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Estereotipos de género condicionan el vínculo de las mujeres con el ecosistema de las criptomonedas.
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Impulsar la adopción femenina en el ecosistema es una cuestión de programación social.
Luisa es venezolana, hace siete años que comercia con criptomonedas. Goza de una reputación intachable que le ha permitido captar la atención de nuevos clientes. Sin embargo, pocos saben que ella prefiere promocionarse bajo la identidad de un hombre.
«Hay varias razones por las que decidí hacerlo de esa manera, una de ellas fue porque cuando me inicié en el comercio de bitcoin, lograba alguna que otra transacción esporádica, mientras que mis amigos, quienes se iniciaron al mismo tiempo que yo, semanalmente incrementaban sus cifras», comentó.
El otro motivo por el cual Luisa prefiere ocultar su identidad es porque, antes, sus anuncios atraían a hombres que hacían ofertas indecorosas, que no correspondían con sus intenciones. Así que un día se decidió. Hace todas sus operaciones bajo otra identidad. «Tuve que comenzar de nuevo, pero me llené de valor, y para mi sorpresa, al poco tiempo, había superado mis cifras anteriores, aunque en el fondo me da mucha tristeza saber que las personas confían poco en las mujeres que se desempeñan en el criptomundo», relató.
Lo experimentado por Luisa condicionó la forma en la que se relaciona con las criptomonedas.
En mi mundo real, en mi día a día, no hay muchas personas que sepan que me gusta bitcoin y que vivo pendiente de todas las noticias que surgen a diario en este ecosistema. Lo que sé, lo comparto con un pequeño grupo de amigos, pero cuando otras personas, fuera de ese círculo, se sienten motivadas a conocer sobre bitcoin, ether y demás, prefieren conversar con hombres, no con mujeres.
Escuchando a Luisa me pregunto ¿no habían dicho por allí que Satoshi Nakamoto es una mujer y decidió ocultarse porque el mundo no iba a creer en ella tanto como lo hizo, si la propuesta venía de una mujer? En fin, profundizar sobre este tema no nos llevaría a ninguna parte, porque no es demostrable. Entonces, mejor formulemos otra interrogante. ¿Será verdad que existen los estereotipos de género que están condicionando la adopción de las mujeres en el ecosistema de las criptomonedas?
En mi intento por descubrirlo, busqué algunos estudios que me arrojaran luces para despejar la duda. También, me refugié en la relación que han tenido las mujeres y la tecnología a lo largo de la evolución humana, lo cual me permitió descubrir algunos elementos que nos pudieran ayudar a descifrar ¿qué está sucediendo entre las mujeres y las criptomonedas?
Un estudio publicado en diciembre de 2019 realizado por el Center for the Governance of Change (CGC) de IE University, titulado «Cryptocurrencies and the Future of Money» (Criptomonedas y el futuro del dinero), se enfocó en ocho países (Alemania, Argentina, Brasil, España, Francia, México y Estados Unidos). Descubrió que la adopción de las mujeres en el campo de las criptomonedas es inferior a la de los hombres, sobre todo en los países latinoamericanos.
La investigación también reveló que en México, Argentina y Brasil, la brecha marcada por la adopción de criptomonedas se ha dado por un desconocimiento de cómo adquirir esta tecnología y no por una falta de interés, lo cual puede arrojar una luz sobre el tema que nos ocupa, pues es posible que lo que ocurra no es que las mujeres no tengan interés en las criptomonedas, sino que su acercamiento a este mundo se ha visto afectado por otras razones.
La historia dice que hace 57 años Valentina Tereshkova se convirtió en la primera mujer en viajar al espacio. Tenía 26 años cuando vistió un traje de astronauta para demostrarle al mundo que las mujeres sí pueden. Sin embargo, aunque ha pasado más de medio siglo de aquella hazaña, resulta sorprendente observar que términos como astronauta, ingeniero o desarrollador, continúan estando asociados al género masculino.
La referencia surge de manera automática porque esa es la imagen comúnmente aceptada por la sociedad. Ahora bien, para saber qué imagen llega a la mente cuando se habla de criptomonedas, improvisé una pequeña encuesta. Le pregunté a 10 amigos al azar: describe cómo te imaginas a una persona que mina bitcoin. Todas, absolutamente todas, describieron a un hombre.
Entonces, surgió la hipótesis. Puede que el criptomundo sí tenga estereotipos de género y se haya convertido en reflejo de lo que sucede en el resto de los ámbitos de la vida. ¿Cuántas veces no hemos escuchado estas afirmaciones: las mujeres no saben de criptomonedas, la mujer es peligrosa al volante, las mujeres no saben nada de fútbol, las mujeres son malas para las matemáticas?
¿Cuáles son las consecuencias?
Según la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, un estereotipo de género «es una visión generalizada o una preconcepción sobre los atributos o características que poseen o deberían poseer las mujeres y los hombres o los papeles que desempeñan o deberían desempeñar los hombres y las mujeres».
