La blockchain es aún una tecnología emergente y es cierto que entorno a ella se han desarrollado numerosas startups, con más o menos éxito. Pero no sólo empresas de esta generación y de este siglo, ni siquiera sólo del siglo pasado, han puesto su atención sobre ella. Una de las más antiguas es, de hecho, el gigante financiero State Street, la segunda institución financiera más vieja de Estados Unidos, fundada y en operaciones desde 1792.
Y es esta institución la que se encuentra desarrollando ahora mismo 10 pruebas de concepto para distintas herramientas blockchain, que próximamente planean fusionar en su propia cadena de bloques, la State Street Chain. Esta servirá especialmente en operaciones internas, transacciones de negocio a negocio (B2B) y operaciones multipartida al estilo consorcio.
Las investigaciones están siendo llevadas a cabo específicamente por una de sus divisiones, el Centro de Tecnologías Emergentes, con sedes en Boston, San Francisco y Nueva York; que pese a estar experimentando con diversas tecnologías se han centrado últimamente sobre todo en la blockchain gracias a los beneficios que esta ofrece.
Por otro lado, tal como menciona John Burnett, director de desarrollo blockchain del banco, las pruebas que se encuentran realizando no son un esfuerzo sólo de State Street, sino que se valen de alianzas con distintas startups y consorcios para poder crecer. Entre las primeras se encuentra PeerNova, con la que están construyendo un catálogo distribuido de activos de inversión; mientras que en el segundo caso hay que mencionar que State Street, como miembro fundador del R3CEV y el Hyperledger Project, ha sabido aprovechar muy bien sus plataformas nativas (Corda e Hyperledger Fabric) para desarrollar sus propias aplicaciones.
Una de las cosas que estamos haciendo como equipo, algo realmente central a nuestro mandato, es en verdad lanzar una amplia red entre nuestro desarrollo interno, la experimentación y la creación de prototipos; una segunda etapa es trabajar en estrecha colaboración con diferentes startups en el espacio, y una tercera etapa [que son], consorcios industriales.
John Burnett
Director de Desarrollo Blockchain
De las 10 pruebas mencionadas, la mitad ya son prototipos funcionales que están siendo probados junto a otras empresas, mientras que el resto aún se encuentra sólo en papel y está pendiente su construcción sobre la blockchain. La State Street Chain, planean sus expertos, tendrá los cuatro componentes en los que dividen la tecnología de contabilidad distribuida: datos compartidos, consenso distribuido, criptografía nativa y soporte para contratos inteligentes, algo para lo que utilizan la plataforma descentralizada Ethereum.
Además, esta cadena de bloques no será diseñada para funcionar sólo internamente, sino que se construirá para que el resultado sea ‘agnóstico’, es decir, que podrá ser implementada en blockchains de código abierto, públicas o privadas. Sin duda, State Street está planeando crear una red colaborativa con otras empresas.
Se espera que estas pruebas de concepto, en las que se identifican las partes ineficientes del proceso financiero y se intentan automatizar con la blockchain, estén listas antes del final de este año.
Adicionalmente, cabe mencionar que State Street no es el único gigante antiguo interesado en la blockchain. Sólo en España tenemos al Banco Santander y el BBVA, quinto y sexto más viejos del país respectivamente, que también han sido miembros del consorcio R3CEV y se encuentran desarrollando sus propias aplicaciones basadas en esta tecnología.