Este mes de abril, el grupo de servicios financieros Chicago Mercantile Exchange (CME) introdujo una solicitud en la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos para registrar una patente dirigida a proteger los mineros de Bitcoin contra los riesgos operacionales.
Específicamente, el sistema que se intenta patentar fue inventado por Mansoor Ahmed, Sandra Ro y Ryan Pierce. Y aunque aún está en proceso, el grupo CME solicitó la patente por primera vez en 2015.
Esencialmente, el sistema propuesto por CME recibiría datos de la red Bitcoin como un medio para mantener los contratos actualizados; es decir, los datos de las métricas de supervisión como el nivel de dificultad o el precio.
La minería de bitcoins consiste en un proceso de consenso descentralizado que se produce en la red p2p con el objeto de validar las transacciones de los usuarios y evitar que se realicen doble gastos de las mismas criptomonedas y que estas transacciones se incluyan en la blockchain; quienes prestan el servicio de minería son recompensados con las monedas digitales. Este proceso requiere grandes inversiones en equipos de minería que sean capaces de llevar el ritmo del aumento de la dificultad a la minería.
En la minería también existen los grupos (o pool) de mineros que se reparten costos y ganancias. Estos costos incluyen el monto de la compra de computadoras de minería y los del espacio de centro de datos, energía, refrigeración, personal, entre otros.
Si bien existe un riesgo financiero involucrado en las operaciones mineras, debido a las posibles recompensas, los mineros de Bitcoin asumen estos riesgos con la esperanza de que el valor de los bitcoins minados supere lo invertido y proporcione un retorno razonable a la inversión. En este proceso también hay lo que se denomina “nivel de dificultad”, y a medida que aumenta el factor de dificultad, también aumenta la dificultad de calcular una firma válida y minar un nuevo bloque.
Así, para crear un bloque, el minero está obligado a conseguir un número arbitrario único (nonce) que resuelve exitosamente un acertijo hash (hash puzzle). El acertijo hash es un problema matemático que busca que el hash del bloque a crear se encuentre dentro de un espacio objetivo (target), que define la dificultad de minado y que depende del procesamiento total de la red.
Por consiguiente, los motivos de la patente recaen en que la creciente dificultad de la minería puede significar costos cada vez mayores para los mineros. Al respecto explica la patente:
Si la tasa de hash de la red crece más rápido de lo anticipado, los ingresos de la minería pueden caer, pero la variación y liquidación de los fondos futuros o recibidos al ejercer un contrato de opción de compra resuelto en efectivo cubriría la pérdida. Por otra parte, si el factor de dificultad crece más lentamente de lo previsto o disminuye, el contrato perdería valor o la prima de opción de compra expiraría como inútil, pero un minero haría más dinero de lo esperado en operaciones mineras.
Asimismo, en relación al nivel de dificultad y las inversiones en equipos de minería, en la patente se señala que:
A medida que aumenta el factor de dificultad, las computadoras mineras pueden volverse menos comercializables, por lo que tomar una posición larga en el contrato generado permitiría a los fabricantes bloquear una tasa de crecimiento proyectada del factor de dificultad y cobertura contra el riesgo de caída de los precios de hardware.
Por lo que el grupo CME, quien anteriormente había lanzado indicadores para la comunidad Bitcoin, también vislumbra el sistema que propone como una forma de hacer frente a la depreciación del hardware de la minería, acorde a una nota sobre la patente.
Nos queda por ver si CME logra patentar este sistema. Mientras, cabe aun mencionar que las patentes en relación al ecosistema Bitcoin son cada vez más comunes y en general la mayoría buscan resolver conflictos o problemas derivados de la red.
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