Islandia se está convirtiendo gradualmente en otro destino predilecto para la minería de bitcoins y otras criptomonedas, anticipándose que podrían gastar más energía en esta labor que la utilizada domésticamente.
Según información de The Associated Press, grandes empresas de minería de criptomonedas están arribando al país ártico debido a la provisión de energía renovable, geotérmica e hidrológica, así como por las bajas temperaturas que permiten una óptima refrigeración de estos equipos de alto consumo eléctrico.
La industria local de minería blockchain habría crecido a partir de que el legislador Smari McCarthy, del Partido Pirata de Islandia, propusiera cobrar impuestos a la minería de criptomonedas, una iniciativa que está siendo apoyada por los islandeses a pesar del clima de escepticismo respecto a la especulación financiera y las crisis bancarias de los últimos años.
McCarthy, quien es parlamentario, cofundador del Partido Pirata de Islandia y activista de Internet, afirmó a la agencia noticiosa que en circunstancias normales las compañías pagan impuestos al Estado, pero que la industria de minería blockchain no lo está haciendo, por lo que se está considerando imponer responsabilidades fiscales a estas empresas.
Este escepticismo se debe a que en tiempos pasados Islandia fue un paraíso para las actividades financieras, hasta que los principales bancos del país colapsaron durante la crisis financiera global del año 2008. Las consecuencias políticas trajeron consigo al Partido Pirata al parlamento islandés, un movimiento político de alcance global (con homólogos en otros países, especialmente nórdicos), donde ostenta actualmente 6 de 63 escaños.
Con todo, McCarthy mantiene su desconfianza respecto al rol que podrían jugar las criptomonedas en el mercado islandés. «Estamos gastando decenas o quizá cientos de megawatts en producir algo que no tiene existencia tangible y no tiene un uso real fuera de la especulación financiera. Eso no puede ser positivo», afirmó.
Una de las poblaciones que ha atestiguado la llegada de estas empresas a Islandia es Keflavik, ubicada en la poco habitada península sureña, donde la industria se asienta hacia los suburbios de la localidad.
Johann Snorri Sigurbergsson, quien es gerente de la energética Hitaveita Sudurnesja, aseguró que Islandia podría duplicar su consumo de energía eléctrica, alcanzando los 100 megawatts anuales, gracias a la expansión de la industria de minería de criptomonedas.
Sigubergsson afirmó desde la planta geotérmica de Svartsengi que desde hace pocos meses comenzaron a recibir correos electrónicos de parte de las compañías de minería, hecho que atribuye al crecimiento exponencial del precio de bitcoin. El ejecutivo aseguró venir de una reunión con una compañía de minería que buscaba adquirir 18 megawatts anuales.
Según señala la fuente, los centros de minería están diseñados para permitir que el viento frío de la península ingrese al recinto para refrigerar los equipos, teniendo algunas partes de la estructura sin muros. Una de las compañías de minería participantes es la reconocida Genesis Mining, la cual fue fundada en Alemania y se mudó a Islandia en 2014.
Islandia presencia la migración de compañías de minería igual que otras regiones que ofrecen climas fríos y bajos costos para servicios de energía renovable, como es el caso del estado de Nueva York, que por medio de las corporaciones energéticas se encuentra otorgando permisos y diversos beneficios para las compañías de esta industria, al igual que Suiza, donde la compañía Alpine Mining se encuentra realizando esfuerzos similares.