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Gestionar la volatilidad es clave para mantener la rentabilidad.
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Los préstamos colateralizados por bitcoin permiten cubrir gastos sin liquidar tenencias.
La industria de la minería de Bitcoin ha atravesado una metamorfosis profunda en la última década. Lo que comenzó como una actividad casera, accesible para cualquier entusiasta con una computadora, se ha convertido en un sector industrial altamente competitivo, donde la eficiencia energética y la planificación financiera son tan cruciales como la potencia de hash.
En el marco de la LABITCONF 2025, celebrada recientemente en Buenos Aires, CriptoNoticias tuvo la oportunidad de dialogar en exclusiva con el ingeniero José Rafael Peña, SNS Manager del pool de minería ViaBTC.
Con una trayectoria que abarca desde la experiencia personal de adopción en el marco de la economía venezolana en crisis, hasta la gestión en uno de los pools de minería más grandes del mundo (que, además, mantiene vínculos estrechos con el exchange CoinEx), Peña ofrece una radiografía precisa del estado actual de la red y los desafíos que enfrentan los mineros en América Latina.
Para el especialista, la era del amateurismo rentable ha quedado atrás. La complejidad de la red y la reducción de recompensas programada exigen una profesionalización absoluta.
«Si uno quiere tomar la actividad en serio tiene que hacer una estrategia financiera viendo todos los detalles, todas las aristas del negocio», sentencia el entrevistado.
Bitcoin como salvavidas: una perspectiva personal
Antes de adentrarse en las cuestiones técnicas de los pools y el hashrate, es fundamental comprender la visión de Peña sobre el activo digital, forjada en la realidad económica de su país natal. Su acercamiento a Bitcoin no fue inicialmente especulativo, sino pragmático y necesario.
«Yo soy de Venezuela», relata Peña al inicio de la entrevista. «Bitcoin fue un salvavidas en su momento allá. Había mucho problema con lo que es el cambio de divisas. En ese contexto Bitcoin era una de las maneras más sencillas de poder cambiar bolívares a divisa dura».
Esta experiencia de primera mano con la utilidad monetaria de bitcoin define un enfoque en el que la tecnología no es solo un vehículo de inversión, sino una herramienta de libertad financiera. «Así llegó Bitcoin a mi vida», asegura.
El impacto del halving y la necesidad de una estrategia
El mercado actual opera bajo las nuevas reglas impuestas por el más reciente halving, evento que redujo la emisión de nuevos bitcoins a la mitad. A más de un año de este hito, y en un contexto de precios que desafía las predicciones más optimistas de ciclos anteriores, el comportamiento de los mineros ha tenido que adaptarse.
Peña es contundente al describir este nuevo escenario: «Con el Halving, no es como a los inicios de Bitcoin que una persona con una laptop podía minar y conseguía 50 BTC en un bloque. Eso ya no existe. Actualmente, la recompensa está en 3,125 BTC por bloque».
A pesar de la reducción en la recompensa, la competencia no ha disminuido; por el contrario, se ha intensificado. Los datos de la red respaldan las afirmaciones del representante de ViaBTC: «El hashrate, o sea los mineros conectados a la red principal de Bitcoin, sigue subiendo. Es decir, hay más mineros conectándose, no hay mineros desconectándose».
Esta dinámica de «más competencia por menos recompensa» obliga a los participantes a repensar su modelo de negocio. Según Peña, esto «ha hecho que lo que es la minería de Bitcoin y otras criptomonedas sea una actividad mucho más especializada».
Aquí es donde radica el punto central de su análisis: la minería ya no es solo una cuestión de hardware. «O sea, ya no solo hay que pensar en el equipo, el lugar… Hay que pensar también estrategias económicas de cómo justamente afrontar cualquier volatilidad de mercado», explica. La vieja premisa de «conectar y minar» ha quedado obsoleta para quienes buscan rentabilidad sostenida. «Ya no es algo tan sencillo como: conectas el equipo y estás minando», advierte.
Herramientas financieras para mineros de Bitcoin y criptomonedas
Ante la volatilidad del mercado y la necesidad de cubrir costos operativos —principalmente electricidad— sin liquidar las tenencias de bitcoin en momentos inoportunos, los servicios financieros asociados a la minería (específicamente préstamos colateralizados) han cobrado relevancia.
Peña destaca que ViaBTC, el tercer mayor pool de Bitcoin a nivel global y líder en activos como litecoin, ha activado servicios diseñados para mitigar estas presiones de liquidez. «No solo prestamos servicio de minería. También tenemos actualmente un nuevo servicio que hicimos, de préstamos de criptomonedas con garantía», señala.
La mecánica es sencilla, pero vital para la gestión de tesorería de un minero: «No venden sus bitcoin, los ponen en garantía, le damos USDT y cuando necesite recuperarlo, lo pagan y ya, listo. Entonces eso sirve bastante para los mineros que quieran pagar electricidad, no quieran vender sus bitcoin y casos como ese».
Cabe destacar que, según aclara Peña, esta herramienta de ViaBTC no es exclusiva para mineros, sino que «cualquiera puede actualmente participar en los préstamos con garantía».
