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Nic Carter pide estimular el uso de energía verde, en lugar de prohibir la minería de Bitcoin.
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Otro miembro de la comunidad cree que mienten quienes dicen que hay que gravar la minería de BTC.
La Casa Blanca insiste en persuadir al Congreso de Estados Unidos para que apruebe un impuesto del 30% sobre la energía eléctrica utilizada por los mineros de Bitcoin.
La propuesta planteada desde el año pasado estaría avanzando, según un reporte de Yahoo News que asegura haber visto, anticipadamente, un documento que estaría por publicar la Casa Blanca.
«El alto consumo de energía de los criptomineros tiene efectos negativos en el medio ambiente, la calidad de vida y las redes eléctricas donde se ubican estas empresas en todo el país», apunta el texto, de acuerdo con la referida publicación.
En ese sentido, el Consejo de Asesores Económicos (CEA) del presidente Joe Biden cree que imponer un impuesto a la minería de Bitcoin será un «ejemplo de los esfuerzos de la Administración para combatir el cambio climático y reducir los precios de la energía».
La propuesta, que no menciona la posibilidad de prohibir la minería digital en Estados Unidos, hace referencia a la aplicación de un impuesto especial “sobre activos digitales, minería y energía”.
Sin embargo, la aplicación de un impuesto a los mineros terminaría expulsando la actividad de territorio estadounidense, algo que Nic Carter, analista y fundador de Coin Metrics, llama «una prohibición de facto para la minería de Bitcoin en Estados Unidos».
«No sé por qué [los políticos] no entienden este hecho tan simple. Prohibir la minería (esta es una prohibición de facto) en los EE. UU., no hará que haya menos minería de BTC. Simplemente significará que la minería ocurra en otros lugares con mayor intensidad de carbono».
Nic Carter, analista del ecosistema de Bitcoin.
Apoyar el uso de energía renovable, en lugar de prohibir la minería de Bitcoin
Carter cree que en lugar de aprobar medidas que desestimulan la minería de Bitcoin en Estados Unidos, los legisladores deberían hacer todo lo contrario. Esto sería alentar a los mineros a domiciliarse en el país, donde tienen más posibilidades de consumir energías renovables.
“En este caso, la minería sostenible es un impuesto pigouviano (para corregir tendencias negativas) de facto. Esto ocurre porque pone en desventaja a todos los demás mineros que presumiblemente extraen con emisiones distintas de cero”, comentó Carter en un artículo de opinión.
Nic plantea que, si se conectan a la red de Bitcoin suficientes mineros que usen energía sostenible, especialmente si están subsidiadas, algunos mineros que utilizan energías menos sustentables ya no serán rentables y cerrarán sus operaciones.
En ese marco de ideas, Carter dice que nadie debe preocuparse por las emisiones contaminantes relacionadas con Bitcoin, sino más bien dirigir los esfuerzos para que, cada vez más, aumente el porcentaje de los que usan energías renovables.
Por su parte, el educador sobre Bitcoin, Andrew Bailey, criticó a los legisladores que dicen que hay que gravar la minería de bitcoin, “porque mienten”.
Cree que la verdadera intención del impuesto es reducir el uso de la criptomoneda. “No oculte propuestas impositivas tontas detrás de los objetivos de reducir emisiones”, agregó Bailey.
Una red de mineros “verdes” reducirá las emisiones contaminantes
Para explicar su lógica, Nic Carter expone el ejemplo del Estado de Wyoming, al oeste de Estados Unidos, donde se creó un incentivo fiscal para apoyar la minería con gas natural quemado.
Usar el gas expulsado de las operaciones de pozos de petróleo, que de todos modos se quema, para ponerlo en un generador y minar Bitcoin, ocasionará una neutralidad en cuanto a la expulsión de gases de efecto invernadero.
“Si los mineros aceptan la oferta de Wyoming, surgirá una nueva porción de hash rate que es completamente neutral en carbono, desplazando la energía más sucia”, agrega Carter.
En la actualidad, el 58,5% de la minería de Bitcoin usa energías renovables, según un reporte de CriptoNoticias publicado a principios de año. Aunque ya para el año 2019 el uso de energía hidroeléctrica en la minería de bitcoin era cercano al 75%.
La actividad estaba bastante concentrada en China en aquel entonces, lo cual demuestra que la prohibición de la minería de Bitcoin en ese país provocó una migración de mineros que en realidad perjudicó la sustentabilidad de la industria.
Lo ocurrido en China podría repetirse en caso de que Estados Unidos imponga un impuesto a esta actividad.