Por consiguiente, un estereotipo de género es perjudicial cuando limita la capacidad de las personas para desarrollar sus atributos personales o sus aptitudes profesionales y para tomar decisiones sobre sus vidas y planes.
Analizando el concepto de estereotipo de género y aplicándolo al campo de las criptomonedas, quizás cualquiera podría preguntarse ¿los estereotipos están condicionando la adopción de criptomonedas en el género femenino? o ¿será que las mujeres tienen poco interés por los criptoactivos?
La respuesta clave parece tenerla una encuesta realizada por Grayscale, la cual arroja la abrumadora cifra de que un 93% de las mujeres que participaron en el estudio indicó que podrían estar más abiertas a esta clase de activos si tuvieran más recursos educativos disponibles para ellas. Esto podría significar que ya tenemos una fórmula: más educación podría conducir a un mayor interés femenino en Bitcoin y por consiguiente en otras criptomonedas y el resto del ecosistema.
La entusiasta de las criptomonedas argentina, Fiorella Scantamburlo, está de acuerdo con que la educación es la fuerza que cambiará paradigmas en el ámbito femenino dentro el ecosistema de las criptomonedas, el cual considera que está limitado por elementos culturales.
«A muchas mujeres hasta les da miedo acercarse para conocer de criptomonedas», señala. Cree que la participación de mujeres en la industria es clave porque «permitiría generar diversidad de ideas y enfoques dentro de un proyecto o una compañía». Para cambiar paradigmas, han comenzado a crear grupos de mujeres y a impulsar actividades para dar a conocer los beneficios de las tecnologías blockchains en diferentes espacios educativos, como universidades y escuelas.
Ctrl+Z a los estereotipos de género
La organización Inspiring Girls, que fue fundada en el Reino Unido y ya está presente en varios países del mundo, dice que sí, la educación lo cambiará todo. Su objetivo es mejorar la autoestima, la ambición profesional y las expectativas laborales en el ámbito femenino, fortaleciendo la educación desde que las niñas están en edad escolar. Las ayudan a analizar la amplia variedad de profesiones que existen sin que el hecho de ser mujer les imponga ningún tipo de limitación.
Ya que el mundo está abordando el ecosistema blockchain como una oportunidad de cambiar la estructura financiera global y las formas en las que la sociedad interactúa con la tecnología, entonces es determinante que las mujeres participen.
Tal vez, por eso están algunas mujeres llenando algunos de los puestos más altos en criptografía: Amber Baldet ayudó a dirigir el Centro de Excelencia Blockchain en JP Morgan durante más de dos años; Elizabeth Rossiello fundó una plataforma de cambio y pago de divisas en África llamada BitPesa; Galia Benartzi cofundó Bancor, un protocolo de liquidez que facilita la conversión de criptodivisas. Se puede esperar oír más de estas líderes que serán fuente de inspiración para que otras mujeres se involucren.
Varias de estas líderes han manifestado, en reiteradas ocasiones, la importancia vital de que sean las mujeres las que impulsen la adopción femenina en el mundo de las criptomonedas. De hecho, Baldet lo dejó claro cuando, en una entrevista, señaló que tener a alguien en la mesa de diseño que represente a las personas que van a utilizar la tecnología puede ser, incluso, una cuestión de vida o muerte.
He descubierto que las mujeres interactúan con la tecnología y veo cómo puede resultar incómodo compartir la ubicación GPS o un recibo de un correo electrónico puede revelar una actividad sensible a una pareja abusiva (…) Más tarde, esas mismas características de privacidad podrían hacer que alguien amara tu aplicación porque evitaste que arruinara accidentalmente una fiesta sorpresa. La diversidad en el desarrollo no se trata de un juego de números. Se trata de llenar los puntos ciegos de cada uno para construir un producto más seguro y útil para todos.
Diseñar estas aplicaciones para que sean atractivas para las mujeres también es un buen negocio, dice Meltem Demirors, que recientemente dejó su puesto como vicepresidenta de Digital Currency Group, una empresa de inversiones centrada en la criptografía y la cadena de bloques. Señala que el 80% del gasto de los consumidores en los Estados Unidos está influenciado por las mujeres. No hacer que las criptomonedas funcionen para las mujeres significaría «perderse la mayor concentración de riqueza», dice. «Son las mujeres las que controlan el dinero en este mundo».
En conclusión, si la semilla de los estereotipos se siembra en la educación, en la educación es donde está la solución. Entonces, la única manera que tengo a mi alcance para ayudar a Luisa y que tiene el ecosistema en general para ayudar otras mujeres que deseen conocer el entorno de las criptomonedas es promover actividades educativas, compartir lecturas, crear grupos en redes sociales y alentar la incorporación de otras mujeres.
En fin, la idea es promover, alentar e impulsar programas de formación y ganar espacios donde las mujeres que ya usan las criptomonedas y entienden el sistema, cobren relevancia, cuenten sus experiencias y sean cómplices de la «criptoadopción» del planeta.
Descargo de responsabilidad: los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias.