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Qubic no ha alcanzado el 51% del hashrate de la red, pese a asegurar que sí.
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No obstante, el pool ha logrado introducir dos reorganizaciones de bloques en Monero.
Sergey Ivancheglo, el líder del pool de minería Qubic y cofundador de IOTA, anunció el proyecto en el que quiere involucrarse tras terminar con sus ataques de selfish mining (minería egoísta) a Monero: Dogecoin. Así lo dio a conocer en la red X, donde compartió una captura de pantalla de una votación en curso dentro de la comunidad de Discord del proyecto.
Con una gran mayoría (301 votos), dogecoin (DOGE) es la moneda que más interesa a los participantes de Qubic y de su pool de minería, cuyo modelo de pago funciona de manera dual: los mineros minan Monero o Dogecoin (en el futuro), y reciben a cambio tokens QUBIC.
Otras monedas minables contempladas en la votación fueron kaspa y zcash, con solo 31 y 12 votos respectivamente.
¿Atacará Qubic a Dogecoin?
Definitivamente, Qubic podría intentar aplicar en la red de Dogecoin la misma estrategia que aplica en la actualidad con Monero, reportada por CriptoNoticias.
Esta estrategia, que consiste en modelar incentivos económicos de corto plazo para mineros y atraerlos a su pool, se daría más o menos como sigue:
Qubic crea incentivos para que los mineros acepten pagos en QUBIC a cambio de ceder la propiedad sobre sus DOGE. Así, los tokens DOGE quedarían en manos del equipo del pool, los cuales serían liquidados para comprar tokens QUBIC y subir su precio.
Mientras el pool va reclutando más usuarios gracias a los incentivos, su hashrate en la red aumenta. En posesión de cierta magnitud de poder de cómputo (en torno al 33%), Qubic intentaría introducir reorganizaciones cada vez más grandes en la cadena de Dogecoin, ello con motivo de obtener más y más recompensas.
Sin embargo, un intento de ataque de 51% a Dogecoin requiere un contexto y unos recursos muy distintos. Potencialmente más arduos, al menos en términos de inversión inicial en hardware.
El algoritmo de minería de Dogecoin requiere de equipos ASIC especializados para su minería intensiva (aunque no excluye el uso de GPU, que podría ser menos rentable), a diferencia de Monero, cuyo algoritmo tiene protección contra los ASIC y exige minar con CPU y GPU.
Por lo tanto, para alcanzar 1,5 PH/s de 3 PH/s de hashrate que tiene Dogecoin al momento de la redacción, se necesitarían aproximadamente 166.667 Antminer L7 (9050 MH/s, a un costo promedio fijo de 7.500 dólares por ASIC). Esto supondría un costo total de 1.250 millones de dólares solo en hardware.
Por lo tanto, Qubic tendrìa que atraer más de cien mil ASIC a su pool, lo que a primera vista impone una barrera de dificultad mucho más alta a los experimentos de Sergey Ivancheglo.
La motivación del equipo de Qubic, más allá del reconocimiento y el dinero para realizar estos experimentos aversivos, no está del todo clara. Cuando se le preguntó al respecto, Ivancheglo respondió lo siguiente:
Se quema mucha electricidad para PoW inútil; necesitamos esa electricidad para AI. Estas palabras pueden ser difíciles de entender y no puedo revelar más ahora; en el futuro, con el tiempo, encajarán.
El CEO cree saber mejor que nadie, pues, cómo debería usarse la energía disponible. Cree que la seguridad de criptomonedas que funcionan según la prueba de trabajo no tiene valor, y que el hashrate minero estaría mejor empleado desviándose hacia su proyecto de IA.