América Latina: potencial energético y desafíos regulatorios
La entrevista en Buenos Aires no fue casualidad. América Latina se ha posicionado como un hub estratégico para la minería digital debido a sus recursos energéticos. Sin embargo, la región presenta un mosaico de realidades regulatorias que determinan dónde se instalan las grandes granjas.
«Actualmente ViaBTC somos de los únicos pools que se han enfocado en el mercado latinoamericano», afirma Peña, resaltando la disponibilidad de contenido y soporte en español como una ventaja competitiva clave para acercarse a la comunidad hispana.
Al ser consultado sobre los desafíos estructurales en la región, el ingeniero apunta directamente a la seguridad jurídica como el factor determinante, incluso por encima del costo energético.
«La minería ya no es una actividad que sencillamente conectas tu equipo y ya. Es una actividad que requiere demasiada inversión, que es algo que requiere una buena estabilidad jurídica».
José Rafael Peña, SNS Manager de ViaBTC.
Peña contrasta dos realidades regionales. Por un lado, menciona el caso de Venezuela, que «tuvo su momento de boom minero, pero actualmente por las dificultades jurídicas se ha vuelto más problemático». Por otro lado, destaca el auge de Paraguay.
«Tenemos el caso por lo menos en Paraguay que tiene más o menos una mayor estabilidad jurídica, tienen reglas claras incluso de los costos de la electricidad y que está fomentando que varios mineros se acerquen a la región gracias a que también el costo de la electricidad es uno de los más económicos de la zona», analiza.
La ecuación para la rentabilidad en Latinoamérica, según el directivo, se compone de dos variables inseparables: «Lo que sería el costo de la electricidad y la seguridad jurídica». Países con energía cara, como Chile, quedan prácticamente excluidos de la ecuación industrial porque «la minería la vuelve prohibitivo».
La minería como estabilizador de redes y el debate ecológico
Uno de los temas más recurrentes en los medios generalistas es el impacto ambiental de Bitcoin. Peña aborda esta cuestión con una postura clara, refutando la narrativa del «desperdicio» de energía.
«Gastar energía inútilmente, como alguna vez dijo Andreas Antonopoulos, es encender las luces de Navidad», argumenta Peña, utilizando una analogía potente. «Y aun así todos los años, en muchas partes del mundo, la gente pone luces de Navidad que solo duran pocos meses».
Para Peña, la clave está en la utilidad del producto final. «Al final están produciendo bitcoin. Gastas energía para producir bitcoin, el cual luego puedes volver a moneda fíat, moneda nacional, y conseguir recursos que puedes reinvertir en electricidad».
Mirando hacia el futuro, y específicamente hacia el Halving de 2028, Peña vislumbra una integración más profunda entre la minería y los sistemas eléctricos nacionales. Lejos de ser un parásito energético, Bitcoin puede actuar como un mecanismo de eficiencia.
«Si varios gobiernos, no solo de Latinoamérica sino del mundo, se dan cuenta de que es una actividad que puede ayudar a estabilizar los sistemas eléctricos nacionales, entenderían mejor el valor que puede tener Bitcoin más allá de solo minar BTC».
José Rafael Peña, SNS Manager de ViaBTC.
El especialista cita ejemplos concretos de esta simbiosis: el uso de la minería para reducir el «venteo» de gas metano en la industria petrolera (reduciendo el efecto invernadero) o el aprovechamiento de excedentes eléctricos que de otro modo se perderían. «La reutilizan y la vuelven en minería de Bitcoin, que son unos BTC que al final lo pueden cambiar y conseguir más dinero para el servicio servicio eléctrico de dicho país».
El futuro: eficiencia, IA y la «lotería» para minoristas
Sobre la evolución tecnológica de la industria, Peña observa una tendencia hacia la eficiencia sobre la fuerza bruta. «Me parece que estamos como en una especie de estabilización de los equipos. Que incluso ya no es que salgan los chips mineros más potentes, sino es como que vamos a buscar que sea más eficiente con, por ejemplo, con la refrigeración o con energías renovables».
Además, no descarta la convergencia con la inteligencia artificial (IA) para optimizar procesos, aunque aclara que por el momento ViaBTC no tiene anuncios públicos sobre productos específicos de IA, más allá de la evaluación interna constante para «no quedarse atrás».
Finalmente, aunque la industrialización es imparable, Peña envía un mensaje a los usuarios minoristas y entusiastas que desean aprender sin arriesgar grandes capitales.
Existen opciones para lo que él denomina «mineros lotería», utilizando hardware de bajo costo y consumo como el Bitaxe o NerdMiner. «Con solo conectarlos pueden participar —sin esperar ganancia, claro está, porque es casi una lotería— y así por lo menos pueden acercarse a lo que es la minería de Bitcoin».
Para José Rafael Peña, la conclusión es clara: la minería de Bitcoin es una industria que ha madurado. Requiere seriedad, estrategia financiera y un entorno regulatorio estable. Pero, sobre todo, sigue siendo la columna vertebral de un sistema monetario que continúa expandiéndose y atrayendo tanto a gigantes industriales como a curiosos que dan sus primeros pasos en la soberanía digital.

