad convincente para el uso de Bitcoin hoy en día.
Estos servicios aún se encuentran en su etapa inicial. Ambas iniciativas esperan que estas aplicaciones puedan resultar útiles para que los negocios y consumidores comiencen a abrir sus redes WiFi al público.
WIFI Metropolis, que actualmente ofrece servicios Wi-Fi a empresas asociadas como St. Pancras International Station, recientemente incorporó Bitcoin a una aplicación diseñada para servir como un recurso para viajeros que busquen puntos de acceso Wi-Fi libres a nivel mundial. Bitcoin permitió a los usuarios de Metropolis Wi-Fi ganar puntos añadiendo nuevos ‘hotspots’ al mapa, es decir, integrándolos a su red. Sin embargo, a partir de esto se generó un problema con un pequeño fondo de hackers que trataban de explotar y confundir a la aplicación.
Por otro lado, BitMesh es una plataforma que permite compartir tu conexión a Internet con otros usuarios a cambio de Bitcoin, sin que participe un tercero y sin la necesidad de un contrato previo. Esto es posible gracias a los canales de micropagos de Bitcoin, que permiten a los usuarios pagar por adelantado por el ancho de banda que les gustaría usar y el servidor de BitMesh calcula el tiempo utilizado y el tiempo restante.
Actualmente, BitMesh está siendo incubado por la prominente firma de capital de riesgo Boost VC, y ya ha presentado sus prototipos a inversionistas y otros miembros del jurado. Hace unos meses fue presentado un video en el que muestran cómo el usuario interesado en usar Internet se conecta a una red WiFi BitMesh y envía un micropago Bitcoin para conectarse a la red durante el tiempo acordado. Aunque la demostración del concepto en el video es bastante básica, brinda una idea general de cómo Bitcoin “podría alimentar las redes en malla en el futuro”.
Chris Smith, cofundador de Bitmesh, prevé un futuro donde una cafetería pueda usar esta tecnología como una manera de monetizar su servicio de Internet sin tener que forzar a la gente a comprar algún alimento o bebida.
Una cafetería instala BitMesh, usted trata de unirse a su red Wi-Fi y ellos le remiten a BitMesh. Una vez conectado, le pregunta si el precio es justo y usted puede pagar por la unidad de tiempo o por unidad de datos. Creamos un canal de micropagos de manera que usted pueda pagar por megabyte y establecer la cantidad máxima que quiere pagar.
Chris Smith
fundador de BitMesh
Se puede decir que WIFI Metropolis aún se encuentra buscando nuevos usos para esta tecnología. Por su parte, BitMesh busca desarrollar más versiones de base de su concepto. A pesar del comienzo difícil, Smith cree que no será difícil conseguir consumidores para pagar por el Internet en cuotas más pequeñas y medidas, quitando potencialmente el miedo de un alto precio imprevisto. Este factor, dice Smith, conduce a WIFI Metropolis a seguir explorando la idea de usar Bitcoin en sus servicios.
Smith sugirió que blockchain podría facilitar el establecimiento de un mercado como Airbnb o Uber que funcione como un banco de pago entre los propietarios de WiFi y los usuarios de smartphones que quieran obtener acceso a servicios compartidos. Ahora mismo, sin embargo, él sugiere que existen dos barreras para que pueda darse este tipo de servicio.
La primera es que esta tecnología aún está siendo desarrollada. Smith proyecta seis u ocho meses antes de que esta pueda ser aplicada en el mercado. Aún más importante que esto, es que actualmente no se tiene claro si los consumidores estarían dispuestos a pagar por un servicio que históricamente se espera que sea gratuito. Por lo tanto, es necesario atribuirle un valor a este servicio y hacerlo manejable para los usuarios.