El Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE) abrió una investigación contra seis bancos de Brasil por presuntamente usar su posición en el mercado para restringir el comercio de criptomonedas, colocando en desventaja a los corredores que intercambian criptoactivos como bitcoins en el país. Esto a solicitud de la Asociación Brasileña de Criptomoneda y Blockchain (ABCB).
El organismo regulador brasileño comenzó las averiguaciones este martes 18 de septiembre, alegando que se estarían ejecutando prácticas monopólicas en el Banco do Brasil, Bradesco, Itaú Unibanco, Santander Brasil, Banco Inter y Sicredi, según informó la agencia de noticias Reuters.
La asociación denunció el cierre de cuentas en estas instituciones financieras sin que se ofrecieran explicaciones a los afectados, lo que fue considerado por las autoridades como uno de los elementos para iniciar la investigación. La averiguación fue solicitada el pasado mes de junio cuando fue cerrada la cuenta de Atlas Tecnología por el Banco do Brasil. En esa oportunidad las cuentas bancarias de diversas casas de cambio también fueron cerradas por otros bancos.
En un informe de CADE, al que tuvo acceso Reuters, la agencia antimonopolio cuestiona que los bancos estarían aplicando este tipo de restricción para las operaciones con criptoactivos. En el reporte se señala lo siguiente: «los bancos pueden estar “imponiendo restricciones o incluso prohibiendo (…) el acceso de corredores de criptomonedas al sistema financiero, lo que, de hecho, puede traer perjuicios a las casas de cambio”. Y añaden:
No parece razonable que los bancos apliquen medidas restrictivas a priori de forma lineal a todas las empresas de criptomonedas, sin analizar el nivel de cumplimiento y las medidas antifraude adoptadas por cada corredora individualmente, lo que otorga un tratamiento de ilegalidad per se a la actividad de corretaje de criptomonedas.
Consejo Administrativo de Defensa Económica
Brasil
Conflicto bancos-casas de cambio
En el reporte también cita fuentes vinculadas a los bancos que alegaron que en Brasil actualmente no hay un marco regulatorio establecido, ni garantías para que las casas de cambio apliquen normas para prevenir el lavado de dinero, por ejemplo. Los bancos señalan en su defensa que hay “actividades ilícitas que deben ser evitadas…” y que los “bancos deben tomar medidas restrictivas cuando hay indicios de práctica de crímenes por parte de los corredores”.
Al ser consultado sobre esta decisión, el Banco do Brasil dio a conocer que han prestado colaboración con el CADE, pero que también tienen el compromiso de fomentar “prácticas competitivas con base en la ética y en el respeto a la libre competencia”. En tanto, Itaú Unibanco informó que ofrecerá apoyo en las averiguaciones «confiado que sus conductas serán consideradas legítimas».
El conflicto entre los bancos brasileños y las casas de cambio de criptomonedas tiene varios episodios. Los más recientes incluyen decisiones judiciales que han favorecido a estas últimas como ocurrió en el caso de Braziliex, en la que un Juzgado Civil de Sao Paulo ordenó a Bradesco reabrir la cuenta en cinco días hábiles, de lo contrario el banco sería multado con unos 240 dólares diarios.
Otro caso reciente fue la decisión que tomó la juez federal Ana Catarino, titular de la Octava Corte Civil del Tribunal de Justicia del Distrito Federal y los Territorios, que le ordenó al Banco Santander reactivar la cuenta de la casa de cambio Bitcoin Max.
Con la apertura de esta investigación la relación entre los bancos y las casas de cambio de criptomonedas podría pasar a un escenario más pacífico, uno en el que los operadores sean reconocidos como integrantes de la economía en la que buscan aportar valor agregado a través de los criptoactivos.
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